Primero fue eldiario.es y después el Ministerio de Transición los que aseguraron que
próximamente se hará oficial en el BOE que el Gobierno lanza su negativa sobre el informe ambiental relativo al complejo eólico de
Gistredo del Alto
Sil.
Este proyecto, uno de los tres que Repsol intentaba sacar adelante en la Sierra de Gistredo se componía de una veintena
de aerogeneradores y había levantado una masa social en su contra, al igual que
los otros dos que aún se mantienen y para los que sigue abierto el período de
alegaciones. Se trata de los proyectos ‘Páramo’
y ‘Ampliación de Páramo’, y ambos cuentan con 23 molinos.
En estos días, en concreto el 13 de febrero, se cerrará el período de
alegaciones, pero, por la naturaleza de sendos proyectos, podría ser que,
aunque los municipios de Igüeña y de Noceda los hayan amparado, se vinieran
abajo también.
Solo la alcaldesa de Páramo del Sil, Alicia García, se había opuesto a este
proyecto, aunque todos los alcaldes tocados por el mismo pertenecen al mismo
partido. Ella fue la que capitaneó una oleada social, con 62 profesionales que
avalaban la falta de idoneidad y los daños ecológicos que causaría el proyecto.
García Teijón defendía su espacio como hábitat de especies protegidas como el
urogallo y oso pardo, pero además presentaba un proyecto a Transición Justa
referente a las rutas de senderimos por esa zona.
Ahora queda que la decisión sea oficial pero,
mientras, en los entornos políticos siguen siendo muy cautelosos y solo hablan
de acondicionarse a la legalidad vigente.
El presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel y su homólogo en el Consejo Comarcal, Olegario Ramón, siguen pensando que la barrera de
los proyectos eólicos como estos está en la ley. «Si con la ley en la mano
es viable, aunque puede haber una respuesta social que lo haga caer, pero
aplicando la ley puede seguir. Pero si no cumple las condiciones no», dijo
Álvarez Courel. Por eso pide paciencia, aunque entiende la respuesta popular
que han tenido estos proyectos en algunos emplazamientos bercianos «pero
con la ley en la mano el Gobierno debe decidir. Hay que acatar la ley»,
dijo.
Ramón coincidió en ese discurso asegurando que «no debería haber ninguna controversia porque los requisitos legales
son una protección ambiental». Considera que si el proyecto «pasa el
control se hará y si no no».
La Asociación Amigos del Patrimonio Cultural de León, ProMonumenta, organizó, en colaboración con la Concejalía de Acción y Promoción Cultural del Excmo Ayuntamiento de León, la conferencia: «NUEVA CARTOGRAFÍA DE LA RED HIDRÁULICA DE LAS MÉDULAS», impartidapor D. Javier Fernández Lozano, profesor titular de Geología de la Escuela de Minas de la ULE y D. Iván González Pérez, profesor e investigador predoctoral de la Escuela de Minas del Campus de Ponferrada. El acto tuvo lugar en el Salón del Excmo Ayuntamiento de León el martes 4 de Febrero, que se hallaba completamente lleno de público.
LOs conferenciantes reciben un obsequio de manos de directivos de Promonumenta.El salón estuvo lleno.
En la conferencia se presentó el último mapa con el recorrido de los canales que por las vertientes norte y sur de los montes Aquilanos transportaban agua para le explotación del yacimiento aurífero de Las Médulas. Lozano negó la existencia de ningún canal que trasvasara agua desde la cuenca del Eria a la del Cabrera, considerando un error cuanto se ha dicho sobre este tema. También expresó su duda sobre la artificialidad del lago de Carucedo, cosa que podría saberse si se hiciera un estudio sobre la geología de su fondo.
El día de enero de 2025, PROMONUMENTA presentó en número XVIII de su revista, correspondiente al año 2024. La presentación corrió a cargo de Dña. Nuria Alonso Mateos, Directora de la Fundación CEPA, que es una de las valedoras de esta publicación.
La Sra. Alonso Mateos hizo un elogio de las labores que viene efectuando Promonumenta y de su importancia para la preservación del Patrimonio Cultural leonés. En parecidos términos se refirió a la revista, a la que situó entre las mejores del País en esta materia. Elogió también el contenido de este nº XVIII y de los autores que han intervenido en la misma.
