La calle más señorial,
la más blasonada de Villafranca del Bierzo, la calle del Agua —también llamada
de Ribadeo y de Santa Catalina— se someterá a una profunda rehabilitación con
un millón de euros de la Junta de Castilla y León. Una reunión telemática a tres
bandas entre el director general de Patrimonio, Gumersindo Bueno, la delegada
territorial de la Junta en León, Ester Muñoz, junto con al jefa del Servicio
Territorial de Cultura, Amelia Biaín, y el alcalde de la villa del Burbia, José
Manuel Pereira, sirvió ayer para iniciar los trámites de un proyecto que
pretende recuperar «el patrimonio de la calle del Agua, principal punto del
itinerario jacobeo en la localidad», informó la delegación autonómica.
El millón de euros irá
destinado a sufragar los trabajos, pero también a financiar la redacción del
proyecto, los estudios previos y la dirección de obra. Las dos administraciones
se han marcado como objetivo sacar a licitación el contrato de obras a finales
del verano para que los trabajos puedan comenzar «a finales de 2022 o
principios de 2023». Las obras dotarán a la calle del Agua de las
infraestructuras necesarias para mejorar su saneamiento, abastecimiento e
iluminación, las condiciones del tránsito peatonal. Además, adecuarán un solar
de titularidad pública, avanza la Junta, como área de descanso mientras no se
edifique en el terreno.
La rehabilitación de
la Calle del Agua, arteria principal del Camino de Santiago en Villafranca y
una de las vías urbanas más antiguas del Bierzo, pretende «incrementar la
oferta cultural» de la Ruta Jacobea y dar «un impulso a la economía local»,
según la Junta, que ayer reconoció que el vial donde se asienta «la mayor parte
del patrimonio edificado más interesante» de la localidad desde el punto de
vista histórico y artístico, «sufre cierto deterioro»
La administración autonómica y el Ayuntamiento ponen en valor así el
vínculo de Villafranca con el Camino de Santiago, una ruta declarada Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco y declarada en 1987 primer Itinerario Europeo de
Interés Cultural por el Consejo de Europa.
La Valduerna reivindica el valor de la mayor
concentración de ‘tesoros’ hidráulicos que hay en la provincia
El Ayuntamiento ha realizado un inventario que recoge hasta 20 molinos,
sierras, pisones y fábricas de la luz, con el fin de solicitar la
declaración de BIC con la categoría de Conjunto Etnográfico para
este valioso patrimonio oculto y condenado por CHD que mantiene secas las aguas
de sus zayas
Molino El Barrio, de unos 270 años de antigüedad. DL
La Valduerna acoge la que probablemente sea la mayor concertación de molinos,
sierras, pisones y fábricas de luz que se conocen. Desde Castrillo
hasta Velilla de la Valduerna se contabilizan hasta 20
edificaciones que aprovechaban desde tiempos inmemorables el
movimiento del agua de las zayas que parten del río Duerna.
Se trata de todo un
tesoro hidráulico que el Ayuntamiento de Castrillo de la Valduerna y
sus dos juntas vecinales han decidido poner en valor con un inventario y varias
iniciativas administrativas.
La más importante,
solicitar a la Dirección General de Patrimonio de la Junta de
Castilla y León la declaración de Bien de Interés Cultural para
todo este conjunto etnográfico, lo que le convertiría en el primero de la
provincia de estas características.
Para empezar, el
Ayuntamiento ha realizado un inventario con todos los inmuebles, una valoración
de su estado, un plan de alzada, y una investigación sobre sus orígenes y su
propiedad, ya que muchos de ellos ni siquiera figuran en el catastro. «Este
patrimonio, el que está en manos particulares, es el que más peligro corre,
porque ni siquiera está documentado lo que hace más fácil su desaparición»,
asegura el alcalde de Castillo de laValduerna, Jesús
López.
También se ha creado
una pequeña señalización, para lo cual se ha contado con una subvención de la
Diputación, que tiene como objetivo dar a conocer todo este patrimonio. Además el
Ayuntamiento y las dos juntas vecinales han empezado a adquirir molinos para
hacerlos visitables.
Todo está en marcha
para poner en valor todo este patrimonio, que en muchos casos data del
siglo XV.
Algo fundamental para
que todo este conjunto no desaparezca es garantizar un caudal ininterrumpido
del Duerna, algo que ha desaparecido en los últimos años por
decisión de la Confederación Hidrográfica del Duero, que en 2017 suprimió el
curso de agua por las zayas matando a miles de truchas, barbos
y peces y quitando el agua a estos molinos centenarios. Esta decisión, que
acabó con la flora acuática, también dañó a las estructuras de madera de estos
edificios que son de roble y que necesitan estar en inmersión continua para
evitar su corrosión.
GRÁFICO: M. Á. ALONSO
Por eso, desde el
Ayuntamiento se ha solicitado al organismo de la cuenca que declare estas zayas
como masas artificiales de agua, y se garantice así un caudal ecológico durante
todo el año. Para conseguirlo, se ha presentado la correspondiente alegación al
nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero.
