DIARIO DE LEÓN 12-1-2022
Fortalezas leonesas a la defensiva
Dos inventarios y muchas ruinas. En el Catálogo de Bienes Protegidos de la Junta hay 72 castillos leoneses, mientras la Asociación de Amigos de los Castillos eleva la cifra a 92. De algunos solo quedan un montón de piedras. En la Lista Roja del Patrimonio hay cinco, pero no figura el de Alba, que está en las últimas.
12 DE ENERO DE 2022, 3:43
Es un patrimonio indefenso. No hay un informe sobre el estado de conservación de los castillos y fortalezas leoneses. Ni siquiera las cifras coinciden. La Asociación de Amigos de los Castillos contabiliza 20 más que la Junta, para la que hasta 2014 la mitad de los fortines de esta provincia eran ‘fantasmas’. La denuncia presentada por los investigadores David Gustavo López y Luis Arias sobre la exclusión de 35 castillos leoneses del inventario autonómico lograba corregir el ‘agravio’.
La Junta sí tenía en su listado, en cambio, algunos castillos conocidos exclusivamente por las fuentes escritas, porque no queda ni rastro de ellos; por el contrario, entre los que no figuraban, una gran mayoría mantiene en pie buena parte de su estructura.
Figurar en la lista de Bienes de Interés Cultural (BIC) resulta crucial, según los citados investigadores, porque este catálogo «es el primer documento de consulta tanto para estudios y trabajos de carácter cultural como para análisis de inmuebles y elementos protegidos en estudios de impacto ambiental previos a proyectos de infraestructuras que pudieran causar daño en los mismos».
Propietarios desconocidos
El hecho de que algunos castillos hasta hace poco hayan sido propiedad de particulares —en ocasiones fruto de herencias difíciles de rastrear— ha complicado su restauración. Es el caso del de Villapadierna, que ha conseguido cambiar su destino en los últimos dos años.
En la Lista Roja del Patrimonio desde 2007, sin dueño conocido y al borde del colapso, la Junta Vecinal y el Ayuntamiento de Cubillas de Rueda intervinieron para salvar de la ruina una fortaleza erigida en el siglo XV con fines militares por el todo poderoso almirante de Castilla Fadrique Enríquez, primer conde de la comarca de Rueda, quien no quiso apoyar a Cristóbal Colón en su aventura de abrir una nueva ruta hacia las Indias.
Un caso insólito es el del castillo de Alba. Tiene concedida una subvención de 100.000 euros, que perderá porque el pedáneo se niega a firmar la cesión de uso del monumento, alegando que él no pidió la restauración, sino el ayuntamiento de La Robla. Curiosamente, esta ruina no figura en la Lista Roja de Hispania Nostra, donde sí constan por su mal estado de conservación los de Altafría o Villalobos, en Valderas; el de Benar, en el municipio de Riello; el de Cea, el de los Bazán, en Palacios de la Valduerna; y el de Villapadierna.
Hay dieciocho castillos leoneses de los que apenas quedan vestigios o su existencia está acreditada únicamente por fuentes documentales, como los de Monteagudo, Castrotierra, Siero de la Reina, Portilla de la Reina, Riaño —en una islita que emerge del embalse—, Aquilare (Sabero), Ardón, Redipollos, Peña Salona (Boñar), Torre de Valdelugueros, Vegacervera, Genicera, Santiago de las Villas, el Griego (San Emiliano), Torrebarrio, Piedrafita de Babia, San Cristóbal (Quintana del Castillo) y Aguiar (Sobrado).
El castillo de Alba continúa fuera del catálogo de BIC, pese a que según el decreto de 22 de abril de 1949, todos los castillos, «cualquiera que sea su estado de ruina», se consideran de Interés Cultural.
DIARIO DE LEÓN 12-1-22
Sentencia de muerte para el Castillo de Alba tras despreciar una subvención
ARCHIVO
El pedáneo de Alba podría haber salvado lo que queda del castillo más antiguo de León con una simple firma. La fortaleza tenía concedida una subvención de 100.000 euros —80.000 del Instituto Leonés de Culstura (ILC) y el resto, del Ayuntamiento de La Robla—. Ángel Suárez (Vox), presidente de la Junta Vecinal de Llanos de Alba, se excusa en que él no pidió la restauración, sino el Ayuntamiento de La Robla. Su rúbrica era fundamental para la cesión de uso del monumento —ubicado en un paraje sin ninguna otra utilidad— y consolidar las pocas ruinas que aún quedan de esta fortaleza del siglo IX. | dl