Agradeció sus palabras el presidente de la Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural de León, D. Marcelino Fernández Ibáñez, quien, junto con otros miembros de la Junta Directiva, hizo entrega de un regalo a la presentadora.
El acto fue amenizado por el grupo musical RAIGAÑU, que se desplazó desde la localidad de Balboa para esta intervención, la cual resultó entrañable y fue muy aplaudida por el público asistente, que llenaba las 200 plazas del salón del Ayuntamiento de Ordoño II.
En la mesa, la presentadora Dña. Nuria Alonso y el presidente de Promonumenta. Al lado derecho, el grupo musical Raigañu en una de sus intervencionesAutores de artículos y colaboradores en la revista XVIII (Foto Fernando Rabanal)
La revista tiene 112 páginas y contiene artículos de:
Jesús Sánchez Jaén, Juan Carlos Ponga, David Gustavo López, Ángela Franco, José Luis Gavilanes, Ramón Gutiérrez, Francisco Gómiz y Cristina Prieto, Javier Fernández Lozano y Ángel González, Alumnos del IES Lancia, Pedro Víctor Fernández, Alfonso García, Melchor Moreno, José Luis Alonso Ponga, Javier Revilla Casado, José Cerezo Sánchez y, además, la habitual Crónica de Actividades de Promonumenta.
SOCIO DE HONOR
Al acto de presentación de la Revista le siguió el de entrega del nombremiento de SOCIO DE HONOR 2024 DE PROMONUMENTA, cuya elección, tras votación, fue determinada en la Asamblea General Extraordinaria del 18 de diciembre de 2024 y recayó en en nuestro asociado y compañero Juan María Martínez Martínez, socio desde pocos meses después de la fundación de Promonumenta hace 32 años. Conocido por todos los asociados, Juan Mari es un elemento esencial en nuestras hacenderas. Gracias a él, las herramientas están siempre a punto y, en muchas ocasiones, son transportadas por él mismo al lugar de la hacendera, a veces de difícil acceso. Y gracias también a él, los desbroces de los monumentos son adecuados e inmejorables. Pero, además, nuestro Socio de Honor 2024 siempre está dispuesto para cuanto haga falta, desde las fotografías a la intendencia, a la distribución de las revistas o a la limpieza de la sede.
Fue enormemente aplaudido y recibió el diploma acreditativo de manos del Presidente de Promonumenta y de otros miembros de la Junta Directiva.
¡Enhorabuena!
Entrega del diploma de Socio de Honor a Juan Mari Martínez
Los andamios tapan ya iglesia de San Marcos. Había quedado relegada durante la magna restauración de la joya del Plateresco, a pesar de que el titular de todo el edificio, y no solo del Parador, es Turespaña. Tras siete años de espera, la fachada del templo será también rehabilitada. En agosto salieron a licitación las obras de conservación de la fachada principal y las laterales de la iglesia, la sillería del coro y la reparación del suelo del claustro, adjudicadas por 1.421.123 euros a la empresa radicada en Zamora Restauración de Edificios, Artesonados y Retablos Alonso S.A., que tiene un año de plazo para acabar los trabajos.
La iglesia sufre los mismos males que el resto de la fachada de este antiguo convento, solventados en la rehabilitación de 2018. Los análisis previos determinaron que la piedra estaba muy deteriorada como consecuencia de nefastas restauraciones realizadas a finales del siglo XX. Una actuación letal llevada a cabo en 1997, en la que se aplicó una pátina de color para disimular la suciedad, en lugar de limpiarla, estaba destruyendo esta obra maestra del Plateresco. Además, faltaban numerosos elementos pétreos, especialmente en las cornisas. Actualmente, la fachada de la iglesia luce con una tonalidad más oscura a la del Parador, a la espera de que la restauración las deje igualadas. En septiembre, el párroco de la iglesia, José Luis Díez Puente, decidió cancelar todas las bodas sine die hasta que concluya la rehabilitación.
El coro es el gran desconocido de la iglesia de San Marcos. En 1995 Paradores decidía abrirlo temporalmente al público, tras ser restaurada la sillería. Se trata de una obra maestra del siglo XVI en la que trabajaron artistas de la talla de Juan de Juni, Juan de Angers y Guillermo Doncel. Fue un encargo de la Orden de Santiago para sus canónigos. La sillería fue terminada en 1542, según consta en una inscripción del coro bajo. Hay 41 sitiales, con sus misericordias, y 49 tableros con relieves de cuerpo entero. En el coro alto están representados los apóstoles y los padres de la Iglesia, mientras la sillería del piso inferior está decorada con armaduras en el medallón. Esta magna obra en madera de nogal tardó en ejecutarse cinco años. Ahora la sillería está afectada por la carcoma.