Según se explica en la
memoria elaborada por el Ayuntamiento, la utilización del agua va ligada a la
vida de los pueblos desde sus orígenes y a través de la historia el hombre ha
ido aprendiendo a regular los cauces por los que circula y a aprovechar la
energía que aporta el movimiento de este recurso natural tan preciado. La
disponibilidad de agua ha sido esencial en ciertos lugares de la provincia de
León ya que permitió que en esas zonas se pudiese desarrollar un tejido
industrial que fue sustento de numerosas familias y poblaciones, como es el
caso de Castrillo de la Valduerna.
Plan Hidrológico
El Ayuntamiento ha presentado una alegación para recuperar el caudal ecológico
en los arroyos
El Duerna es
un corto aunque caudaloso río, afluente del Órbigo, que riega
los prados del fondo del valle, dedicados antiguamente y en la actualidad a
pastos de ganado y cultivo de cereal. Además de para el riego, el agua del
Duerna se ha empleado en diversas actividades que han permanecido muy
estrechamente ligadas a la forma de vida de los pueblos de la zona, permitiendo
el sustento económico de muchas familias. Ejemplos de dichas actividades son la
piscicultura, la generación de electricidad, la molienda de grano y lino, el
abatanado de tejidos, el lavado de ropa y la transformación de la madera.
Para permitir la
distribución del agua a través de las vegas del Duerna se creó
una red de canales que recorren los prados y pueblos de Velilla y
Castrillo. Dichos canales adquieren el nombre de zayas en
esta zona en particular, término recogido por la RAE como propio de la
provincia de León. Sirvieron para el riego de prados y huertas, abastecimiento
de agua para el ganado, pesca y también para mover artefactos como molinos,
pisones y sierras.
GRÁFICO: M. Á. ALONSO
Estas zayas
nacen del propio río Duerna. En el cauce del río se observan dos presas, la
de la zaya de Castrillo a una distancia de 1 kilómetro
aproximadamente del pueblo de Velilla aguas arriba y la otra,
la de la zaya de Destriana, a unos 500 metros del pueblo de Castrillo.
Estas zayas eran
mantenidas por agrupaciones de vecinos y particulares, se limpiaban los cauces,
se reparaban y reforzaban las presas una o dos veces al año.
El trazado de
las zayas cose el territorio de los pueblos de Velilla
y Castrillo de la Valduerna y en torno a ellas se han ido
distribuyendo de una forma inteligente diversos ingenios
hidráulicos que aprovechan la fuerza motora del agua para actividades
de las que extraer un rendimiento económico.
Es singular la
numerosa cantidad de artefactos hidráulicos hallada en el Término municipal
de Castrillo de la Valduerna y muy notable por otra parte, el buen
estado de conservación que muestran la mayoría de los elementos a pesar de carecer
de protección alguna o los cambios de uso que han sufrido en algunos de ellos.
Estos ingenios eran
albergados por construcciones de gran sencillez técnica y se asentaban en
lugares donde la corriente de agua era la adecuada, guardando una separación
correcta entre ellas de tal manera que una no reste energía al agua cuando
llegase a la siguiente. Así se configura una red a través del territorio que
caracteriza y articula el paisaje, y da identidad al valle del
Duerna y a los pueblos de Velilla y Castrillo
en particular.
GRÁFICO: M. Á. ALONSO
Durante el estudio
llevado a cabo para la redacción de la memoria se han identificado un total de
veinte elementos vinculados al aprovechamiento hidráulico: tres presas dedicada
s a la canalización y transporte de agua, un salto de agua para la generación
de electricidad, doce molinos harineros o de linaza, dos pisones o batanes y
dos sierras. En cuanto a molinos, pisones y sierras, se han
encontrado edificaciones en diversos estados de conservación. Un
total de trece artefactos se encuentran en buen estado de
conservación o se podría reconstruir su estado previo.
La mayoría de ellos
conservan sus características constructivas y funciones originales, algunos son
visitables e incluso disponen de maquinaria en funcionamiento. Se han
identificado algunos edificios con importantes derrumbes y con peligro de
inminente desaparición total. Por último gracias a los testimonios recogidos de
los vecinos, se han documentado las ubicaciones de dos inmuebles que han
desaparecido casi por completo. Se ha conseguido señalar con exactitud el lugar
donde existen las trazas de las antiguas s construcciones.
El tipo de propiedad de los inmuebles es en su mayoría privada solamente
existen dos construcciones de titularidad pública: El Molinín y el
Molino de las Eras de Velilla.
COMARCAS Denuncian que las consecuencias para
el entorno serán «irreversibles» y que las empresas ya son
«verdes y eficaces»
Una decena de empresarios de Vegacervera mostraron este
miércoles su oposición al macroparque eólico Abano, que prevé la instalación
de 24 aerogeneradores en los
municipios de Valdepiélago, Matallana de Torío, Vegacervera y La Pola de Gordón. Concretamente, los
seis que están proyectados en el municipio se situarán a poco más de un
kilómetro de la localidad de Coladilla, en la cresta sur que bordea el pueblo.
Asimismo, la Plataforma
por la Defensa de la Montaña Central Leonesa ha realizado un llamamiento a la
población para detener «lo que será, con total seguridad, el fin de la
Montaña y su entorno tal y como la conocemos».
