Las vacas de Castrocalbón
CRISTINA FANJUL31 DE MARZO DE 2023, 8:31
Han limpiado del polvo del pasado un camino cualquiera en Castrocalbón para que puedan pasar los señoritos del pueblo y, por el camino, así como que la cosa no quiere, se han cargado 1,2 kilómetros de calzada romana, la vía XVII, entre Astorga y Braganza. Podríamos llenar un periódico entero con toda la damnatio que hemos cometido los leoneses con el patrimonio y aún nos quedaría un fascículo por escribir con los restos, de esos que tampoco importan demasiado, quítale allá un palacio real o San Pedro de Eslonza. También nos han ayudado los foráneos, que casi acaban con San Isidoro y jugaron con los huesos de los reyes de Léon a las tabas entre ejecución, por poner un ejemplo.
Hoy escuchaba a alguien decir que en cada pueblo debería haber un arqueólogo municipal, que con el de la Junta no basta, aunque ya saben que lo de la Comisión también tiene lo suyo, como en el chiste de Forges. Vivimos en un país en el que molestaba todo lo que olía a antiguo y así hemos ido destruyendo la historia, cancelándola, y levantando efigies en honor al feísmo.
Amputamos la muralla romanos, tiramos los cubos, Puerta Obispo —no me quiero acordar del horror vacui que provocó el garaje de la Plaza Mayor— destruimos el edificio del instituto de la plaza de la Libertad, a punto estuvimos de que San Marcos fuera un apunte a pie de página en alguno de los libros de Ponga y ya nadie se acuerda del edificio de la Casa de Galicia de Villafranca, de los chalets de Padre Isla y La Condesa, de las casas de Santa Ana… esas que nos recordaban que un día León fue un pueblo como el que rememoramos en San Froilán. Sí, tenemos la manía de limpiar el pasado para no tener horizonte de futuro. Parece que no nos libramos de esta condena.
No sé qué será lo próximo, pero los alcaldes de Castrocalbón y San Esteban de Nogales aún no han querido hacer declaraciones, como si esto de responsabilizarse de los actos fuera una opción. Una calzada romana de dos mil años convertida en un camino de vacas. Será que lo merecemos.