Los trabajos de restauración incluirán además la iluminación monumental del exterior y la restauración del retablo. La iglesia de San Marcos no luce su retablo original, sino uno del siglo XVIII. Del primitivo no se sabe cuál fue su destino; únicamente, que fue llevado a Extremadura, cuando el convento fue trasladado temporalmente allí.
La Consejería
de Cultura, Turismo y Deporte ha concedido ayudas a 34 proyectos de gestión del
patrimonio de carácter global y económicamente viables para 2024 y 2025, con un
presupuesto de cinco millones de euros. Cinco de esos proyectos son para
iniciativas leonesas. Los beneficiarios son: la Fundación Proconsi, para el
patrimonio popular y eclesiástico en el norte del territorio del fuero de
Alfonso V (comarca de la Sobarriba); la Asociación Cultural Bierzo Vivo, para
la revitalización cultural de Los Barrios: un enclave histórico y gastronómico;
la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, para el p royecto de
gestión y desarrollo de la Ruta de los Retablos Renacentistas del Este de León;
la Asociación Cultural Burval, para el Museo de La Anunciada de Villafranca del
Bierzo; y la Fundación Las Médulas, para el sistema patrimonial integrado
«Huellas de Roma». Esta línea de ayudas, en concurrencia competitiva, pretende
generar una actividad cultural sostenible y perdurable en el territorio.El consejero
de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, ha participado hoy en una
jornada informativa sobre la línea de subvenciones destinada a la financiación
de proyectos de gestión de bienes del patrimonio cultural de Castilla y León,
dotada con un importe global de 5 millones de euros, cuya resolución fue
publicada el pasado 30 de diciembre en el Boletín Oficial de Castilla y León.
El consejero
ha recordado que esta iniciativa parte del compromiso de la Junta de Castilla y
León para esta legislatura de «avanzar en una de las claves de la moderna
gestión del patrimonio cultural, como es la corresponsabilidad en su gestión y
la necesidad de impulsar la participación de los ciudadanos y de las
instituciones en la confección y en la ejecución de políticas públicas más
sostenibles, generadoras de empleo y desarrollo». En este sentido, ha
manifestado que «el cuidado y difusión de los valores del patrimonio cultural
pueden y deben hoy considerarse actividades que competen a todos, ya que no
cabe concebir las políticas culturales como exclusivamente públicas, en el
sentido de estar atendidas únicamente con cargo al erario público».
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Según el
consejero, el éxito de esta convocatoria se refleja en que fueron 118 las
solicitudes recibidas, lo que ha provocado que a la cuantía inicial de 2,9
millones de euros se haya añadido una cuantía adicional, hasta alcanzar el
total de 5 millones de euros, para los años 2024 y 2025, que se destinarán a
proyectos de gestión de carácter global y económicamente viables, con la
finalidad de generar una actividad cultural sostenible y perdurable en el
territorio, de los cuales, un 93% se ubican en zonas rurales.
Han sido
beneficiarios de estas subvenciones entidades cuya actividad está relacionada
con la investigación, estudio, gestión, restauración o difusión del patrimonio
cultural: asociaciones, fundaciones, entidades privadas sin ánimo de lucro,
universidades públicas y empresas. Las subvenciones tienen un límite de 240.000
euros por beneficiario.
La
construcción del museo de Lancia lleva parada 14 meses porque Patrimonio exigió
modificar el proyecto al aparecer restos de un templo. Las obras se reiniciarán
en marzo con un sobrecoste de 560.000 euros
La ‘aldea’
astur que hizo frente al Imperio Romano parece maldita. Construir un museo al
aire libre en este colosal yacimiento de Lancia fue la gran promesa del
anterior presidente de la Diputación, Eduardo Morán. Pero todo lo que podía
salir mal —como dicta la ley de Murphy —, acabó saliendo mal. El estudio
madrileño Gon Architects que ganó el concurso para construir por primera vez en
Lancia en 2.000 años, diseñó tres edificios para albergar más que un Centro de
Interpretación al uso. Varias excavaciones y un ‘barrido’ del yacimiento con
georradar no detectaron restos de interés en la zona donde se habían proyectado
los pabellones. Pero estaban ahí y aparecieron nada más que la empresa
adjudicataria de los trabajos, la leonesa Coysa, metió el pico en la tierra.