Las empresas recordaron que llevan años “manteniendo los recursos de la zona,
los pastos y el paisaje, creando empleo y manteniendo los pueblos con vida y
con niños en las escuelas”, y aseguraron que son “verdes y eficaces”, por lo
que algunas de ellas ya utilizan placas solares y aerotermia en sus
instalaciones. “La contaminación lumínica, sonora y de efecto parpadeo, así
como la destrucción de suelo y el impacto en paisaje y fauna” que provocaría la
instalación del macroparque hace que estas empresas manifiesten su “total
disconformidad” con el proyecto al no querer que “el monte de utilidad pública
pase a ser suelo industrial”.
Desde la Plataforma denuncian que los espacios naturales de la zona
«pasarán a ser terrenos industriales, abriéndose así la puerta a más
proyectos de corte extractivista». Lamentan, además, que una vez se
instale el parque las consecuencias» serán irreversibles».
Destacan que «los acuíferos naturales se verán seriamente afectados por
los enormes movimientos de tierras; especies animales y vegetales sufrirán un
grave impacto; la imposibilidad de desarrollo de un modelo económico
alternativo; y las casas y terrenos perderán gran parte de su valor».
Finalmente apuntan que «los proyectos ocupan terrenos de dos Reservas de
la Biosfera, Los Argüellos y Alto Bernesga».
El antiguo lavadero de
carbón de Antracitas de Fabero (Santa Cruz del Sil) ya forma parte del
inventario de bienes en serio peligro de desaparición que elabora Hispania
Nostra. La Lista Roja del Patrimonio incluyó ayer La Recuelga y también el
lavadero y cargue de Victoriano González. Su publicación formaliza la
información que este periódico adelantó ya a principios de este mes, tras una
entrevista con uno de los miembros del Comité Científico que decide qué bienes
patrimoniales entran en el listado y por qué razones. El arquitecto Alfonso
Muñoz Cosme ya dejó claro entonces que ambos lavaderos cumplían con todos los
requisitos para formar parte de la Lista Roja y su publicación formal
únicamente dependía de la respuesta que, en este caso, ofrecieran el
Ayuntamiento de Páramo del Sil y, a ser posible, el propietario.
«Ambas instalaciones
destacan por su singularidad tecnológica y tipológica, así como por la
integridad de conjuntos, constituyendo un complejo histórico fácilmente
interpretable del que apenas quedan otros ejemplos a nivel estatal», subraya el
informe con el que la entidad promotora de la Lista Roja trata de explicar la
importancia tanto del lavadero de La Recuelga como del de Victoriano González,
haciendo mayor énfasis, eso sí, en el primero. También hace especial hincapié
en su potencial turístico: «Las instalaciones son un reclamo turístico
consolidado y un potencial recurso cultural para el desarrollo local».
En el argumentario de
la decisión tomada por el Comité Científico no solo se refleja la «seria
amenaza de desaparición» por abandono y por el proyecto fotovoltaico que se ha
planteado para los terrenos en los que se ubican estas instalaciones; también y
sobre todo se alude a su importancia histórica, económica y tecnológica en el
contexto en el que fueron construidos, el papel que jugaron en el desarrollo
del tren minero que recorría el valle del Sil y también la generación de empleo
femenino.
Hispania Nostra no
solo pone en valor los lavaderos, sino todo el conjunto, incluyendo los
edificios auxiliares (almacenes, oficinas, laboratorios y viviendas de
dirección). «Denotan la mirada internacional de la minería española y la
implementación de soluciones innovadoras, pues ofrecen un interesante ejemplo
de las soluciones técnico-constructivas importadas de las cuencas mineras del
norte de Francia, Bélgica y Alemania en las décadas de 1930 y 1940, y alejadas
del rigor clasicista imperante en España durante la autarquía», recoge el
informe publicado ayer.
«A escala local y
regional, los lavaderos de La Recuelga constituyen un elemento reconocible y reconocido
fuertemente ligado a la memoria minera del valle y estrechamente ligado al
trabajo femenino. Además, refuerzan el significado del papel vertebrador del
ferrocarril en el valle del Sil», y «el papel central del Bierzo en la política
energética de la posguerra; pues ilustran, como pocos enclaves, las importantes
inversiones acometidas por las empresas mineras para resolver las serias
carencias de carbón por las que atravesó el país», refleja también el informe
de inclusión de los lavaderos en el inventario de bienes en riesgo de
desaparición.
Además de hacer
hincapié en el «reconocimiento social» que conservan las antiguas instalaciones
mineras de Santa Cruz Sil, que ha quedado demostrado con la movilización que ha
provocado el proyecto solar presentado por la sociedad Geninvest, el documento
también repasa los proyectos de dinamización turística que se han presentado en
los últimos años y que incluyen La Recuelga. Es el caso de la Senda Minera
promovida por la Uned o la ruta histórico industrial ‘Del Gris al Negro’
impulsada por el Consorcio Provincial de Turismo.
Así, mientras la Junta
de Castilla y León resuelve si incoa o no el expediente para la declaración de
Bien de Interés Cultural (BIC), de La Recuelga, su inclusión en la Lista Roja
del Patrimonio pone el acento sobre la necesidad de protegerlo y promover su
restauración, recordando que forma parte del Inventario del Patrimonio
Histórico Industrial elaborado por la propia Administración autonómica.
