LA NUEVA CRÓNICA 5-7-2023
Carpintería de lo Blanco, el infinito sobre nuestras cabezass
LNC VERANOIR
ALos componentes del proyecto con Enrique Nueve al frente.
Carpintería de lo Blanco, el infinito sobre nuestras cabezas
GUARDIANES DEL PATRIMONIO Estructura, geometría, ornamento
Es traspasar la puerta y entrar en otra dimensión, como una sensación, un asombro y un empezar a descifrar el laberíntico universo de madera sobre tu cabeza. Los miles de listones perfectamente ensamblados sin un solo clavo son a la vez geometría, estructura y ornamento, unas veces policromados con pan de oro, otras con la madera en crudo, fueron pensados y ejecutados siglos atrás siguiendo una ‘muestra’, patrón o dibujo previo que se repite adaptándose a las dimensiones del lugar. Se trata de la Carpintería de lo Blanco o Armadura de Lazo, por su materia prima de madera de pino tan clara y por el enlazado entre estructuras que será en efecto el conjunto de la techumbre.
Como elemento constructivo y artístico es un legado único en el mundo, habida
cuenta de su inicial influencia germana, desarrollado en sistema gremial por
carpinteros cristianos muy especializados que se movían de manera itinerante
para realizar los encargos por toda nuestra geografía.
España tiene la fortuna de albergar aún muchos ejemplos de este singular
patrimonio cultural, etnológico e histórico, ligado en buena medida a las
yeserías del arte islámico asentado en la Península pero desarrollado y
ejecutado por carpinteros leoneses, castellanos, de reinos cristianos. Ya desde
el siglo VII se tiene constancia de estructuras realizadas por este complejo
sistema de cartabones de albanécar que da lugar a desarrollos de ruedas de
varios brazos que encajan unas con otras gracias a la gran versatilidad de la
geometría, adaptándose a las diferentes inclinaciones y planos que requieran
las cubiertas de los edificios. En sus fases más avanzadas llegan incluso a
desarrollar cúpulas de media naranja, de Bolsor, en un alarde técnico reservado
solo para unos pocos ‘geométricos’, el más alto escalafón al que podían
aspirar, mediante examen, los carpinteros especialistas de este gremio. El
Domus, nuevo volumen geométrico generado por plantillas de simetría polar, se
consigue por combinaciones de rueda de lazo no posibles en plano, pero sí en
esfera. Muestra de ello es la cúpula del Salón de los Reales Alcázares de Sevilla, la más importante, o
la de la Alhambra, hoy en el Museo
Pérgamo en Berlín.
La armadura de la Iglesia de Santa Colomba de la Vega.
Como si de una película se tratara, llega hasta nuestros tiempos el ‘Breve compendio de la
Carpintería de lo Blanco’ del arquitecto y tratadista Diego López de
Arenas, publicado en Sevilla en 1633. A finales del siglo XX la
filántropa Natividad
Gómez-Moreno le da una copia al arquitecto Enrique Nuere Mataúco, varias veces premio
Europa Nostra y miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, el
cual, a través de una cita de Antonio Prieto y Vives, y de un microfilm con el
manuscrito llegado desde una Universidad de Tejas-Estados Unidos por un
estudiante, consigue descifrar tal estudio llegado del pasado. Comienza así una
larga labor de investigación y recuperación de estas joyas que se encontraban
en el más absoluto olvido, llegando incluso a tapiarse con cúpulas de yeso en
época renacentista. Lo que no se miraba por estar en la oscuridad bajo capas de
humo pasa a constituir un ‘nuevo’ elemento del patrimonio a tener muy en cuenta
por su altísimo valor testimonial, artístico, constructivo y de desarrollo
geométrico.
León posee varios de los más hermosos ejemplos de armaduras de lazo,
diseminados sobre todo por la zona sur occidental del territorio. Una novedosa
ruta pone en relación 13 enclaves desde Félix de la Vega, pasando de norte a
sur por Riego de la Vega, Santa Colomba de la Vega, La Bañeza, Azares del
Páramo, Valcabado de Páramo, Grajal de la Ribera, Saludes de Castroponce, Alija
del Infantado, Lordemanos, Santa Colomba de las Caravias y Villanueva de
Azoague.