Patrimonio, que había impuesto hasta tres sondeos, exigió modificar el proyecto
ante el hallazgo de lo que podría ser un templo romano. La actual Corporación
Provincial, que está a punto de alcanzar el ecuador de su mandato, prevé
reiniciar la construcción del museo a finales de febrero o principios de marzo,
según estimaciones del diputado de Cultura, Emilio Martínez Morán. De momento,
el parón forzado dura catorce meses.
Los vestigios
localizados han obligado a rediseñar los caminos de comunicación y el
aparcamiento. Los edificios no sufrirán retoques. Según Gonzalo Pardo, al
frente del estudio de arquitectura madrileño, las modificaciones «únicamente
afectan a la ubicación de los edificios, que se han desplazado de forma
conjunta hacia el norte de la parcela». «La configuración formal de las
construcciones, así como la separación entre ellas y el paisajismo, se
mantienen igual que en el proyecto original», explicó a este periódico.
Pese a los
cambios mínimos, la construcción del museo de Lancia sufrirá un sobrecoste de
560.000 euros, a añadir a los 3,1 millones presupuestados inicialmente. Aunque
las obras han estado paradas, Coysa ha aprovechado el tiempo para hacer adobes.
Y es que uno de los puntos fuertes del proyecto de Gon Architects para ganar
hace tres años el concurso de Lancia fue el uso de materiales «tan
convencionales y a la vez tan innovadores como son los adobes prefabricados de
tierra comprimida a alta presión», según valoró en su día el jurado. Las nuevas
edificaciones —alineadas en orden creciente— están inspiradas en la
arquitectura tradicional de la zona y serán de color terracota, para
mimetizarse con las colinas del entorno.
También habrá
zonas expositivas en el exterior de este macrocomplejo, del mismo modo que se
habilitarán áreas de trabajo al aire libre, para el lavado y secado de las
piezas que se extraigan del yacimiento. Con una superficie construida total de
816 metros cuadrados, el Centro de Interpretación nace con vocación de
articular un territorio infrautilizado. El plazo de construcción se mantiene en
un año.
Un asunto
pendiente
La inacabada
autovía León-Valladolid sacrificó buena parte de la ciudad astur-romana de
Lancia. Los impresionantes vestigios descubiertos durante la construcción de la
A-60, como un barrio industrial en el que existían fundiciones, la primera
necrópolis de incineración localizada en la provincia, un tramo de calzada
romana, un horno de finales del siglo I dedicado a la cocción de tejas, otro
medieval, unas termas y un edificio de planta basilical, entre otras
edificaciones, llevan trece años en el ‘limbo’. La Junta autorizó en 2011 al
Ministerio de Fomento tapar de forma temporal los hallazgos, pero exigió que
debían ser visibles y visitables, algo que no se ha cumplido y que será muy
costoso llevar a la práctica. Martínez Morán tiene intención de, una vez
concluido el Centro de Interpretación de Lancia, reabrir las negociaciones
sobre los restos tapados. Ha pasado tanto tiempo que el Ministerio de Fomento
ya no existe. Ahora es de Transportes y Movilidad Sostenible, a cuyo frente
está Óscar Puente, a quien Martínez Morán deberá convencer para recuperar los
vestigios de la A-60.
Más de 260 científicos de todo el mundo se oponen a
los polígonos eólicos de Repsol en el Alto Sil y Gistredo
Investigadores
de España, Suiza, Reino Unido, EE UU, Japón, Italia, Polonia, Alemania y
Portugal firman un manifiesto de rechazo frontal a los planes del gigante
energético porque «son incompatibles con la conservación de estas
montañas»
Una imagen de los montes en el municipio de Páramo del Sil. María CARRO
Ya no es solo
el Ayuntamiento de Páramo del Sil ni la Junta Vecinal del mismo pueblo ni la
población local del Alto Sil y la Sierra de Gistredo. Ya no son solo colectivos
ecologistas y académicos de instituciones asentadas en el propio territorio.