Micromecenazgo
Hispania Nostra ha informado a la Junta Vecinal de Santa Cruz del Sil
—solicitante de la inclusión de La Recuelga en la Lista Roja— de que dispone de
una plataforma de micromecenazgo a través de la que se puede presentar un
proyecto de rehabilitación y solicitar financiación para llevarla a cabo. Una
idea que la Junta Vecinal estudiará, tal y como aseguró ayer su presidenta,
María Paz González.
Con motivo de su 30 aniversario, Promonumenta fue invitada por TV 8 de León para realizar un programa dentro de la serie ANALIZA.LE que esta cadena viene emitiendo los sábados a las 22:30 horas. Su duración es de 50 minutos.
El programa fue presentado por Javier Caballero Chica y en él intervinieron el presidente de Promonumenta, Marcelino Fernández, y varios socios y otros miembros de la Junta Directiva.
Puedes visualizar el programa completo en el enlace que te proporcionamos a continuación.
Carracedo de Compludo, el
pueblo sin luz que alumbra una respuesta al reto demográfico conservando su
esencia
Más de medio siglo después,
volvieron a sonar las campanas por un nacimiento en Carracedo de Compludo
(Ponferrada) cuando hace casi una década vino al mundo Amaia Rivas Jaudou.
Inscrita en un valle que fue feudo de eremitas, la localidad quedó en su día arrinconada,
sin servicios básicos, deshabitada pero nunca abandonada. Ahora protagoniza un
curioso caso de repoblación sin perder sus señas de identidad.
Carracedo de Compludo,
en la actualidad.
Años 50 o 60
César Fernández | 20/03/2022 –
10:00h.
Morgane Jaudou y Marcos Rivas Farpón, componentes de la compañía de circo Maintomano, dieron en 2005 un
triple salto mortal en su vida. Pasaron de vivir en Londres a hacerlo en Carracedo
de Compludo, una pequeña localidad enclavada en el sureste del municipio de
Ponferrada todavía sin luz en aquel momento. «Nos enamoramos del
pueblo», reconoce ella, de nacionalidad francesa, al relatar la visita que
hicieron a un primo de él, un berciano que regresó así a su tierra de origen. Y
han formado familia con dos hijos. La mayor, Amaia, nació hace casi diez años
en Carracedo, más de medio siglo después del anterior alumbramiento. Ese día
sonaron las campanas.
Carracedo de Compludo
dio un salto al vacío cuando quedó deshabitado. «No abandonado»,
puntualizan a renglón seguido quienes a diario y los fines de semana le dan una
nueva vida a esta localidad inserta en un impresionante escenario de valles y
montañas que, en cierto modo, viene a representar algo así como ‘la cara B’ de
la España Vaciada. Ni su censo dibuja una cuesta abajo inexorable al fluctuar
una población ahora estabilizada en el entorno de la quincena de habitantes
empadronados, ni su pirámide de población está invertida, algo que acredita la
propia Morgane al describir una sensación que se ha dejado de percibir en
cientos de pueblos del país: «Se oye a los niños correr».
Carracedo de Compludo, en una imagen antigua.
Carracedo de Compludo, en una imagen antigua, durante la recogida de la hierba en el paraje denominado ‘Prao Santiago’ cuando comenzó la repoblación.
Claro que el bullicio de
niños era mayor cuando Aurelio López y Jesús Ballesteros se
criaron en esta localidad que llegó a sumar en torno a 200 almas. Había hasta
dos turnos, diurno y nocturno, en la escuela. «Y de noche iba también
gente mayor», cuentan. En una localidad a la que ni siquiera ahora ha
llegado el tendido eléctrico se usaban por entonces candiles de carburo para
alumbrarse. «La infancia fue muy dura, pero muy alegre», constatan.
La ganadería y una agricultura basada fundamentalmente en los cultivos de
patata y centeno mantenían la economía local. Pero aquella llama en una
población a la que no llegaba la luz se fue apagando.
«La infancia fue muy dura, pero muy alegre», constatan Aurelio
López y Jesús Ballesteros, nacidos en Carracedo de Compludo, que se recuerdan
usando candiles de carburo para alumbrarse. Y en la escuela había turno diurno
y nocturno
«El primero que se
marchó fui yo», relata Aurelio para explicar cómo se produjo la
despoblación: «Cuando uno se casaba, aquí no había más opción que quedarse
en casa de los padres. Si querías ser independiente, tenías que marchar».
Ponferrada, a 25 kilómetros, y Madrid, a casi 400, fueron los destinos
recurrentes de los oriundos de Carracedo de Compludo, que sucumbió al peso del
éxodo rural, pero nunca se dio por vencido. Años después de quedarse
deshabitado, dos matrimonios con miembros oriundos de la localidad comenzaron
la repoblación con un rebaño de ovejas en una localidad sin servicios básicos
como la luz o el saneamiento.
