LA NUEVA CRÓNICA 10-6-2021
Eólicas y autonomía leonesa
En este sentido, la actitud del Presidente del Consejo Comarcal del Bierzo en la manifestación contra las eólicas, recriminando la presencia de la bandera de León, resulta contradictoria. Es el regionalismo, con banderas de León y El Bierzo –señales de compromiso con la Región Leonesa– el que contesta al disparate eólico en la Cordillera Cantábrica. El Consejo Comarcal nació de la Junta de Castilla y León, fuente del conflicto. Si una presencia era cuestionable en la manifestación, fue la del Consejo, que tiene cauces directos para hablar con la Junta de esto. Todo demuestra que, contra el disparate eólico, la Autonomía Leonesa es la solución, una vez más.
El
planteamiento de llenar la Cordillera Cantábrica leonesa de torres eólicas
nació en Castilla. A ningún Gobierno Autonómico Leonés se le ocurriría
semejante bestialidad. El tramo cantábrico leonés es uno de los espacios
naturales más amplios y mejor conservados de Europa. La falta de atención de la
Junta a los valores naturales y las posibilidades de las zonas de montaña
leonesas es clamorosa.
Los responsables de estas decisiones son dos directores generales de la Junta
de Castilla y León: el de Calidad y Sostenibilidad, de Valladolid; el de
Patrimonio Natural y Política Forestal, de Segovia. El consejero y su
secretario son de León, pero como si no lo fueran. No se entiende la contumacia
autonómica en sacrificar las mejores áreas naturales cantábricas, que utilizó
en varios casos un fraude de ley. Se presentan instalaciones de menos de 50 MW
para que la autorización no alcance al Gobierno Central, como establece la Ley
24/2013 (Artículo 3-13ª). Sin embargo, se suele plantear una sucesión de estos
proyectos en contigüidad. Considerado el conjunto de unidades de ‘casi’ 50 MW
cada una, desbordan de largo ese límite.
De esta manera se intenta que la Junta mantenga la competencia para aprobarlos, sorteando al ministerio. ¿Por qué? Con los precedentes de corrupción en la trama solar, cunde la desconfianza y la sospecha de autorizaciones no sujetas a derecho. En los casos de parques contiguos y sucesivos hiede a enriquecimientos particulares con la anuencia de la administración.
Cualquier desarrollo de energía eólica de menos de 50 MW que se encuentre contiguo a otro no puede ser considerado individual. Debe consolidarse el conjunto, con independencia de que el promotor sea diferente. De ese truco se valen los corruptos: de la aparente diferencia de promotores. Es el impacto sobre el medio ambiente lo que importa y la dimensión del campo eólico en conjunto –fraccionado en varios proyectos o no–, al margen de que los promotores varíen.