Ahora son más de 260 científicos de toda España y de Suiza, Reino Unido, EE UU,
Japón, Italia, Polonia, Alemania y Portugal los que muestran su
rechazo y total oposición a los planes de Repsol para convertir esta zona
natural del Bierzo en un polígono industrial sembrado de 43 aerogeneradores.
Todos ellos firman un manifiesto impulsado por la Plataforma para la Defensa de
la Cordillera Cantábrica porque el macroproyecto eólico planteado por este
gigante energético «es incompatible con la conservación de estas
montañas».
«Como
investigadores comprometidos con el estudio y la conservación de la
biodiversidad, manifestamos nuestra profunda preocupación
y oposición a los proyectos de instalación de parques eólicos en la Sierra de
Gistredo y el Alto Sil. Este territorio es un enclave de extraordinario valor
ecológico que alberga especies tan emblemáticas como el oso pardo y el urogallo
cantábrico», defienden los firmantes, que aseguran que «la
instalación de aerogeneradores, vías de acceso e infraestructuras de evacuación
eléctrica, o el ruido y el trasiego» no son compatibles con el ecosistema
ni el entorno natural en el que Repsol pretender abrirse camino.
Científicos de
la Estación Biológica de Doñana, de la Universidad Complutense de Madrid, del
Museo Nacional de Ciencias Naturales, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, del
Instituto de Biología de la Conservación, de la Estación Experimental de Zonas
Áridas, del Instituto de Investigación Sanitaria San Carlos, del Servicio de
Sanidad Vegetal de la Junta de Extremadura, de ProPlantae, del Instituto de
Investigación de Recursos Cinegéticos y de muchas universidades del país.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, del Cabildo
Insular de La Palma, del Institut Botànic de Barcelona y hasta académicos que
trabajan en la Universidad de Kyoto (Japón), la Universidad de Oporto, el iDiv
German Centre for Integrative Biodiversity Research (Alemania) y el Institute
of Nature Conservation of the Polish Academy of Sciences (Polonia), entre otros
organismos internacionales. Todos ellos y muchos más suscriben el manifiesto de
defensa del Alto Sil y Gistredo.
«El Alto
Sil es una de las zonas mejor conservadas y menos humanizadas de la
Península Ibérica y atesora una enorme diversidad biológica, contando con
especies -además de osos pardos y urogallos- como el picamaderos negro, la
perdiz pardilla, el águila real, el roquero rojo, la marta, el lobo, el desmán
ibérico y la liebre de piornal, entre otras muchas. Algunas son endemismos
ibéricos, otras son especies clave y varias de ellas se encuentran amenazadas a
nivel regional o global», recoge el documento de los expertos contra
Repsol.
Sus obras son
el viaje monumental entre el rigor y la creatividad. El de Francisco González
Ferreras, un artesano autodidacta que llegaba al arrebato de la obra de arte,
porque es lo que son esas grandes piezas. Maquetas que imponen. Míticas ya,
serán motivo de orgullo para sus vecinos, porque el Ayuntamiento de Villadangos
las ensalzará a la categoría de obras de museo, que es la iniciativa que el
alcalde Alejandro Barrera quiere sumar a la apuesta municipal por ser referente
cultural. Esa musealización ya está escenificada en el vestíbulo del
Ayuntamiento con una de sus obras insignia: la Catedral de León. Pero en las
plantas superiores se planifica el lugar que será sede de un museo único. El de
Ferreras. Él mismo que decía: Paco Maquetas, en una simplificación que nada
tenía que ver con la compljidad de algunos de sus trabajos.
Que uno de
Cistierna, lugar donde nació, tenga un museo en Villadangos tiene algo de
confirmación del carácter de González Ferreras. Puede que fuera un adelantado a
su tiempo (aún se recuerda su especie de invento de parapente o algo así), pero
más que eso fue un adelantado a su propia curiosidad. Un tenista nacido en 1931
en la montaña de León, pues sí. Y esquiador. Ebanista de profesión y curioso
por definición como forma de afrontar la vida que le da casi título de
inventor. También practicaba la memoria. Falleció en 2021.
