PROMONUMENTA REALIZA SU CUARTA ETAPA DEL CAMINO OLVIDADO A SANTIAGO
TEXTO Y FOTOS: DAVID GUSTAVO LÓPEZ
Promonumenta ha proseguido en su proyecto de contribuir a la promoción del Camino Olvidado a Santiago en su discurrir por la provincia de León –por algunos es conocido como Viejo Camino o Camino de la Montaña-, siguiendo para ello la “alternativa A” de las acordadas recientemente por la Asociación Leonesa del Camino Olvidado, en la que se hayan integrados la totalidad de los ayuntamientos atravesados por esta vía de peregrinos. La “alternativa A” permite el tránsito de vehículos en casi todo su recorrido, haciendo factible la peregrinación y disfrute a cuantas personas no disponen del tiempo o de las capacidades físicas que requiere la “B”.
Mural «LA MINA», de Vela zanetti, en la Escuela de F.P. «Virgen del Buen Suceso», en La Robla.
El administrador y profesor de la Escuela, Pablo Delgado, explica el mural.
En esta cuarta etapa, entre Matallana de Torío y La Magdalena, los participantes de Promonumenta se vieron gratamente sorprendidos en su visita al Centro de Formación Profesional “Virgen del Buen Suceso” de La Robla, cuyo titular oficial continúa siendo la Fundación Hullera Vasco-Leonesa, a pesar del carácter concursal al que está sometida la empresa matriz. Sorpresa por la riquísima obra de Vala Zanetti que este centro conserva; más allá de sus célebres murales –aunque tampoco muy divulgados- del salón de actos, “La Mina”, y de la Coronación de la Virgen en la capilla del centro. Obras como los extraordinarios estudios para murales, el desconocido paisaje roblano, las cerámicas sobre arte prehistórico, los murales con azulejo de la entrada de la Escuela y de la torre-campanario, las cerámicas de la antigua cafetería, la puerta tallada en madera de la capilla y un etc. que todavía culmina con las catorce estaciones, imaginativas y expresivas, del Via Crucis de la capilla. Todo versadamente explicado por Pablo Delgado, administrador del centro, que se brindó para ello en mitad de un puente laboral.
La Robla tiene en este centro docente, actualmente con 270 alumnos, uno de los máximos exponentes de sus especialidades a nivel nacional y de él salen colocados la mitad de cuantos terminan sus estudios. Aquí, La Robla tiene también un inigualable museo que, si su apertura en fines de semana fuese posible, se convertiría en un magnífico atractivo turístico para la villa. Lástima, también es cierto, que la difícil situación por la que actualmente atraviesa la Escuela “Virgen del Buen Suceso”, incluso haga peligrar su futuro, algo que sería imperdonable.
Paisaje de La Robla, un óleo de Vela Zanetti (sin firmar) prácticamente inédito.
Acompañados por Pablo Delgado, también se visitaron algunos talleres de la Escuela.
Encuentro de Jesucristo con su madre, del Via Crucis de Vela Zanetti.
Vela Zanetti. Mural sobre azulejos.
Coronación de la Virgen (arriba) y Virgen de los Desamparados entre los apóstoles y los evangelistas (abajo). Mural de Vela Zanetti en la capilla de la Escuela de F.P. «Virgen del Buen Suceso».
El viaje tuvo otros puntos álgidos en la iglesia de Santiago de las Villas, una construcción a medio camino entre el románico y el gótico, la mejor de la zona, con una buena restauración interior pero que aún precisa la adecuada integración del pórtico en la que está empeñado el párroco D. José. Es reseñable el patronazgo de Santiago, cuya imagen peregrina, no estudiada pero de poderosa factura que recuerda al seguidor de Becerra Gregorio Español, es la única existente en toda esta etapa jacobea, aunque las representaciones del llamado “matamoros” no faltan ni en la riquísima iglesia imaginera de Otero de las Dueñas ni en Camposagrado.
Sorribos de Alba. Sepulcro de Álvarez de Alba (S. XVI), en su capilla de la iglesia.
Santiago de las Villas. Imagen de Santiago, en el estilo de la Escuela de Becerra.
El párroco, D. José, explicando la iglesia de Santiago de las Villas.
Sorribos de Alba, Benllera, los pozos de Colinas –muy abandonados y en cuya declaración como BIC está Promonumenta comprometida- y el santuario de Camposagrado –perfecto, bajo los cuidados del amable párroco D. Manuel- fueron espacio para la leyenda de batallas entre moros y cristianos y para el orgullo un poco cazurro de sentirse herederos de estirpes tan prestigiosas, valientes y pioneras en el nacer de las Españas –si hemos de creer lo que en 1584 documenta Diego de Urbina, rey de armas de Felipe II-, como son los Tusinos, Colinas, Cuevas, Garcías y otras, que tuvieron solar en estos lugares del municipio de Carrocera, a los que han legado blasones y capillas nobiliarias, y cuya alcaldesa, Teresa Gutiérrez, se sumó en este punto al viaje peregrino de Promonumenta.
En la iglesia de Otero de las Dueñas.
Comentando la iglesia de Otero de las Dueñas.
Cristo gótico de Otero de las Dueñas (s. XIV).
REPONIENDO FUERZAS
Benllera. Retablo de la Capilla de la Santma. Trinidad con escudos de sus propietarios: Colinas y Tusinos.
Ante el Palacio de Benllera.
Uno de los Pozos de Colinas.
Curiosa urna para las votaciones de la Cofradía de Nª Sª de Camposagrado.
Santuario de Camposagrado. D. Manuel, el párroco, explica la cocina y dependencias de la Cofradía de Camposagrado.