PINTURAS RUPESTRES EN CONTINUO PELIGRO ¿QUIÉN VIGILA ESTE PATRIMONIO?

PINTURAS RUPESTRES EN CONTINUO PELIGRO ¿QUIÉN VIGILA ESTE PATRIMONIO?

DIARIO DE LEÓN  3-1-2022

PATRIMONIO

Librán protege su arte rupestre de los vándalos

Una malla metálica impide la entrada a la cueva rupestre, con el fin de evitar que visitas indeseadas emborronen de nuevo la simbología ancestral


Otro de los destrozos con la palabra «Celso». M.F.

O

Impresionante sol y motivo humano en la cueva de Librán. M.F.

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Alguien pintó «Victor» en una de las rocas de la cueva. M.F.

MANUEL FÉLIX LOPEZ

3 DE ENERO DE 2022, 3:33

El Bierzo conserva tesoros de cultura ancestral que han permanecido intactos al paso de los siglos, hasta que la mano indocumentada de los vándalos ha causado destrozos, dejando huellas vergonzosas como legado a las presentes y futuras generaciones. Un claro ejemplo se da en las pinturas rupestres de Librán, situadas en una cueva perteneciente al municipio de Toreno, en un barranco situado en la margen derecha del río Primout.

Se trata de un conjunto de pinturas esquemáticas de arte rupestre Postpaleolítico, que los entendidos sitúan entre los años 2500 y 1700 antes de Cristo, a finales del período Calcolítico y comienzos de la Edad de Bronce. En 1985, dada la belleza, conservación y gran aporte cultural e histórico sobre los orígenes de la humanidad, este enclave de afloramiento cuarcítico con sus pinturas —conocido como las Cuevas del Moro— recibió el reconocimiento y la declaración de Bien de Interés Cultural.

Desde entonces, han pasado muchas cosas, y entre ellas la denunciable acción de los que, amparados en el anonimato y la ignorancia indolente, se dedicaron a estampar sobre estos frisos rocosos nombres como «Celso» o «Victor», así como otros emborronamientos en diferentes vanos de la cueva.

Desde el Ayuntamiento de Toreno y también desde el pueblo de Librán, sus vecinos han intentado preservar este valioso legado, creando incluso una agrupación en el verano de 2017 para conservar el patrimonio y su puesta en valor, a través de la constituida Asociación Cultural Cuevas Rupestres de Librán.

Legado rupestre
El conjunto BIC desde 1985 conserva un rico conjunto de pinturas esquemáticas de arte Postpaleolítico

Hoy, pasado el tiempo y muchas gestiones de por medio, la Cueva del Moro está protegida para impedir que la acción de los desaprensivos vaya a más, y al menos las pinturas que se conservan bien mantengan su origen y no sean destrozadas.

Llegar a la cueva tiene sus dificultades, dada la pronunciada pendiente. Acceder al lugar no es fácil, dado que la señalización no existe y sólo la orientación improvisada permite llegar si no se va acompañado de alguien que las conozca. Tras subir y bajar cortafuegos de pendiente pronunciada, al final el visitante se encuentra en el monte con un vial, con cable de acero y pequeños postes metálicos, colocados de forma perpendicular al cauce del río Primout y al gran acantatilado rocoso, tallado por el tiempo, que se ve hacia la izquierda de las faldas del pueblo de Librán.

Ahora, al interior de la cueva ya no se puede acceder, dado que se ha colocado una malla metálica, flexible y de abertura amplia, por la que sí se puede introducir una cámara de fotos para apreciar de cerca los detalles de las pinturas, como el llamativo sol y otros motivos de representación humana y animal. En 2017, dos amantes de la arqueología, como Juan Carlos Campos y Alejandro Fernández Díaz, establecieron conexión entre un petroglifo hallado en Villarino (Palacios del Sil) y las pinturas prehistóricas de Librán.

Manuel Félix Lopez
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