Villadangos,
con su alcalde a la cabeza, responde a la máxima altura a toda este abanico de
interés cultural que representa González Ferreras. De manera que pone la
primera piedra de un nuevo museo que albergará gran parte de la obra artística
de este peculiar leonés. Sus herederos han llegado a un acuerdo con el
Ayuntamiento de Villadangos del Páramo para musealizar la mayoría de maquetas
talladas por Francisco González Ferreras, Paco para los amigos. Más de treinta
y cinco reproducciones de catedrales, iglesias, torres y castillos relacionadas
con los distintos caminos de Santiago. Desde obras maestras del prerrománico
asturiano a monumentos emblemáticos de la ciudad de León como San Marcos, San
Isidoro o el Palacio de los Guzmanes; o la imponente Catedral de Santiago de
Compostela, pasando por monumentos de Navarra, Palencia, Burgos, entre otros
muchos lugares. Obras de arte talladas en madena de nogal a escala 1:100 que
representan fielmente las lineas maestras de la arquitectura tanto en el
exterior de los edificios, como en su interior; porque la mayoría de las
maquetas «se abren y desmontan» para contemplar su interior como es dificil
imaginar.
Francisco
González Ferreras tenía memoria para sus obras, sus horas de trabajo y sus
amigos de antaño. Así le reivindicaba, por ejemplo, Nino Espadas, músico leonés
cuidador de mayores, fascinado por lo que le contaba y recordado por su familia
hasta el último día. Detalles de esa herencia de buena persona que dejó a los
suyos.
Resalta el
propio Ayuntamiento que «el valor de su obra no solo reside en la calidad y
fidelidad de sus maquetas, sino en el proceso toralmente artesanal en su
construcción; desde la toma de medidas recorriendo torres y tejados, a la
ejecución final con herramientas de ebanista. La pasión y el arte de un
carpintero sin estudios específicos en arte o arquitectura, que en el fruto de
sus manos recoge el trabajo de durante los siglos, canteros, escultores,
albañiles, vidrieros y otros artesanos llevaron a cabo para erigir monumentos a
mayor gloria de Dios y de los hombres. Sus maquetas han estado expuestas
temporalmente en numerosas ocasiones en varios lugares de la provincia, y fuera
de ella».
En todas estas
ocasiones, también señalan, volvían a al lugar donde han estado casi ocultas
durante tantos años, junto a su casa familiar en San Andres del Rabanedo, sin
que ninguna administración haya tomado en serio su deber para con la cultura y
una obra artística de esta envergadura. Esa deuda se salda al fin gracias al
Ayuntamiento de Villadangos del Páramo, que en palabras de su alcalde,
Alejandro Barrera García, «vuelve a salir al paso de la defensa de la cultura
en general, y la leonesa en particular» aportando «otro granito de arena más»,
como ocurrió con la primera escultura en bronce de la Reina Urraca, o el
proyecto de Museo del Ferrocarril y de Modelismo Ferroviario en el antiguo
edificio de viajeros de la Estación de Villadangos. Las salas superiores de la
Casa Consistorial de Villadangos, a los pies del Camino de Santiago, albergaran
un museo único.
Es el quinto
edificio que ingresa este año en la Lista Roja. Con el molino de Seisón de la
Vega son ya 58 los monumentos y enclaves leoneses en la «lista de la
vergüenza», que pone el foco en el Patrimonio en ruinas y en riesgo de
desaparecer. Según Hispania Nostra, entidad sin ánimo de lucro que elabora la
citada lista, el molino «está en un estado de conservación lamentable». Las
patologías que sufre son consecuencia de las termitas y de una nefasta
rehabilitación del muro acometida en los años ochenta. Fruto de esa
intervención «se ha producido el desplazamiento de la cubierta, con riesgo de
derrumbe y hundimiento del suelo». Está catalogado como «elemento de interés
etnológico», según el Catálogo de Elementos Protegidos del Municipio de San
Cristóbal de la Polantera.
La historia
del molino de Seisón de la Vega se remonta al año 1821. Fue fundado por
Bonifacio Rodríguez, padre del concejal de León del mismo nombre que donó el
primer camión de bomberos a la ciudad. Los terrenos fueron adquiridos,
probablemente en la desamortización de Godoy (1798), para la construcción del
primer molino de agua en el cauce de la Presa de la Vega de Abajo, que comienza
a medio kilómetro del molino y desemboca en el Órbigo. Aanteriormente, la zona
era propiedad de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, también llamada de
Malta. El molino, además de desempeñar las tareas propias de molienda
(básicamente cebada y avena), fue fábrica de luz. Todavía se conservan la
torreta de la luz y varios postes.