De izquierda a derecha, José Manuel, Jesús, Mila, Aurelio y Judith, oriundos y descendientes de Carracedo de Compludo
Los componentes de la compañía de circo Maintomano, Marcos Rivas Farpón y Morgane Jaudou, con ella embarazada de Amaia, que nació en Carracedo de Compludo. // Víctor Arias
Inés García Candau, en la cantina de Carracedo de Compludo.
Carracedo de Compludo
tampoco tenía conexión por carretera. «Sólo se accedía a pie o con algún
Land Rover», recuerdan. La Diputación de León abrió en 1984 una
comunicación a través de una pista de unos tres kilómetros de longitud siendo
Alberto Pérez Ruiz presidente de la institución provincial. Para entonces la
localidad ya había dejado de ser una Junta Vecinal perteneciente al antiguo
Ayuntamiento de Los Barrios de Salas, integrado en 1980 en el Ayuntamiento de
Ponferrada, de donde ahora depende la localidad sin ser ya pedanía, sino que
está gestionada a través de una alcaldía de barrio.
La luz llegó de rebote
Periferia tanto para Los
Barrios como para Ponferrada, Carracedo de Compludo nunca pareció contar
demasiado en los despachos municipales. «El Ayuntamiento de Los Barrios
fue un desastre con nosotros», lamentan. La localidad ya había empezado a
moverse fundamentalmente a través de la Asociación La Vallada (hay nada menos
que otros cinco radicadas) para reclamar servicios básicos cuando la luz les
llegó de rebote por obra y gracia de una instalación eólica en el entorno. Como
no es Junta Vecinal, no podría gestionar lo que le correspondería en concepto
de canon por tener en su jurisdicción uno de los molinos eólicos: los 180.000
euros resultantes de multiplicar los 6.000 por 30 años de vigencia. Con esos
fondos, aunque con algún retraso, el Ayuntamiento de Ponferrada llevó en 2011
una instalación de placas fotovoltaicas. Ha sido, hasta que se averió en
febrero de 2021 y sus vecinos han tenido que tirar de instalaciones propias,
generadores y otras soluciones, su principal fuente de suministro eléctrico.
«Lo bonito del pueblo es precisamente que sea como antes. No
queremos que se transforme en un sitio falso, aunque sí que tenga luz. Por
eso es especial», dice Morgane Jaudou, asentada junto a su pareja, Marcos
Rivas Farpón, componentes de la compañía de circo Maintomano
Morgane Jaudou y Marcos
Rivas Farpón llevaban ya seis años asentados en Carracedo de Compludo cuando se
pusieron las placas. «Nosotros éramos conscientes de los problemas que
había», admite ella al recordar que al principio usaban velas para
iluminar la casa. «Lo bonito del pueblo es precisamente que sea como
antes. No queremos que se transforme en un sitio falso, aunque sí que tenga
luz. Por eso es especial. A nosotros nos compensa vivir aquí. Es un sitio
precioso y eso no tiene precio», abunda para defender la actual postal que
ofrece una localidad con las calles sin asfaltar para esta pareja dedicada al
sector circense y acostumbrada a recorrer el mundo.
«Amoldarte a vivir con los ciclos de
la naturaleza»
Inés García Candau hace piruetas para mantener con su pareja una
economía familiar basada en los ingresos de la cantina, la agricultura y las
artes plásticas. «Cuando vinimos cayó tal nevada que estuvimos diez días
sin salir de aquí. Estaba precioso», cuenta esta vallisoletana para
remontarse a su asentamiento en la localidad en 2015, ya con la instalación
fotovoltaica en funcionamiento, en la casa que dejó libre otra pareja que se
fue a Galicia. Acostumbrada desde niña a vivir en la ciudad, tuvo que
reelaborar su esquema vital, algo que resume en una frase («aquí tienes
que amoldarte a vivir con los ciclos de la naturaleza») mientras un par de
forasteros entran en la cantina preguntando si pueden comer.
Carracedo de Compludo, en la actualidad.
Carracedo de Compludo, en la actualidad.
Losas con inscripciones en un tejado de Carracedo de Compludo.
Y es que cada fin de
semana en Carracedo de Compludo se funde la población residente con los
oriundos que conservan propiedades y otros que las han adquirido (entre ellos,
dos médicos) y el componente añadido de los visitantes, cada vez más, atraídos
por la difusión de la cascada del Gualtón desde la presencia del televisivo
Jesús Calleja y el impacto de las redes sociales, que se suma a la también
cercana Herrería de Compludo. El atractivo turístico no ha llegado a desbordar
a la localidad, que tampoco podría en las circunstancias actuales aprovechar el
flujo a través de casas de turismo rural. «Para que te dieran una licencia
de turismo rural te exigirían contar con saneamiento», advierte Inés.
El concejal de
Medio Rural del Ayuntamiento de Ponferrada, Iván Alonso (Coalición por
El Bierzo), hace malabares, dice al ser preguntado por ILEÓN, para tratar de
dar respuesta a las necesidades de las 33 localidades con las que cuenta un
municipio de estas características. Alonso asume que hay necesidades
perentorias por cubrir en Carracedo de Compludo. «No puede ser que no
tengan luz», admite para mostrar un compromiso personal que pivota sobre
tres ejes: instalar unas nuevas baterías dimensionadas al incremento de la
demanda, acoplar como complemento hidráulico una turbina aprovechando los
antiguos molinos e implantar una cooperativa energética de autoconsumo
«libre y voluntaria», precisa.
