Comienzan las excavaciones en el campamento romano de Trobajo
SOCIEDAD Se intenta dilucidar la importancia
de los campamentos de la Legio VI y Legio VII
Un total de nueve parcelas situadas en las inmediaciones del cementerio
de Trobajo
del Camino van a ser el escenario de unas relevantes excavaciones para determinar
la importancia de los restos de origen romano hallados en la zona.
Se trata de una investigación liderada por los arqueólogos Ángel Morillo y
César Heras que ya cuentan con todos los permisos de la Junta de Castilla y
León para que los trabajos se inicien este lunes.
El objeto de esta actuación es realizar intervenciones arqueológicas en el conjunto de
recintos castrenses romanos de Trobajo, en el que se intenta dilucidar la
importancia de los campamentos de la Legio VI y Legio VII, tal y como se señala
en el informe ‘El conjunto de campamentos romanos para prácticas de Trobajo del
Camino (San Andrés de Rabanedo) y Oteruelo de la Valdoncina (León)’,
publicado en la revista Gladius bajo la autoría de Ángel Morillo, Brais X.
Currás, Almudena Orejas y Agostino Nobilini. Precisamente con estas
excavaciones se pretende confirmar sobre el terreno el estudio realizado por
estos arqueólogos durante más de
diez años, en el que se especifica que existen al menos 18 recintos de este
tipo.
La actuación consiste en varios sondeos arqueológicos que se materializarán en
dos o tres trincheras de 10 metros de alto por 1,5 metros de anchura realizadas
con retroexcavadora, cortando los fosos de varios de los recintos, para
posteriormente sellar estas prospecciones y devolver el terreno al estado
precedente. La siguiente intervención consistirá en realizar más tareas de
investigación con georradar.
Estos trabajos se desarrollarán durante los días 5 y 6 de septiembre con la
presencia de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) sobre un campamento que podría
ser el mayor descubierto hasta la fecha en Hispania, en donde se entrenaban los
soldados antes de las intervenciones militares.
Cultura inicia la restauración de la espadaña de la
iglesia del Monasterio de San Miguel de las Dueñas
La intervención supondrá una inversión de 42.176 euros y el plazo de
ejecución es de tres meses
Monasterio de San Miguel de las Dueñas. JYCL
1 DE SEPTIEMBRE DE 2022, 14:07
La jefa del servicio
territorial de Cultura, Amelia Biaín, ha firmado el acta de inicio de las obras
de restauración de la espadaña de la iglesia del Monasterio de San Miguel de las
Dueñas que supondrá una inversión de 42.176 euros, financiados por la Dirección
General de Patrimonio con fondos desconcentrados a la Delegación Territorial.
El plazo de ejecución es de tres meses.
La espadaña objeto de
intervención se levanta sobre el muro meridional de la nave de la iglesia del
monasterio. Se compone de un cuerpo inferior de mampostería de piedra careada,
sobre el que se alzan dos cuerpos de cantería concertada de granito gris, de
sección y altura decreciente en altura. En el cuerpo intermedio se abren dos
huecos de campana y en el superior uno, rematados con arcos de medio punto. Los
esquinales de los dos tramos superiores están decorados con pináculos
piramidales o de bolas y la espadaña está coronada con un frontón curvo.
Esta intervención
responde a que el pasado 30 de junio del 2020 un rayo impactó en la espadaña,
ocasionando el derrumbe del pináculo superior y parte de la cornisa curva del
frontón. Los daños en la cubierta de la nave de la iglesia fueron cuantiosos y
se procedió a su restauración de manera urgente para evitar las filtraciones de
agua al interior del templo.
A raíz de aquella
actuación, se han detectado las siguientes patologías en la espadaña que serán
abordadas por las obras que hoy se inician:
– Derrumbe de la veleta,
pináculo superior y parte de la cornisa curva del frontón de remate.
– Presencia de
vegetación arbustiva en los lienzos y vanos de la espadaña, con proliferación
de líquenes y musgos en la fachada norte.
– Presencia de
materiales semidesprendidos o arenizados, detritus y excrementos en las
cornisas.
– Fuerte erosión con
pérdida de geometría debido a su alta exposición a los agentes climáticos de
las cornisas superiores e inferior de la torre.
– Filtraciones de agua
de lluvia al interior del edificio.
Monasterio de San
Miguel de las Dueñas
El edificio está
declarado BIC por el Decreto 99/1992 de la JCyL. Se trata de la Comunidad
religiosa viva con fundación más antigua de las existentes en El Bierzo.
Situado en la ribera del río Boeza, se debe su origen al noble Gonzalo Bermúdez
y su esposa Ildonza, que levantaron en el lugar a finales del siglo X el monasterio
femenino de San Miguel de Almázcara. En el siglo XII fue restaurado por la
infanta Sancha, hija de Raimundo de Borgoña y de la reina Urraca y hermana de
Alfonso VII, quien lo dispone bajo la protección del abad de Carracedo y el
Cister, orden de obediencia a la que todavía hoy pertenece.
Entre los años de 1506
y 1530 las religiosas fueron trasladadas al monasterio también berciano de
Villabuena, del que retornaron cuando el río Cúa lo inundó, para continuar en
su casa originaria hasta el presente. En el siglo XVI dejó de pertenecer a la
protección de Carracedo y pasó a la Congregación de Castilla.
El monasterio
primitivo sufrió diversas deficiencias a lo largo del tiempo, de manera que en
el siglo XVII se reconstruyeron la iglesia (1690-1695) y el claustro de la
portería (1683). A partir de 1741 se rehicieron el claustro seglar (fue
proyectado por el maestro de la catedral de Astorga Gaspar López, aunque no se
concluyó hasta 1803), el capítulo, las escaleras (1756) y las celdas y a
comienzos del siglo siguiente la cerca, el atrio y su portada y la fachada de
la portería.
Importantes daños y
expolios conoció el monasterio con la Francesada y la Reforma Liberal.
Finalmente, determinadas zonas del claustro seglar fueron reconstruidas en el
siglo XX tras el incendio que sufrió en 1903.
Se encuentra rodeado
por una cerca de canto rodado y se accede al interior por una portada
apilastrada de comienzos del siglo XIX. Del monasterio medieval apenas quedan
unos sencillos restos a los pies del templo y la portada de la sala capitular,
de estilo románico con cuatro arquivoltas decoradas con motivos vegetales y
animales. En el interior piezas sueltas de la misma época como un león
mutilado, la Virgen Majestad y relieves de Santiago, San Juan y San Pedro y
tres evangelistas.
El conjunto del monacato mantiene una cierta unidad arquitectónica por su
austeridad constructiva, como corresponde a la arquitectura conventual de la
época, que a partir de la piedra elabora con gran sobriedad toscana pilastras,
cornisas, arquerías, etc. El valor barroco se encuentra en la retablística y
elementos ornamentales, como rejas, puertas, relicario, sillerías, cajoneras
que junto con la escultura, pintura, orfebrería y telas conforman un espacio de
gran riqueza patrimonial y verdaderamente representativa de un monasterio de la
Edad Moderna de los siglos XVII y XVIII.