Propietarios de ida y vuelta
En los años
veinte del siglo pasado el molino fue vendido por la familia Rodríguez a Miguel
Miguélez, quien finalmente lo quemó porque, según sus biznietas «sus hijos eran
unos holgazanes y no querían trabajar y así les castigó sin trabajo ni dinero
para que lo valoraran», tal y como explica la web de Hispania Nostra. El molino
fue reedificado al poco tiempo, así que tanto la construcción actual como las
máquinas que conserva, se remontan al primer tercio del siglo pasado. Tras la
muerte de Miguélez, la propiedad fue dividida en tres partes, dando lugar a la
actual disposición de tres viviendas unifamiliares. En 1979, la vivienda con el
molino fueron adquiridos por Angelines Rodríguez Rodríguez —que nació en el
molino de su abuelo— y José Constantino González Corbato. Las actuales
propietarias son las cuatro nietas de Angelines Rodríguez Rodríguez, maestra y
directora del colegio de Villoría de Órbigo, y anteriormente del Colegio de San
Cristóbal de la Polantera, y José Constantino González, contable en la azucarera
de Veguellina de Órbigo. El molino conserva gran parte de la maquinaria de
molienda original.
Restauración por colecta
El colectivo
Molino Maestrices pretende rehabilitar el edificio de Seisón de la Vega
mediante un crowdfunding. «Queremos convertir la nave del antiguo molino
harinero en un museo etnográfico abierto al público, donde mostrar el
patrimonio industrial de principios de siglo XX, y en una sala polivalente:
ateneo, cine, teatro, sala de fiestas, de reuniones… y aula de estudio y
prácticas de la Escuela rural de capacitación laboral Molino Maestrices»,
explican en su web. Premiarán a los «mecenas» según sus aportaciones. Por 20
euros asociarán el nombre del mecenas a un árbol de su Bosque comestible.
Grabarán en una viga el nombre del que aporte 150 euros; y, por 500 euros, se
puede apadrinar la restauración de una máquina histórica.
Este año la
campaña de micromecenazgo emprendida para salvar la ermita de Bercianos del
Páramo salió redonda. Ofrecieron grabar con láser los nombres de los mecenas
que aportan dinero y lograron reunir los 18.000 euros que costaba una nueva
cubierta para salvar este edificio del siglo XVII. Ahora, el molino de Seisón
podría correr la misma suerte.
Apenas queda
un puñado de molinos en León, la provincia que concentró el mayor número de
toda España. Según algunos autores, llegó a haber más de 2.500 molinos en la
época dorada —el 12 por ciento de los contabilizados en todo el país—. El
molino de Seisón de la Vega es el segundo de la provincia leonesa que ingresa
en la Lista Roja, donde lleva desde hace una década el de Villamartín de Don
Sancho, del siglo XVIII, donde pasó largas temporadas la escritora, visitadora
de cárceles, precursora del feminismo y antiesclavista Concepción Arenal.
Conocida por frases como «Odia el delito y compadece al delincuente»,
actualmente el retiro leonés de esta pionera del Derecho es un montón de
escombros.
La ‘lista de
la vergüenza’ no ha parado de crecer en 2024. A lo largo del año cuatro
enclaves leoneses ingresaron en la Lista Roja del Patrimonio en riesgo de ruina
o extinción. Los nuevos ‘socios’ son el puente de Villafer (se sumó el 23 de
octubre); la parroquia de San Salvador en San Justo de los Oteros (14 de
junio); los 13 pozos megalíticos de Colinas, en Benllera (25 de abril); y la
estación de ferrocarril de Matarrosa del Sil (27 de marzo).
León encabeza
desde hace años el inventario de monumentos que podrían desaparecer si no son
restaurados. Y lo peor es que algunos llevan décadas agonizando, sin que
ninguna administración se decida a salvarlos. En la lista hay de todo, desde
castillos a iglesias, patrimonio industrial, yacimientos arqueológicos,
fortificaciones romanas, palacios, puentes, cuevas, ermitas… El 2023 la Lista
Roja añadió tres enclaves leoneses: el castillo de Alba, la ermita de Santa
Marina, en Celada de la Vega, y la Térmica Compostilla II. Pero uno de los
peores ejercicios fue 2022, año en el que ingresaron siete.