Llevar el tendido eléctrico convencional no resulta viable, asegura el
concejal de Medio Rural de Ponferrada. «Eso es una batalla perdida. Las
empresas no tienen corazón. Ni siquiera están en disposición de poner una
antena para que haya cobertura…», advierte
¿Qué le pediría al
concejal responsable para mejorar la calidad de vida en Carracedo de Compludo?
«Electricidad, saneamiento y cuidado de la carretera», contesta
Morgane Jaudou. Llevar el tendido eléctrico convencional no resulta viable,
asegura Alonso. «Eso es una batalla perdida. Las empresas no tienen
corazón. Ni siquiera están en disposición de poner una antena para que haya
cobertura…», advierte el edil, que lleva desde 2015 al frente de la
cartera municipal de Medio Rural. Dotar a la localidad de saneamiento sería
«complicado». Garantizar el cuidado de la conexión viaria pasaría por
que la Diputación de León incluyera ese tramo asfaltado en su red provincial.
«Y yo creo que eso sucederá en breve. Hasta entonces, ya hemos hecho una
inversión de 18.000 euros para adecentarla», añade para defender un
«esfuerzo titánico» frente al «abandono» de las
administraciones superiores. «Y yo creo», remacha, «que mi deber
es no dejar a la gente tirada en el medio rural».
Carracedo de Compludo, en una imagen antigua, durante la recogida de la hierba en el paraje denominado ‘Prao Santiago’ cuando comenzó la repoblación.
Los componentes de la compañía Maintomano están asentados en Carracedo de Compludo.
Los miembros de la Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural de León Promonumenta están acostumbrados a sortear las carencias que se ceban principalmente con el medio rural de la provincia. Cuando el pasado noviembre fueron a realizar una hacendera a Carracedo de Compludo, se encontraron con una situación inédita. A falta de suministro eléctrico, los vecinos tuvieron que acercarse a Ponferrada a buscar un generador para hacer funcionar el aspirador industrial que llevaba el colectivo para adecentar la iglesia de la localidad. Y pese a que la situación resultó excepcional, el presidente de Promonumenta, Nino Fernández, denuncia un abandono que sí entiende que es general. «No veo por ningún lado que haya una apuesta por el medio rural», sostiene con el agravante en este caso de que el esfuerzo particular por «reconstruir casas respetando la arquitectura tradicional» no haya encontrado respuesta desde la administración.
«No hay que morir de éxito»
Fernández considera que
Carracedo de Compludo paga una doble penitencia: la de no ser Junta Vecinal y
la de no formar parte de un municipio de menos de 20.000 habitantes, los que
pueden beneficiarse de ayudas directas de la Diputación de León. El concejal de
Medio Rural de Ponferrada, que supera los 60.000 habitantes, resta importancia
al hecho de no poder acogerse a subvenciones de la institución provincial al
contraponerlo a las propias posibilidades de su Ayuntamiento. «Una cosa
podría compensarse con la otra», sostiene con la idea, en cualquier caso,
de propiciar un desarrollo sostenible de zonas que se ponen a veces en el
escaparate debido a sus recursos turísticos. «Lo que queremos es que
quienes quieran vivir ahí puedan desarrollar su proyecto de vida», apunta.
«No hay que morir de éxito», repite.
Iglesia de Carracedo de Compludo en la actualidad.
Entrada a Carracedo de Compludo, en la actualidad.
Para Morgane Jaudou y
Marcos Rivas Farpón llegar a Carracedo de Compludo fue fruto de un
«flechazo» primero y de una «necesidad» después.
«Habíamos vivido en sitios como Madrid o Londres que nos ofrecían
oportunidades laborales y experiencias, pero no calidad de vida», advierte
Marcos, orgulloso de haber adaptado su compañía a sus circunstancias vitales.
«Si quisiéramos dar clases, sí tendríamos que trasladarnos a un sitio más
grande», admite tras añadir a las necesidades del pueblo la de crear
«un cinturón antiincendios» para evitar que su situación geográfica
enclavada la convierta en un «polvorín».
«Otros pueblos se
han urbanizado. Pero este es único porque conserva su aspecto auténtico»,
subraya este integrante de Maintomano recordando aquella pirueta del destino
que les trasladó de Londres a Carracedo de Compludo, un pueblo en el que el
pasado y el presente se funden en una imagen casi idéntica. El futuro está en
manos de Amaia, de 9 años, y de Celso, de uno. «Ahora que son niños te
siguen a todas partes. Cuando sean adolescentes igual entran en juego otros
condicionantes. Y luego tendrán que hacer su propia elección de vida y a lo
mejor quieren otras cosas», asume para hacer ver la dificultad de hacer
augurios sobre el devenir de una localidad asentada en un valle que en su día
fue feudo de eremitas, que sufrió la despoblación y donde ahora crece una nueva
generación lejos de las comodidades de otros lugares. Conseguir que Carracedo
de Compludo siga siendo un ejemplo contra la despoblación será el más difícil
todavía.
