DIARIO DE LEÓN 26-12-2024
El patrimonio en ruinas de León suma 57
Parroquia de San Justo de los Oteros. HISPANIA NOSTRA
León
Actualizado: 26.12.2024 | 12:56
La ‘lista de la vergüenza’ no ha parado de crecer en 2024. A lo largo del año cuatro enclaves leoneses ingresaron en la Lista Roja del Patrimonio en riesgo de ruina o extinción. Los nuevos ‘socios’ son el puente de Villafer (se sumó el 23 de octubre); la parroquia de San Salvador en San Justo de los Oteros (14 de junio); los 13 pozos megalíticos de Colinas, en Benllera (25 de abril); y la estación de ferrocarril de Matarrosa del Sil (27 de marzo).
León encabeza desde hace años el inventario de monumentos que podrían desaparecer si no son restaurados. Y lo peor es que algunos llevan décadas agonizando, sin que ninguna administración se decida a salvarlos. En la lista hay de todo, desde castillos a iglesias, patrimonio industrial, yacimientos arqueológicos, fortificaciones romanas, palacios, puentes, cuevas, ermitas… El 2023 la Lista Roja añadió tres enclaves leoneses: el castillo de Alba, la ermita de Santa Marina, en Celada de la Vega, y la Térmica Compostilla II. Pero uno de los peores ejercicios fue 2022, año en el que ingresaron siete.
Patrimonio ‘en llamas’
En la provincia 57 monumentos y enclaves históricos esperan una restauración que los salve de perecer. La iglesia de San Juan de Montealegre pasó más de una década en la Lista Roja, hasta que hace tres años logró el indulto. Hispania Nostra también auspicia colectas para salvar edificios en riesgo. Este año apadrinó una campaña muy original a favor de la ermita del siglo XVII en Bercianos del Páramo que necesitaba 18.000 euros para restaurar la cubierta. Las nuevas tejas llevan el nombre de los mecenas que aportaron dinero para salvar el edificio.
La asociación Promonumenta se ha convertido en guardiana del patrimonio leonés. A principios de año se propuso un ambicioso plan de trabajo para liberar de maleza la ermita de Azares del Páramo y el pueblo ‘fantasma’ de Santibáñez de Montes; mantener la lucha contra un carril-bici por los canales romanos de Las Médulas e intentar sacar del ‘limbo’ el castillo de Cea y el monasterio de San Esteban de Nogales. La suerte de estos dos últimos monumentos está a merced de unos dueños que «ni hacen ni dejan hacer», según el presidente de Promonumenta, Marcelino Fernández. Dos monumentos que, por ser de múltiples propietarios, no han podido beneficiarse de las subvenciones del Plan Restaura de la Diputación, destinado a ayuntamientos y juntas vecinales panara rescatar su Patrimonio en peligro. Gracias al empeño de Promonumenta ambos edificios históricos, que llevan más de una década en la Lista Roja de Hispania Nostra, siguen en pie de momento.
Dieciséis monumentos leoneses se han salvado de la quema desde que se creó la Lista Roja de Hispania Nostra en 2007. Sobre ellos pendía la espada de Damocles de la ruina. Únicamente hay dos escapatorias de la Lista Roja: ingresar en la Lista Verde —donde aparecen ahora estos dieciséis edificios históricos— o caer en la Lista Negra, el cementerio de los monumentos perdidos para siempre, donde, de momento, no hay ninguno de esta provincia.
Los indultados
El castillo de los Quiñones, en Villanueva de Jamuz, fue el primer indultado, en 2009. Un año después le llegaría la salvación al Palacio del Conde Luna, tras una larga rehabilitación que comenzó en 2004 y costó cinco millones de euros. En 2013 la pequeña ermita de San Antonio Abad, en Villalquite, pasaba a la Lista Verde y, al año siguiente, seguían sus pasos el castillo de Sarracín y los canales romanos de la Cabrera, una red de 600 kilómetros dentro del complejo entramado hidráulico diseñado para extraer oro de Las Médulas. También en 2014 la iglesia de San Lorenzo de Sahagún quedaba a salvo en la Lista Verde.
El monasterio de San Pedro de Montes, en pleno corazón de la tebaida berciana —a 15 kilómetros de Peñalba de Santiago—, abandonó la Lista Roja en 2016 y dos años más tarde recibió como recompensa el Premio de Arquitectura de Castilla y León, en la categoría de mejor restauración. En 2020 la muralla medieval de Almanza lograba dar el salto a la Lista Verde, al igual que el castillo-fortaleza de los marqueses de Prado, en Renedo de Valdetuéjar. El castillo de Laguna de Negrillos estuvo trece largos años en la Lista Roja del Patrimonio, hasta que una subvención de la Diputación permitió consolidar esta fortaleza del siglo XIII. Propiedad de la familia de Suero de Quiñones, en 2021 logró el ‘perdón’ de Hispania Nostra.
Fue un año de esplendor para el patrimonio leonés, porque dejaron la Lista Roja, igualmente, la preceptoría de Lois, las Cuevas Menudas —a muy poca distancia del yacimiento de Lancia—, el Castro Peña del Hombre, los monasterios de San Juan de Montealegre y Sandoval —cuya titular es la Junta de Castilla y León— y la iglesia de San Julián y Santa Basilisa, incluida en la Ruta de los retablos renacentistas. El caso de esta iglesia es excepcional. Fue el empeño de los vecinos de esta pequeña localidad de la comarca del Cea, lo que permitió rescatar el retablo de su iglesia, uno de los primeros ejemplos del Renacimiento español, obra de varios autores, algunos de primera magnitud.
Todavía quedan 57 monumentos en la Lista Roja que es preciso rescatar a tiempo. No son los únicos; todavía hay mucho patrimonio en riesgo que ni siquiera figura en este catálogo.
Puente de Villafañe FERNANDO OTERO
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Estación de ferrocarril de Matarrosa del Sil.