Unanimidad para pedir que León sea Patrimonio de la Humanidad
POLÍTICA La iniciativa de Vox recibió en las
Cortes el apoyo de todos los grupos políticos, aunque el PSOE advirtió que
estarán «vigilantes»
Los grupos de las Cortes de Castilla y León aparcaron este miércoles
«la ideología» y las diferencias y se unieron para respaldar por
unanimidad que los principales monumentos de la ciudad de León y los ‘Pendones
Concejiles’ inicien el camino para contar con el reconocimiento de Patrimonio de la
Humanidad de la Unesco. La primera iniciativa presentada y defendida por Vox en el
pleno pretende, en esta nueva legislatura, es impulsar el reconocimiento de la
Catedral gótica, la Real Colegiata Basílica de San Isidoro, el antiguo convento
de San Marcos, las murallas de León y el edificio Botines de Gaudí como
Patrimonio de la Humanidad, lo mismo que para la tradición de los pendones del
antiguo Reino de León como bien cultural de carácter inmaterial.
En la defensa de la PNL, el procurador Miguel Suárez apeló a todos
los procuradores a apoyar el cuidado y la protección del patrimonio con
ejemplos de lo que representa cada uno de los monumentos leoneses para ser
Patrimonio de la Humanidad y el paralelismo con otras del resto de provincias
de la Comunidad. «Hoy defendemos León, la historia de León está en sus
edificios», argumentó el procurador en un alegato en favor del patrimonio
leonés.
El procurador socialista Diego Moreno se preguntó por
el retraso de la Junta en iniciar los trámites para el reconocimiento
solicitado en la PNL para los monumentos leoneses, de los que hizo
«gala», pero sostuvo que el patrimonio no es propio y «se debe abrir
al mundo entero». Así, aseguraron que su formación permanecerá
«vigilante».
Gavilanes,
del PP, terminó su intervención con el himno de León y Santos, de UPL, puso en
valor esta iniciativa de VoxEl popular Ricardo Gavilanes, que calificó la
presentación de la PNL como una «guía turística» de la ciudad y
provincia, argumentó que el Camino de Santiago ya recoge una protección para
estos monumentos y lamentó los escasos fondos para León en comparación con los
dados a Barcelona. El representante del PP terminó su intervención con las
primeras estrofas del himno de León.
Por su parte, el portavoz de UPL, Luis Mariano Santos, manifestó que el
proceso para la declaración es complicado y no es nuevo, pues añadió que se
repiten «caminos ya iniciados», si bien si consideró que es un
«sello e impulso turístico». «Por supuesto, vamos a apoyar lo
que planean», expresó el leonesista poniendo en valor la medida.
El procurador de Ciudadanos, Francisco Igea, anunció el voto a
favor de la propuesta, pero afeó a Vox que con las urgencias que propugnan de
«acabar con el comunismo», con una comunidad «liberticida»
o su lema de ‘Siembra’ la primera iniciativa sea esta. Por ello, el
representante de la formación naranja interpretó que la petición para la ciudad
de León busca desviar la atención del «bochorno» de los últimos días.
Jesús Calleja aterriza en el
Bierzo con un nuevo ‘Volando voy’ el próximo miércoles
«Soy el hombre más feliz del
mundo», se oye decir al presentador de televisión leonés sobrevolando
partes de la comarca berciana.
‘Volando voy’ de Jesús Calleja dedicado al Bierzo.
ileon.com | 02/06/2022 – 13:56h.
Los canales romanos de Las Médulas,
Villar de los Barrios y Molinaseca serán algunos de los atractivos de una nueva
entrega de ‘Volando voy’, el programa del leonés Jesús Calleja, que llegará a
las pantallas de Cuatro el próximo miércoles 8 de junio a las 22.45 horas.
El espacio sobrevolará
espectaculares rincones de municipios bercianos como Ponferrada y Molinaseca
haciendo parada en localidades como San Adrián de Valdueza o Espinoso de
Compludo en una entrega dedicada a la comarca berciana.