El caso de Valcabado del Páramo es guión para otra historia de voluntades: David Fernández Cuesta, hoy ingeniero
aeronáutico de 23 años, iba a misa con su familia a los 14, y como buen
observador se daba cuenta del grave deterioro de la techumbre. «Es imposible»
era la respuesta que obtenía cuando reclamaba su restauración, por lo que
escribió a la prensa por su cuenta y riesgo, y ésta le contestó. Se inicia así
una cadena de colaboraciones –que llegó a desbordarle– con Roberto Carro, secretario de la
Junta Vecinal, realizando actividades para recaudar fondos, intervenciones en
TV, Junta de Castilla y León, Obispado, Diputación y cooperación de Hispania
Nostra. Hoy día el Proyecto Mecenazgo Mudéjar 956 es una realidad que ha sido
reconocida con el Premio Concejo al Patrimonio. Igualmente la colaboración
ciudadana ha tenido un importante eco en el caso de Villamayor de Campos, cuya
Iglesia, con problemas estructurales, fue cedida por el Obispado al
Ayuntamiento y éste a su vez se la traspasa a la Asociación Amigos de San
Esteban, que crea el Centro de Interpretación de la Carpintería de lo Blanco,
con una exposición permanente técnica visitable al público. La dinamización del
patrimonio de las Armaduras de Lazo pasa por formar guías turísticos, recabar
más mecenazgos de empresas o ciudadanos, mantener el apoyo institucional (Ayuntamientos,
Comunidad Autónoma, Diputación, Comunidad Europea) ejemplo de ello José Luis del Riego, concejal de Cultura
de la Bañeza, continuar con los cursos del Centro de los Oficios de León y los
de verano de la Uned.
A lo largo de este valiosísimo camino de estrellas, que se abre ante nuestros
ojos como una armoniosa bóveda celeste, los racimos de mocárabes, las puntas de
diamante, las ruedas de 9 o 12 brazos o los artesones componen imágenes de gran
fuerza simbólica del universo, tal y como se pretendía y concebía en la época.
La tintineante luz de las velas que iluminaba las iglesias aumentaba el efecto
del infinito estrellado sobre las cabezas de los fieles.
León, Toledo y toda la zona castellana exportó grupos de carpinteros a modo de
pago o compensación a Al Andalus para que elaboraran las techumbres de la
Alhambra.
Dibujo de Javier de Mingo.
Destaca por tamaño,
policromía y complejidad la armadura de Santa Colomba de la Vega, semioctógono
regular con ruedas de 12 y de 9, de lazo ataujerado, estrellas y composiciones
ornamentales casi indescifrables a base de triángulos equiláteros. En el almizate,
único plano horizontal donde confluyen los paños, se disponen racimos de
mocárabes como elementos característicos de las armaduras de cubierta. Hay que
tener en cuenta el verdadero interés que supone el hecho de que los elementos
estructurales y la decoración geométrica componen el mismo conjunto, es decir,
que el propio diseño constructivo, la estructura, está diseñada para ser vista
desde abajo ya como un todo ornamental.
Agustín
Castellanos y Ricardo Cambas, profesores del Centro de los Oficios
de León, han seguido con las labores de estudio constructivo y formación desde
hace 20 años, por las que han sido galardonados con el premio Richard H.
Driehause a las Artes de Construcción. A través del curso de verano que la Uned
dedicó a esta disciplina artística, por iniciativa de Francisco Balado, conjuntamente
con Angel
María Martín, director técnico del Centro de Interpretación de la Carpintería Mudéjar
Abulense, pudieron expresar el procedimiento geométrico para llegar a tal
complejidad a partir de un par de sencillos cartabones extraídos por sistemas
de bisectrices. La hábil utilización de sus ángulos va recortando los listones
de madera siguiendo un diseño o ‘muestra’ preestablecido, por paños, en el
suelo, hasta que en un momento dado todo se va ensamblando sin colas ni clavos
en las alturas componiendo un cielo estrellado de un virtuosismo técnico
difícil de imaginar. Éste era además el techo de la edificación, sobre el que
se ponen directamente las tejas.
Javier
de Mingo, arquitecto colaborador del ‘Maestro’ Enrique Nuere, introdujo en sus
ponencias la importancia de este hecho conjuntivo, donde el resultado visual,
simbólico y artístico es a la par la solución geométrica a un problema
constructivo, consiguiendo de ese modo la estructura de la techumbre realizada
con medios cercanos y sostenibles.
Obras como las de la Iglesia de Villamayor o Alija del Infantado (con pinjantes
similares al artesonado de la Sala Capitular de San Marcos) así lo muestran,
así como la policromada instalada en el Parador de Benavente. La regularidad
continúa incluso en paños diferentes con perspectivas distintas.
Finalmente, el Director del Curso ‘Universos de Madera’ de la Uned, el
historiador Antonio
Perla, profundizaba en el erróneo concepto de Mudéjar, argumentando que la
Historia no está compartimentada entre islámicos y cristianos, que no se
reconquista lo que no se ha perdido y que el lenguaje artístico tiene una
continuidad entre la producción de las diferentes culturas, una mutua mirada e
inspiración.
Marina Sánchez es la delegada en León de la asociación Hispania
Nostra.
Guardianes del patrimonioMarina Sánchez