Patrimonio ‘en
llamas’
En la
provincia 57 monumentos y enclaves históricos esperan una restauración que los
salve de perecer. La iglesia de San Juan de Montealegre pasó más de una década
en la Lista Roja, hasta que hace tres años logró el indulto. Hispania Nostra
también auspicia colectas para salvar edificios en riesgo. Este año apadrinó
una campaña muy original a favor de la ermita del siglo XVII en Bercianos del
Páramo que necesitaba 18.000 euros para restaurar la cubierta. Las nuevas tejas
llevan el nombre de los mecenas que aportaron dinero para salvar el edificio.
La asociación
Promonumenta se ha convertido en guardiana del patrimonio leonés. A principios
de año se propuso un ambicioso plan de trabajo para liberar de maleza la ermita
de Azares del Páramo y el pueblo ‘fantasma’ de Santibáñez de Montes; mantener
la lucha contra un carril-bici por los canales romanos de Las Médulas e
intentar sacar del ‘limbo’ el castillo de Cea y el monasterio de San Esteban de
Nogales. La suerte de estos dos últimos monumentos está a merced de unos dueños
que «ni hacen ni dejan hacer», según el presidente de Promonumenta, Marcelino
Fernández. Dos monumentos que, por ser de múltiples propietarios, no han podido
beneficiarse de las subvenciones del Plan Restaura de la Diputación, destinado
a ayuntamientos y juntas vecinales panara rescatar su Patrimonio en peligro.
Gracias al empeño de Promonumenta ambos edificios históricos, que llevan más de
una década en la Lista Roja de Hispania Nostra, siguen en pie de momento.
Dieciséis
monumentos leoneses se han salvado de la quema desde que se creó la Lista Roja
de Hispania Nostra en 2007. Sobre ellos pendía la espada de Damocles de la
ruina. Únicamente hay dos escapatorias de la Lista Roja: ingresar en la Lista
Verde —donde aparecen ahora estos dieciséis edificios históricos— o caer en la
Lista Negra, el cementerio de los monumentos perdidos para siempre, donde, de
momento, no hay ninguno de esta provincia.
Los indultados
El castillo de
los Quiñones, en Villanueva de Jamuz, fue el primer indultado, en 2009. Un año
después le llegaría la salvación al Palacio del Conde Luna, tras una larga
rehabilitación que comenzó en 2004 y costó cinco millones de euros. En 2013 la
pequeña ermita de San Antonio Abad, en Villalquite, pasaba a la Lista Verde y,
al año siguiente, seguían sus pasos el castillo de Sarracín y los canales
romanos de la Cabrera, una red de 600 kilómetros dentro del complejo entramado
hidráulico diseñado para extraer oro de Las Médulas. También en 2014 la iglesia
de San Lorenzo de Sahagún quedaba a salvo en la Lista Verde.
El monasterio
de San Pedro de Montes, en pleno corazón de la tebaida berciana —a 15
kilómetros de Peñalba de Santiago—, abandonó la Lista Roja en 2016 y dos años
más tarde recibió como recompensa el Premio de Arquitectura de Castilla y León,
en la categoría de mejor restauración. En 2020 la muralla medieval de Almanza
lograba dar el salto a la Lista Verde, al igual que el castillo-fortaleza de
los marqueses de Prado, en Renedo de Valdetuéjar. El castillo de Laguna de
Negrillos estuvo trece largos años en la Lista Roja del Patrimonio, hasta que
una subvención de la Diputación permitió consolidar esta fortaleza del siglo
XIII. Propiedad de la familia de Suero de Quiñones, en 2021 logró el ‘perdón’
de Hispania Nostra.
Fue un año de
esplendor para el patrimonio leonés, porque dejaron la Lista Roja, igualmente,
la preceptoría de Lois, las Cuevas Menudas —a muy poca distancia del yacimiento
de Lancia—, el Castro Peña del Hombre, los monasterios de San Juan de
Montealegre y Sandoval —cuya titular es la Junta de Castilla y León— y la
iglesia de San Julián y Santa Basilisa, incluida en la Ruta de los retablos
renacentistas. El caso de esta iglesia es excepcional. Fue el empeño de los
vecinos de esta pequeña localidad de la comarca del Cea, lo que permitió
rescatar el retablo de su iglesia, uno de los primeros ejemplos del
Renacimiento español, obra de varios autores, algunos de primera magnitud.
Todavía quedan
57 monumentos en la Lista Roja que es preciso rescatar a tiempo. No son los
únicos; todavía hay mucho patrimonio en riesgo que ni siquiera figura en este
catálogo.