Calleja estará acompañado por
personas de la zona. «Además de recorrer su rica naturaleza y descubrir
parajes idílicos, se pondrán como reto hacer una senda a lo largo de la
historia», explican desde la cadena.
Víctor Ferrero soñaba
León como un lugar cultural. Y lo hacía rescatando los valores que
justificarían tal condición. Su gran obra maestra es toda su trayectoria, pero
con hitos tales como ser el fundador de Promonumenta o la Coral Gregoriana del
Císter de Sandoval, además de velar por la recuperación de puntos concretos de
la provincia en donde la Historia dejó su huella. Ahora llega un tiempo de
reivindicar la suya. Estas dos entidades son de hecho las impulsoras del gran
homenaje que este fin de semana se le rinde. Que además tienen continuidad con
una petición: una calle en León que sirva para recordar su labor.
Así, este domingo
comienza el recuerdo, el oficial, porque el diario y cotidiano de sus
compañeros y amigos es continuo desde que Víctor Ferrero falleciera el 12 de
noviembre de 2020 tras una fulminante enfermedad. El programa previsto para el
domingo es la inauguración de un monolito en su memoria en Santa María de
Sandoval.
A las 12.30 horas,
tendrá lugar la salida del Monasterio de la coral gregoriana cantando el Lauda
Jerusalén. Posteriormente, los promotores del monolito intervendrán para
luego pasar a la interpretación de la canción Adios Hermano. Ya a
las a las 13.15 horas, el canto de Oficio de Vísperas por la
Coral Gregoriana desde el coro abacial como ya es obligado los primeros
domingos de mes de los meses de verano será otra de las actividades. Que se
completarán con una visita guiada al Monasterio.
«Desde que falleciera
Víctor en el otoño de 2020, tanto la Coral Gregoriana del Císter de Sandoval
como Promonumenta se tomaron la obligación de erigir un monumento a este leonés
que luchó por la restauración de nuestro Patrimonio tanto material
arquitectónico como inmaterial de esta provincia Leonesa. Para amar nuestra
historia, primero es necesario conocerla, y Víctor puso todo su empeño tanto
con su función didáctica como después con el compromiso en redescubrir
vestigios y lugares que fueron hitos de nuestra Historia, restaurarlos,
consolidarlos y adecentarlos. Aún tuvo tiempo para intentar dar utilidad a
estos lugares, luchando contra la incomprensión y a veces indolencia de los
poderes públicos», recuerdan los promotores de este gran homenaje en una
completa exposición de motivos.
Y dan pie a una larga
lista de logros a cargo de Ferrero. Así, es un mérito unánimemente reconocido,
entre otros, sacar del olvido el antiguo Monasterio Cisterciense de Santa María
de Sandoval, implicar a organismos competentes en su restauración y
consolidación y proponerlo como lugar de interpretación del Camino de Santiago.
También destaca el
hecho de fundar la Asociación Promonumenta, dedicada al estudio, divulgación y
mantenimiento del Patrimonio Leonés, tanto monumentos civiles y religiosos como
de los Vestigios y Canales Romanos que confluyen en Las Médulas.
En esta misma línea,
Ferrero funda la Asociación Coral del Cister de Sandoval para la promoción del
Canto Gregoriano y llevar este canto tanto a actos religiosos como a conciertos
por toda la provincia. Mención aparte el Canto de Vísperas en
los meses de verano en el citado Monasterio. Y como complemento a esta
iniciativa, Ferrero mostró una decidida implicación en la restauración del Coro
del Monasterio de Santa María de Sandoval, felizmente llevada a cabo y donde la
coral rememora a los monjes que un día ocuparon sus sitiales cantando el
citado Oficio de Vísperas.
