LA NUEVA CRÓNICA 7-12-2022
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La fiebre del oro llega a la Maragatería
Imagen de archivo de oro. | C.N.
COMARCAS Una filial panameña podría recibir en el primer semestre de 2023 el permiso de investigación para buscar el metal precioso.
Andalucía Mining S.A. filial de una multinacional panameña, podría recibir en el primer semestre de 2023 el permiso de investigación para buscar minerales en la Maragatería, entre ellos oro. Se trata de un proyecto, denominado ‘Corona’, que podría hacer catas durante los tres próximos años en un área comprendida entre los municipios de Lucillo, Luyego y Castrillo de la Valduerna. Se trata de un permiso de investigación por un tiempo de tres años, pero con posibilidad de prorrogarse hasta en dos ocasiones por el mismo periodo. Es decir, que los sondeos podrían extenderse incluso por nueve años, con el fin de constatar si existe algún tipo de mineral, y en cantidades suficientes, que merezca la pena su explotación posterior.
PUBLI
A día de hoy, la firma centroamericana
prevé invertir alrededor de 1,5 millones de euros en los trabajos de
investigación en estos tres años y «como mínimo» la contratación de
17 personas para estas labores. Fue este mismo año cuando la Delegación
Territorial de la Junta en León admitió «definitivamente» la
solicitud del derecho minero de este proyecto, tras casi doce años de trámites.
En todo caso, el derecho de investigación «no confiere» el de explotación,
el cual la empresa habrá de solicitar después de sus investigaciones y sus
análisis sobre el terreno. Sin embargo, este documento ya le permitirá
desarrollar sondeos, calicatas, geofísica, geoquímica y diferentes tipos de
investigación que pondrán de manifiesto la viabilidad de esa explotación
minera.
La investigación contemplaría la definición de una cartografía geológica
específica que determinará las características litológicas, estructurales y
tectónicas de los materiales aflorantes dentro de la superficie. También se
establecerán «zonas útiles y más fácilmente explotables a nivel
técnico», número, posición geométrica, extensión, potencia explorable,
etc., que permitirán precisar las reservas existentes, posibilidad de
explotación y diseño de la misma. Igualmente, se observará «de manera
inequívoca» la calidad y características físico-Químicas, grado de
alterabilidad, ley del mineral, condiciones mineralógicas y metalurgia.
Si como resultado de las catas se hallara oro o algún otro metal interesante,
ya se pasaría a solicitar la licencia de explotación a la Administración
autonómica. A raíz de esa solicitud, el siguiente paso sería la declaración de
impacto ambiental.
Para llegar a este punto, los técnicos de Andalucía Mining realizaron diversas
investigaciones previas a nivel de oficina que se basaban en explotaciones
romanas de oro existentes y en un trabajo previo de recopilación de información
geológico-minera en los tres términos municipales para conocer con la mayor
precisión posible la distribución de los yacimientos y las reservas de oro y
metales pesados existentes en la zona. La última fase, en caso de que
finalmente obtuvieran la licencia para la explotación, sería, el plan de
restauración, obligatorio para devolver el terreno a lo más semejante a su
estado original.
MEDIOS NECESARIOS
El proyecto para solicitud de permiso de investigación prevé la contratación,
«como mínimo», de 17 personas: un director de proyecto (ingeniero de
Minas), un subdirector (licenciado en Ciencias Geológicas), un ingeniero técnico
de Minas, un geólogo de campo, un topógrafo, un ayudante, dos sondistas, un
conductor, dos retristas (operadores de máquinas), cuatro peones, un
administrativo y un informático. Si fuera necesario recuperar labores mineras
subterráneas antiguas, añade el proyecto, se contratarían empresas
especializadas, “elegidas de entre todas las existentes en la cercana cuenca
minera del Bierzo”.
En cuanto a la maquinaria será, en principio, subcontratada para realizar las
labores de investigación. Se trata, al menos, de cuatro vehículos todoterreno,
dos retroexcavadoras, una máquina de sondeos para recuperación de testigo
continuo y cuchara, equipos de topografía, un camión bañera y una planta
piloto.
Por último, el documento sostiene que se encargará a empresas de servicios los
ensayos de materiales y de maquinaria. Los análisis de todas las muestras que
se consideren necesarios los realizarán el Instituto Geológico
Minero de España (IGME) y las universidades de Oviedo y Salamanca, los
cuales realizarán también los estudios petrográficos y mineralógicos.