LA NUEVA CRÓNICA 19-8-2022
ACTUALIDADIR
Imagen del fortín, con dos galerías con más de una treintena de puestos para fusileros. | SERGIO PEÑA
Fulgencio Fernández | 19/08/2022AA
El ‘Fortín Alboleya’ de Puebla de Lillo cumple 85 años
HISTORIA Este conjunto fortificado de hormigón es uno de los más grandes y espectaculares del Frente Norte astur-leonés, al lado del Lago de Isoba, en el puerto de San Isidro
El equipo
HISMECON (Historia y Memoria Contemporánea) de la Universidad de León trabaja en la
actualidad en la realización de un ¡inventario de todos los vestigios de
la Guerra
Civil para la Junta de Castilla y León, con objeto de su
futura protección. Son por ello un equipo especializado en este tipo de
construcciones y en su documentación histórica. Y no han querido dejar pasar
por alto una efeméride singular de uno de los conjuntos más espectaculares de
construcciones vinculadas a la guerra civil, concretamente el ‘Fortín
Alboleya’, de Puebla de Lillo, que fue construido por los
republicanos casi totalmente en hormigón armado, todo un esfuerzo para defender
mejor su sector del también llamado ‘Frente de los Puertos’. Al desencofrarlo
hace justo 85 años y todavía sin terminar de fraguar, varios de los
atrincherados en dicha posición aprovecharon para escribir sus nombres en los
muros. Así aparecen grafitis, con cuidada caligrafía de la época, como ‘Eduardo
Foces 1937 a 20 del 8’ o ‘Dimas Cerra a 20 del. 8. 37’.
Coinciden en una fecha, 20 de agosto de 1937, como también lo hace la
inscripción que ha servido para denominar a este conjunto fortificado: ‘Fortín
Alboleya a 20. del. 8. 37’. Se desconoce por el momento la identidad exacta de
quien lo firmó y atribuyó con su propio apellido, aunque hay varios candidatos
asturianos apellidados Alboleya o Arboleya, muchos naturales de la localidad
de Biemes, que podrían haber
dirigido la obra o haber sido los mandos militares de dicha posición.
La tipología de este tipo de conjuntos fortificados no aparece en los manuales militares de la época,
pero fueron habituales en todo el Frente Norte. Realmente en el caso
de Alboleya estamos ante dos galerías con más de una treintena de puestos
para fusileros, identificadas con
las aspilleras rectangulares y abocinadas. Ambas galerías se comunican por una
mina o túnel excavado en la propia roca, espacio que a su vez serviría como
abrigo pasivo o refugio.
Las galerías aspilleradas para puestos de fusil son en realidad una evolución o
mejora de la fortificación, que inicialmente sería una simple trinchera con puestos de
tirador, la cual, para mayor seguridad de los fusileros y camuflaje, se cubrió
mediante esta estructura de hormigón armado que posteriormente se
semienterraría con tepes. En el caso del Fortín Alboleya, dada su ubicación y
amplitud, domina perfectamente la subida del Puerto de San Isidro hacia Asturias
desde Puebla de Lillo, justamente emplazado en uno de los grandes quiebros que
hace la carretera antes del Lago de Isoba.
Por fotografías aéreas tomadas en las décadas de 1940 y 1950, contrastadas con
actuales vuelos de dron del Servicio de Cartografía de la Universidad
de León, los investigadores del equipo HISMECON hemos podido comprobar como desde
una de las curvas de la citada carretera partía una trinchera rectilínea de
unos 250 metros hasta el complejo fortificado.
El Fortín Alboleya esconde además otro elemento de interés. En una de las
galerías de fusilería sobresale hacia el exterior un espacio que puede
identificarse como ‘nido de ametralladora’. Tiene planta
poligonal, no circular como es habitual en los nidos del frente astur-leonés,
pero la principal particularidad está en su parte frontal donde posee no una
tronera sino dos, siendo la inferior más alargada longitudinalmente por lo que,
desde ella se podrían realizar batidas de fuego rasante ya en casos finales de
inminente asalto por parte del enemigo, empleando fusil ametrallador o ametralladora
directamente apoyada en el suelo ya que carece de meseta o afustes para las
patas de estas armas automáticas.
Todo un completo diseño para resistir un inminente ataque por parte del
ejército sublevado, que en aquellas fechas hace ahora 85 años ya había acabado
con los frentes burgalés y palentino, tomando el País Vasco y Santander. Pero,
a falta de estudios documentales más profundos, parece que tal batalla nunca se
produjo en el Fortín Alboleya, pues apenas 40 días después de terminar de
construirlo, la columna franquista al mando del teniente coronel
Ceano sobrepasaría la línea del frente por este sector el 1 de octubre de 1937 y
penetraría hacia Asturias, dejando silente de ocupación militar el puerto de
San Isidro.
En definitiva, señalan desde HISMECON, “estamos ante una de las posiciones más
espectaculares del Frente Norte, que además tiene una excelente accesibilidad
desde el aparcamiento del Lago de Isoba. Sería interesante por ello señalizar
la ruta y colocar carteles explicativos de las distintas partes (trinchera,
fortín, abrigo pasivo, nido…) para su interpretación por parte de los
visitantes, así como cámaras de vigilancia para disuadir a los “nuevos
grafiteros” que están destruyendo los originales que dejaron los contendientes
de 1937. Así lo proponemos desde HISMECON”, equipo que también sugiere que se
podría excavar arqueológicamente un tramo de la trinchera para recuperar su
información y dejarla visible como en tantos otros frentes de la Guerra Civil
española que ya están valorizados como patrimonio histórico que son, y dado el
interés social reciben miles de visitas.