Crear y presidir la
revista Promonumenta con 16 números publicados hasta el
momento y escribir artículos especializados sobre Patrimonio Cultural e
Histórico de León, ser presidente de la Venatoria, Sociedad Deportiva y
Cultural de León, y llevar a cabo una gran labor como conferenciante sobre
temas leoneses en diferentes foros y acompañando a grupos y alumnos de la
Universidad de la Experiencia en visitas culturales tanto en rutas a lugares monumentales
leoneses antiguos como al Románico Palentino son otros valores a remarcar en la
trayectoria de Ferrero en sus 76 años de vida.
Esta actividad sociocultural también se manifestó en la fundación y
participación en la directiva de asociaciones de todo tipo: sntiguos alumnos de
maristas, en la organización no gubernamental Ayuda a la Infancia en
Hispanoamérica Alin, en Sofcaple, o colaboración con unidades militares.
En los Montes de León,
donde el Bierzo se enreda en La Cepeda, entre la maleza y los arbustos, sobre
los restos de un antiguo cielo abierto de carbón, sobresalen las piedras de un
pueblo que no existe. Es un pueblo fantasma, como la Comala de Pedro
Páramo o la Anielle, de La Lluvia amarilla.
Es una aldea borrada
del mapa. Un pueblo abandonado. Un caserío de piedra convertido en establo en
los años noventa. Dinamitado después por Antracitas de Brañuelas, la empresa
minera que explotaba el filón de carbón sobre el que se asentaban las casas para
extender el yacimiento a cielo abierto. Una localidad que expiró un día de
abril de 2010, cuando el Pleno de Torre del Bierzo aprobó su disolución como
entidad legal.
Por eso Santibáñez de
Montes es un lugar que solo existe en la memoria. En el recuerdo de sus
antiguos pobladores, más allá de los muros caídos que todavía se aprecian en
medio de la montaña.
Hay noticia de su
existencia en el diccionario geográfico de España que Pascual Madoz redactó a
mediados del siglo XIX. Y ya entonces la describía como una localidad situada
en un terreno llano en la montaña, a cuatrocientas varas del camino de Astorga
a León. Sus habitantes producían granos, legumbres, lino y criaban ganado en
los pastos. Tenía veinticuatro casas, veinticinco vecinos y ciento dos almas, buenas
aguas potables, un clima bastante sano y una iglesia parroquial dedicada a San
Juan Evangelista.
Esta iglesia es la
ruina que mejor se ha conservado después de las voladuras de los años noventa.
Y los vecinos de la vecina pedanía de Santa Marina de Torre se preocuparon hace
unos años de salvar el arco del templo y algunas piedras ornamentales, ante el
evidente deterioro del templo. En el cementerio reposan además los restos de un
par de difuntos, antiguos pobladores, que murieron recientemente. Aunque el
pueblo ya no exista legalmente.
Este fin de semana sonaron las motosierras, las desbrozadoras, el aliento
de los voluntarios de Promonumenta y de los vecinos de la zona que están
empeñados en recuperar la memoria de Santibáñez haciéndolo parada de una ruta
circular de senderismo. La memoria, la emoción, el arraigo, el aliento de los
voluntarios, han podido finalmente con las voladuras del carbón.
Conservación y puesta en valor de los restos hallados en la muralla
PATRIMONIO CULTURAL Patrimonio solicita al Ayuntamiento
de León una propuesta de integración en el proyecto de los restos arqueológicos
excavados en la calle Carreras
La Comisión
Territorial de Patrimonio Cultural, celebrada de manera presencial en el
Ayuntamiento de Posada
de Valdeón, y presidida por la delegada territorial, Ester Muñoz, ha acordado no
autorizar la propuesta del Ayuntamiento de León en el área afectada por la
excavación de la muralla romana en la calle Carreras. Deberá presentar una
propuesta de integración en el proyecto de los restos arqueológicos excavados
que permitan su conservación, exhibición, recreación y puesta en valor, ya que
presentan tramos que forman parte del monumento, pudiéndose continuar con el
resto de la obra que no afecta a dichos hallazgos.