El PRB clama una solución al alumbrado de Carracedo de Compludo que se pasa
parte de la noche sin luz
Carballo recuerda al Ayuntamiento que ya hace tres meses presentaron un escrito al respecto que está sin contestar /El desgaste de las placas solares provoca el problema
El Partido
Regionalista del Bierzo (PRB) exige al equipo de gobierno del
Ayuntamiento de Ponferrada que se solucione urgentemente el problema que
tienen los habitantes de Carracedo de Compludo, que están la mayor
parte de la noche
sin luz.
Según reclama el concejal portavoz del PRB, Tarsicio Carballo Gallardo, a
iniciativa de los vecinos, se trata de «un problema grave» causado
por el desgaste de las placas solares que nutren de energía el sistema de
alumbrado del pueblo. Eso supone que durante varias horas en la
noche, no exista iluminación y el pueblo se quede a oscuras.
Carballo indica que hace unos tres meses, ya presentaron un escrito al
respecto, «pero aún no se ha hecho absolutamente nada para solucionar esta
grave problema». Por eso insisten en que el Ayuntamiento debe proporcionar
una solución urgente y que este pueblo pueda tener el suministro necesario
durante las 24 horas del día.
‘La Raposera’, en Alija del Infantado: entre el valor rupestre, la desidia y la barbarie
Juan Carlos Campos denuncia que se echa cemento en los petroglifos para hacer un bebedero de animales por segunda vez, en lugar de poner en valor esta zona rupestre
El investigador astorgano Juan Carlos Campos, descubridor de
los petroglifos de la Maragatería y
experto en arte
rupestre en la provincia leonesa, me llama para contarme «La triste historia de un
petroglifo». Y se refiere al tema como la ‘triste historia’ de la estación
de La
Raposera, en Alija
del Infantado, porque además de la desidia de las administraciones públicas para poner
en valor la zona estos restos arqueológicos se enfrentan por segunda vez a la
mano del hombre que, arena, cemento, agua y paleta de por medio, ha convertido
una cazoleta del Paleolítico
Superior o del Neolítico, de unos 10.000 o
12.000 años de historia, en un abrevadero para los animales.
Campos denuncia que seis meses después de que «alguien» colocara unas piedras y
unas paletadas de cemento para hacer un reborde en uno de los petroglifos de la
estación rupestre de ‘La Raposera’ en Alija del Infantado, ni el Ayuntamiento de
Alija ni la Dirección
General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León han actuado de
manera eficaz para garantizar la conservación y preservación de este conjunto
rupestre que puede pasar desapercibido para mucha gente, incluidos los vecinos
de la zona, pero que está incluido en la Carta Arqueológica de la provincia
desde el año 2012.
Y está incluido, precisamente, porque hace una década Ángel Sarmiento reconoció como
posibles petroglifos un panel con cazoletas en Alija. «En el mismo momento que
lo vi por primera vez, supe que se convertiría en una estación rupestre
emblemática de la provincia de León, y subí un pequeño trabajo a mi blog para
dar a conocer este yacimiento, además de mandar un comunicado a Patrimonio»,
explica Campos, insistiendo en que el Servicio Territorial de Cultura está
obligado a velar por su protección y conservación y también a incluir los
petroglifos en la lista de Bienes de Interés Cultural de la provincia.
Estado original de La Raposera, en Alija, hace una década. | CAMPOS
En el libro ‘Grabados
Rupestres de la Provincia de León’, donde está recogida la información e
imágenes sobre los petroglifos de La Raposera «en un lugar preferente, como
corresponde a la importancia de un excelente panel con una agrupación de una
treintena de pequeñas cazoletas asociadas a una cazoleta central mucho más
profunda que las demás», Campos explica que de «esta cazoleta principal sale un
pequeño canal que desagua el agua de lluvia o cualquier otro líquido vertido
sobre el panel a una zona cóncava que actúa como cubeta. Esta composición, más
elaborada de lo normal, destaca sobre la mayoría de los paneles de la
provincia, donde las cazoletas aparecen colocadas sin un orden aparente».
Es una de las razones que en su día llevaron al investigador astorgano a
reclamar la puesta en valor de esta zona sin que nadie hiciera nada. Pasó el
tiempo y en julio de 2018 «comenzó la pesadilla», apunta, mientras recuerda que
este panel resultó afectado gravemente «por una actuación sin sentido». Y es
que alguien construyó un reborde de cemento y piedras en un lateral del panel,
con la intención evidente de crear un abrevadero que pronto se llenó de agua
putrefacta. Tras dar aviso al Servicio Territorial de Cultura, un tiempo después
desaparecieron aquellos «pegotes» de cemento y el lugar recuperó la normalidad,
aunque el Ayuntamiento de Alija seguía dando la espalda al proyecto de puesta
en valor de este paraje.
Pasa el tiempo y en septiembre de 2021 la historia se repite, por eso es
para Campos «la triste historia de La Raposera». Tres años después, alguien ha
vuelto a construir un nuevo reborde de cemento con piedras, con el agravante de
que además de hormigonar el petroglifo convertido en abrevadero «ha excavado en
varios afloramientos de roca cercanos, no se sabe si para buscar tesoros o para
construir nuevos bebederos», cuenta indignado el investigador de Astorga, que se ofreció a dar
una charla en Alija para explicar todos los detalles.
