LA NUEVA CRÓNICA 15-2-2024
Un vecino de Fonfría denuncia el abandono de los cortines ante el Defensor del pueblo
Insta al Ayuntamiento ha solicitar Fondos de Transición para la conservación de estas estructuras declaradas BIC
ICAL
15/02/2024
Actualizado a 15/02/2024
Imagen de los cortines que solicitan que se mantengan. | ICAL
Un vecino de la localidad de Fonfría, en el municipio berciano de Torre del Bierzo, ha denunciado al Ayuntamiento ante el Defensor del Pueblo por el “abandono” de los cortines de la localidad, declarados Bien de Interés Cultural. Reclama al Consistorio que pida ayudas a los fondos de Transición Justa para mantener, conservar y promocionar estos antiguos colmenares.
Este vecino asegura que el Ayuntamiento está “obligado” a mantener este patrimonio y denuncia que desde que se obtuvo la declaración como BIC no se ha hecho “nada” para evitar que sigan deteriorándose. “Es muy difícil encontrar tantos cortines juntos como aquí y el Ayuntamiento debe conservarlos”, declara a Ical. Añade que si se acondicionasen, al menos, los colmenares principales, se podría buscar la declaración como Patrimonio de la Humanidad.
“El año pasado no pidió ayudas de los fondos de transición justa para zonas mineras a los que tiene derecho Fonfría y que sin duda serían concedidos”, dice el vecino en el escrito presentado ante el Defensor del Pueblo. “Sin duda es urgente porque los colmenares se están cayendo”, continúa.
El escrito también se refiere a otros problemas existentes en la localidad y exige mejoras en el alcantarillado, el alumbrado público, internet o la reparación de caminos.
Este vecino recuerda que el Ayuntamiento sí ha solicitado dinero para crear un Museo sobre el accidente ferroviario que tuvo lugar en 1944, y considera que es una buena idea pero “se puede pedir ayuda para las dos cosas”, advierte.
Los cortines o colmenares de Fonfría fueron declarados BIC por la Junta de Castilla y León el pasado mes de septiembre, dentro de la categoría de Conjunto Etnológico. Se trata de 16 estructuras circulares donde se colocaban antiguamente las colmenas para protegerlas de ataques de animales, como el oso. Según el acuerdo adoptado por la Junta “constituye un singular documento histórico representativo de la cultura y la identidad popular de una comunidad y de su relación con el entorno y modo de vida tradicional, que se remonta, al menos, al siglo XVII”.