«La Comisión ha acordado, primero, que se puedan continuar las obras en todo
aquello que no afecta a los restos arqueológicos encontrados y que forman parte
del monumento, y por tanto un bien protegido, y por otro lado, lo que sí se
deniega es la autorización del proyecto que había enviado el Ayuntamiento de
León antes de ver qué restos se habían encontrado, es decir, se solicita al
Ayuntamiento que se haga un nuevo proyecto en el que a estos restos
arqueológicos se les permita su conservación, exhibición, recreación y puesta
en valor, porque son parte del monumento y por lo tanto tienen que ser
altamente protegidos», ha explicado la delegada territorial.
Horreo en Valdeón
Además, la Comisión ha autorizado también los trabajos de musealización de
la necrópolis de la Ermita de San Juan en el Centro de Interpretación y
Recepción de Visitantes del Parque Nacional de los Picos de Europa en Posada de
Valdeón.
También ha dado luz verde a la colocación de un monolito en memoria de Víctor Manuel Ferrero en el entorno
del Monasterio
de Santa María de Sandoval, en el término municipal de Mansilla Mayor.
Patrimonio ha informado favorablemente del proyecto básico de restauración,
consolidación y puesta en valor del tramo 4 de la muralla de Almanza,
informando al Ayuntamiento que las obras que puedan afectar a bienes protegidos
deben ser sometidas a autorización de la Comisión para establecer las
condiciones de la ejecución.
Por último, se ha autorizado la intervención arqueológica asociada a la
ejecución del proyecto de restauración de los paramentos de la barbacana y
muralla almenada de los lados este y norte del Castillo de Valencia
de Don Juan, siendo estos trabajos supervisados por el Arqueólogo del Servicio
Territorial de Cultura y Turismo de León, e informando de que cualquier
hallazgo que pudiera producirse deberá ser entregado al Museo de León.
Visitando uno de los
hórreos de la zona.
Por último, el alcalde
del municipio, Tomás
Alonso Casares, en el turno de ruegos y preguntas ha puesto sobre la mesa la necesidad de
conservar los hórreos de la zona. En total existen 85, pero una treintena de
ellos se encuentran muy deteriorados por lo que se ha acordado que los técnicos
del servicio territorial de Cultura elaboren un informe sobre el estado de cada
uno, que posteriormente se traslade a la Dirección General de Patrimonio con el
objetivo de una posible intervención de manera conjunta con la Diputación de
León. «Se trata de bienes protegidos y que forman parte de la idiosincrasia de
esta zona», ha especificado Muñoz.
Al finalizar la reunión, la Comisión ha aprovechado para visitar el Centro de
Interpretación y Recepción de Visitantes del Parque Nacional de los Picos de
Europa en Posada de Valdeón, dónde se encuentran los restos de la necrópolis
que se están musealizando.
PROMONUMENTA OPINA: «Si ahora se tapan las cimentaciones de los cubos, claramente de origen romano, ¿por qué se critica a quienes los derribaron a finales de siglo XIX? Los argumentos de unos y de otros para defender sus actuaciones son los mismos: Hay que dar amplitud a la calle Carrera para transitar por ella.
DIARIO DE LEÓN 29-5-2022
URBANISMO
¿Hay que enterrar los cubos romanos de la Muralla en
Carreras?
Tapar los restos de las torres derribadas hace un siglo y marcarlos sobre
la calle Carreras peatonalizada es
la propuesta del Ayuntamiento de León. El Plan Director de las Murallas de
León, de 2008, admite esta solución, pero la supedita a los hallazgos y en
función de su valor plantea hasta su recuperación volumétrica. Los restos de
los cubos, destruidos a principios del siglo XX, serán enterrados de nuevo. La
Comisión Territorial de Patrimonio, que se reúne mañana, tiene la última
palabra.
