LA NUEVA CRÓNICA 8-4-2021
CULTURAS IR
L.N.C. / ICAL | 08/04/2021 A A
El Antruido de Riaño, el gran olvidado de la declaración BIC
Tradiciones.La Junta inicia la tramitación para declarar las Mascaradas de Castilla y León como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial
El Boletín
Oficial de Castilla y León publica este miércoles la incoación del
procedimiento para declarar Bien de Interés Cultural de carácter
inmaterial las Mascaradas de la Comunidad. La transmisión oral, la
identidad de los miembros de una colectividad, las acciones que se representan,
los personajes que intervienen, la indumentaria y objetos utilizados, la
música, los sonidos, el espacio en el que se desarrollan, el marco temporal, el
protagonismo de la comunidad, la diversidad de símbolos y significados, la
pervivencia a lo largo de la historia y la vitalidad actual, hacen de las
Mascaradas unas manifestaciones culturales de alto valor patrimonial.
Con la denominación de Mascaradas en Castilla y León se agrupa un conjunto
excepcional, diverso y complejo de manifestaciones festivas que se celebran en
pequeñas comunidades rurales de la autonomía, en las que la máscara se
configura como elemento definidor del personaje ritual que interviene e
interactúa con otros personajes, convecinos o espectadores, en diversas
escenificaciones o representaciones de carácter teatral.
El ámbito territorial en el que se desarrollan estas manifestaciones culturales
tiene lugar en las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Soria y
Zamora, dentro de un contexto territorial más amplio que incluye otros lugares
de la Península Ibérica y otros países europeos. El ámbito espacial de
celebración de las mascaradas en cada localidad, son las plazas y las calles a
través de las que se realizan los recorridos y representaciones, dando lugar en
algunos casos a la entrada de los personajes en los templos parroquiales o
ermitas.
En cuanto al marco temporal de celebración de la mayor parte de estas
festividades, era originariamente la época invernal, pero en algunos casos su
propia evolución natural ha dado lugar a un cambio de fechas, por lo que se
incorporan en este reconocimiento cultural las festividades de mascaradas que,
con rasgos comunes y características propias, se celebran en los siguientes
momentos: Mascaradas de invierno; Mascaradas de Carnaval; Mascaradas de La
Pascua de Resurrección; Mascaradas de la festividad del Corpus Christi y
Mascaradas vinculadas con festividades de la Virgen y Santos, además de otras
mascaradas de fecha variable vinculadas a distintos rituales.
Rito de la montaña leonesa
Del conjunto
de mascaradas que tienen lugar en Castilla y León y que aspiran a convertirse
en Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, siete de las 33
representadas tienen su origen en la provincia leonesa, como son El Antruejo de
Carrizo, el Apostolado de Laguna de Negrillos, El Antruejo o los Guirrios de
Llamas de la Ribera, las Mascaradas en Corpus Christi de Pobladura de Pelayo
García, La Zafarronada de Riello, Los Toros y Guirrios de Sardonedo y El
Antruejo o los Guirrios de Velilla de la Reina, echándose en falta de la lista
elaborada por la Junta el Antruido de Riaño, rito ancentral de la
montaña leonesa.
Las mascaradas son ritos públicos con un carácter benefactor, que propician la
abundancia y el renacer de la vida, siempre portadoras de mensajes unificadores
e inclusivos, de prosperidad, tolerancia, autoestima, armonía, resolución de
conflictos, que suponen un importante refuerzo de la identidad en estos
pequeños núcleos rurales, en grave riesgo de desaparición. Se trata de un
simbolismo complejo que ha ido variando a lo largo del tiempo. Las mascaradas
son celebraciones festivas en las que se concentran una gran cantidad de
significados y elementos simbólicos tanto de carácter inmaterial como material.
La celebración de las mascaradas supone alboroto, ruido, desorden, carreras y
persecuciones, gritos, pequeños golpes y acciones amenazantes, relacionadas con
un importante conjunto de componentes inmateriales. Gran parte del significado
simbólico y de la vistosidad de estas celebraciones festivas está vinculado con
la variedad de objetos que se utilizan como cauce para expresar o representar
una idea, una emoción, una visión o una concepción del entorno natural, del
mundo espiritual o de la comunidad social de sus protagonistas. La máscara receptora
del espíritu y energía de los antepasados, es el elemento indispensable y
definitorio de estas celebraciones.
Todos los elementos utilizados en las mascaradas están ligados con el entorno y
se han interpretado como elementos propiciadores de la fertilidad o como
purificadores, y conforman junto a los gestos, persecuciones o gritos, el
ambiente sonoro característico de la celebración. En algunos casos se ejecutan
melodías con instrumentos cercanos, flauta o dulzaina, atabal, tamboril, tambor
o bombo.