Nueva denuncia ante Patrimonio y más pasividad y desidia de las
administraciones ante un tema «que tal vez estén esperando que se resuelva
solo», apunta Campos, con la indignación de saber que «la estación arqueológica
sigue abandonada a su suerte, con los afloramientos de roca excavados y, lo más
sangrante, con el panel de cazoletas reconvertido otra vez en un bebedero»,
mientras hay personas dispuestas a dar a conocer el valor de este paraje y con
intención de hacer de La Raposera un lugar donde conocer «el rico patrimonio
rupestre que tiene Alija» y del que no gozan otros lugares que luchan por
defender su historia.
EXTRACTOS DEL TEXTO DE HISPANIA NOSTRA EN EL EXPEDIENTE DE INCLUSIÓN DE LOS CORTINES DE FONFRÍA EN LA LISTA ROJA
Estado de conservación:
Los mejor conservados tienen algunas partes del muro caídas, y parte de las losas salientes que coronaban las cubiertas han desaparecido. Salvo una puerta, las demás que están en pie tienen riesgo extremo de derrumbe. Hay tres muros imponentes con grietas, abombamientos o pérdida de piedras en la base que amenazan con el colapso a corto plazo, hecho que significaría el derrumbe de unos siete metros de largo por hasta cuatro de alto. De dieciséis colmenares, cuatro tienen al menos un 90% de su estructura en pie, siete de ellos tienen sobre el 60% en pie y los cinco restantes tienen entre un 40 y un 20% en pie.
Razones de inclusión en la Lista Roja:
Su situación de colapso es inminente y se pretrende evitar que lo que aún está en pie se caiga, ya que es un lugar excepcional.
Denuncian ante la Fiscalía de Ponferrada la falta de protección de los
cortines de Fonfría
Aseguran que la Junta no aporta un informe razonado que justifique el rechazo a tramitar la solicitud BIC para el conjunto
Una denuncia
presentada ante la Fiscalía de Ponferrada reclama aclarar el supuesto incumplimiento
por parte de la Dirección General de Patrimionio en su deber de
proteger los antiguos colmenares de piedra de la localidad berciana de Fonfría,
más conocidos como cortines. Estas estructuras con muros de hasta cuatro metros
de altura fueron descubiertas entre la maleza por un vecino de la zona en mayo
del año pasado. En total, el conjunto de Fonfría está integrado por 17
colmenares, cuyo origen podría remontarse al siglo XVIII.
El vecino de la localidad que en mayo del año pasado cursó la solicitud para
que los cortines
recibieran la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) explica que al no
haber recibido respuesta a su petición en el plazo de seis meses, ésta se
entiende como desestimada. Sin embargo, casi cuatro meses después de cumplirse
ese plazo, denuncia que todavía no ha recibido noticias sobre los motivos de de
la desestimación. “No hay informe que se pueda rebatir y por tanto deja en un
limbo de indefensión a los cortines de Fonfría y pone en peligro su
conservación”, advierte.
Al respecto, el Reglamento
para la Protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León establece en su
artículo 40 que cuando se deniega la incoación de un expediente de declaración
BIC, la decisión motivada debe notificarse a los solicitantes para que éstos
puedan interponer un recurso de alzada si así lo desean. “Actúan de una forma
que te deja sin posibilidad de defenderte”, apuntó el responsable de la
solicitud, que defiende que cualquier ciudadano que vea en peligro restos
arqueológicos debe ejercer su derecho a comunicarlo a las administraciones.
En la misma línea, insistió en que esta actuación podría poner en peligro la
conservación de un bien cultural “único en el mundo” y lamentó la “falta de
implicación de los políticos locales”, a excepción del líder del Partido Regionalista
del Bierzo (PRB), Tarsicio Carballo, en la protección de un conjunto
que forma parte desde el pasado mes de octubre de la Carta Arqueologica de la provincia
como bien del patrimonio etnográfico. “Esto no lo hay en ninguna otra parte del
mundo”, reiteró el impulsor de la solicitud BIC, que recordó que los bienes
patrimoniales reciben protección provisional durante la tramitación de un
expediente de este tipo, un plazo que puede alargarse hasta los dos años.
DE LAQ LISTA ROJA:
Estado de
conservación:
Los mejor conservados tienen algunas partes del muro caídas, y parte de las
losas salientes que coronaban las cubiertas han desaparecido. Salvo una puerta,
las demás que están en pie tienen riesgo extremo de derrumbe. Hay tres muros
imponentes con grietas, abombamientos o pérdida de piedras en la base que
amenazan con el colapso a corto plazo, hecho que significaría el derrumbe de
unos siete metros de largo por hasta cuatro de alto. De dieciséis colmenares,
cuatro tienen al menos un 90% de su estructura en pie, siete de ellos tienen
sobre el 60% en pie y los cinco restantes tienen entre un 40 y un 20% en pie.
Razones de
inclusión en la Lista Roja:
Su situación de colapso es inminente y se pretrende evitar que lo que aún
está en pie se caiga, ya que es un lugar excepcional.