«Manifestaciones populares leonesas de Interés Turístico»
Texto: David Gustavo López
Fotos: Chema «Raigañu»
León, por haber preservado su carácter rural con más fuerza que otras regiones de España, guarda en sus fiestas un rico patrimonio etnográfico donde se reflejan los ritos ancestrales que estaban vinculados a las razones originarias de la fiesta y cuyo estudio nos permite llegar al conocimiento de muchos aspectos que ni la historia ni los monumentos han desvelado sobre las raíces de los pueblos.
Conocedor de estos rasgos de León, el eminente Julio Caro Baroja al referirse a León en su obra «Los Pueblos de España» escribió una de las frases que todo León podría tener a gala para su promoción exterior: “Difícilmente se podrá encontrar en toda Europa una región en la que los elementos de la cultura moderna se hallen tan en armonía con los datos de un pasado remoto como León”.
Es de agradecer a la Diputación Provincial que, consciente de esta riqueza, se haya propuesto no perderla e, incluso, rescatarla en aquellas manifestaciones populares en las que el tiempo ha borrado la ceremonia externa pero no el recuerdo en la memoria de nuestros paisanos.
Para este fin, precisamente, la Diputación puso en marcha ya hace algunos años la concesión del título, porque no cabe duda de que es un honroso título, de “Interés Turístico Provincial”, en una moderna modalidad que valora la antigüedad de la tradición, el arraigo popular de la misma, su valor cultural y la originalidad de la celebración.
En otra clara expresión de este mismo interés debemos encuadrar la elaboración de un amplio expediente (más de mil páginas), presentado el verano pasado, con el que la Diputación de León ha iniciado los trámites para solicitar que el conjunto de Fiestas, Romerías y Manifestaciones Populares de la provincia sean declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Ayer día 5 en el salón de plenos del Palacio de los Guzmanes, la Diputación de León ha otorgado la declaración de ‘Manifestaciones de Interés Turístico Provincial’ a otras ocho celebraciones populares de la provincia. Con lo que ya son 53 las «Manifestaciones populares leonesas de Interés Turístico» por su singularidad
Las fiestas populares reconocidas son:
1) Procesión de los Amortajados en Quintana de Fuseros.
Es ya una reliquia. Es el último recuerdo de una costumbre que de antiguo era frecuente: agradecer a un santo de devoción, mediante manifestaciones públicas, el haber sobrevivido a una enfermedad o a un accidente mortal de necesidad. Los “ofrecidos”, hombres y mujeres, en este caso acompañan al Cristo de la Cabaña vistiendo la ropa que simboliza la mortaja que les hubieran puesto en caso de haber fallecido. Tradición centenaria, mantenida por una antigua cofradía y vivida con profunda devoción, única en León y casi en España.
2) Feria del Pimiento Morrón de Fresno de la Vega.
Ensalza y promueve un producto singular que, a su vez, es el que otorga singularidad a la feria: un pimiento que cuenta con la Indicación Geográfica Protegida “Pimiento de Fresno-Benavente”. y acompañan a la Feria múltiples manifestaciones culturales: música, exposición de trajes tradicionales, fotografías, etc. Todo ello avalado por la asistencia anual de miles de visitantes.
3) Fiesta del Agua en Molinaseca.
Es celebrada a las ocho de la mañana de cada 17 de agosto, con motivo de las fiestas patronales. Chocolatada y, acto seguido, apertura de la compuerta del río Meruelo para que sus aguas inunden la Calle Real y todo se convierta en una batalla campal con chapuzón asegurado. Ritual único en la provincia, de antigüedad a la que no alcanzan las memorias de los mayores y con posible origen en los baldeos que se hacían en las calles cuando llegaba la fiesta patronal.
4) Romería de la virgen del Castro en Castrotierra.
Única, no solo en España sino en el mundo. Arranca del santuario de la Virgen del Castro, en Castrotierra de la Valduerna, pero nadie puede atribuirse título de propiedad. Es la gran romería de la Valduerna, del Órbigo, del Tuerto, del Jamuz, de la Maragatería, del Páramo… Todos juntos, cada pueblo con sus insignias, el pendón del concejo y la cruz parroquial, conformando una interminable marcha de peregrinos que, por la Calzada de Nuestra Señora, caminan veinte kilómetros hasta Astorga, acompañando a la Virgen del Castro, entre músicas de dulzainas, de chifla y tamboril y de gaitas, para pedir la lluvia.
El primer documento escrito, se conserva en Astorga y sitúa la peregrinación en 1557, que ya es bastante, aunque el rito pueda ser muy anterior.
5) Concurso-Exposición de Ganado Caballar Hispano-Bretón en San Emiliano.
Tiene la singularidad de ser un concurso específico y muy limitado en España para esta raza casi autóctona, creada para el trabajo duro en la agricultura de montaña, hallándose ya muy diezmada y solo mantenida en la Cordillera Cantábrica y el Pirineo.
La singularidad del evento -solo hay certámenes similares en Puigcerdá (Gerona), Biescas (Huesca), Reinosa (Santander), Soncillo (Burgos) y San Salvador de Cantamuda (Palencia)-, la perfecta organización del mismo, la belleza y pulcritud de los animales presentados, y los muchos centenares de personas asistentes son características que han influido en la declaración.
6) Festividad de San Jorge en San Esteban de Nogales.
Es una vieja conocida que ya figuraba en la antología de fiestas de la provincia de León. Su puente sobre el Eria, construido cada año para el paso de la procesión, sus rituales alrededor de la ermita y su paloteo bailado por danzantes de blanca faldilla y camisas plisadas la hacen única.
7) Viernes Santo en Valencia de Don Juan.
La fuerza que la Semana Santa está tomando en toda la provincia se hace especialmente patente en la capital coyantina. Las dos procesiones tradicionales del Viernes (Encuentro y Santo Entierro), coordinadas por dos cofradías que las mejoran cada año, la buena organización, la emotividad que provoca la música de sus bandas y los seis pasos del Entierro, a hombros de hasta cincuenta braceros bien acompasados, con imágenes cuya antigüedad oscila entre los siglos XV y XX, que son obras maestras, han sido las claves de la distinción alcanzada.
8) Festividad de la Virgen de la Alegría, en León.
Mantenida de forma continuada desde 1578, aunque posiblemente se celebrase desde la edad Media. Una fiesta que incluye misa en la iglesia de santa Nonia, procesión, música tradicional y “cambio de varas” del abad de la Cofradía. Pediríamos a la cofradía promotora una mayor difusión de la fiesta, aunque no es necesario llegar a los fastos, incluso con corrida de toros, que se documentan allá por 1614.
Que sea enhorabuena, y que cada una de estas tradiciones se mantenga para siempre y dé realce y vida a nuestra tierra.
La diversidad de comarcas y los casi mil cuatrocientos pueblos existentes en la provincia dan lugar a gran variedad de ceremonias, músicas, danzas e indumentarias que, unidas a elementos tan propios de la identidad leonesa como los ramos y los pendones, hacen de sus Fiestas, Romerías y Manifestaciones populares uno de los patrimonios inmateriales más variados y vistosos de la nación, pues actualmente ya cuenta en su haber con 50 declaraciones de Interés Turístico Provincial, 11 de Interés Autonómico, 4 Nacional, 2 Internacional y 1 como Bien de Interés Cultural de carácter Inmaterial (los Aluches)