Imagen virtual del proyecto de peatonalización de la calle Carreras aprobado por el Ayuntamiento de León. DL
Los restos de los
siete cubos de la Muralla romana que la piqueta derribó entre 1893
y principios del siglo XX serán enterrados si sale adelante el proyecto de peatonalización de la calle Carreras del Ayuntamiento
de León. Una solución que pasa por su marcaje en el suelo con una estructura
metálica y la instalación de unos bancos.
La obra de peatonalización cuesta 57.241 euros.
La Junta de Gobierno Local aprobó el proyecto el 13 de mayo con el título:
‘Obras de peatonalización. De la C/ Carreras y Avda Los Cubos para la
protección y puesta en valor de la Muralla de origen romano de León’. La
realidad es que los restos de los cubos, parte de la muralla romana del siglo
III, quedan tapados si se aprueba por la Comisión de Patrimonio.
El arqueólogo Fernando
Muñoz Villarejo, autor de la excavación arqueológica, está de acuerdo con
la idea municipal de tapar los restos encontrados. «Hemos
encontrado las cicatrices de las torres. El de la esquina (empalme con los
Cubos) está completamente destrozado por las construcciones o zanjas y no
pudimos saber si era cuadrado o circular», explica.
Cuatro de los siete
cubos presentan mejor estado de conservación. La inclinación de la
vía hacia la plaza del Espolón evitó que fueran tocados en su base y se ven
perfectamente los sillares. Son genuinamente romanos. Los
arqueólogos no tienen duda.
Vista de la calle Carreras con los restos de los cubos romanos que han aflorado
tras la excavación arqueológica. DL
El Plan Director de las Murallas de León plantea «una
solución ‘de mínimos’ urbanizando la zona, pero abierta y supeditada a los
cambios necesarios provocados por los posibles hallazgos arqueológicos»,
admite Melquiades Ranilla, arquitecto redactor de este plan.
Y es que el mismo plan
fija una partida presupuestaria de unos 133.000 euros (cifra desfasada tras 14
años) para el caso de que el valor de los restos exigiera su reconstrucción
volumétrica. «La filosofía restauradora del Plan Director está abierta al
cambio según los hallazgos que se realicen en las preceptivas excavaciones e
investigaciones arqueológicas», insiste Ranilla.
Uno de los empeños del
Plan Director es conseguir la «continuidad formal y volumétrica» de la Muralla
para «tener conciencia de la magnitud de la obra, tanto en un recorrido por la
zona superior del adarve, como en su recorrido por el exterior de la muralla, a
pie de calle», explica.
Por los cubos a la vista
Melquiades Ranilla,
redactor del Plan Director, y Emilio Morais, profesor de la Universidad de León
Existe esa continuidad
del monumento romano en el tramo que va desde la calle Ramón y Cajal, siguiendo
con la zona recuperada en la Era del Moro, hacia Puerta Castillo (plaza del
Espolón), la calle Carreras y por la Avda de los Cubos. Su apuesta por la
recuperación volumétrica de los cubos de la calle Carreras se basa en «los importantes restos aparecidos,
(sobre todo en los cubos más cercanos a la Plaza del Espolón)».
«Sería bueno recuperar
los hallazgos encontrados en las últimas excavaciones realizadas, (precisamente
para reencontrarnos con lo que queda) e intentar integrarlos en la nueva
concreción formal de la calle y así poder completar esa visión continua de la
muralla», manifiesta a preguntas de Diario de León.
No se trata de
reproducir de manera mimética las torres que siguen en pie, llamada
reconstrucción ‘en estilo’, pero «es posible recuperar los volúmenes de las
torres, teniendo en cuenta los criterios de restauración contenidos, por
ejemplo, en el Plan Director, que emanan de los tratados y cartas
internacionales más importantes relacionados con el tema y toda la normativa de
obligado cumplimiento», explica Ranilla. El arquitecto defiende que «existen
soluciones técnicas que permitirían plantear la integración de los restos
encontrados con una calle peatonal». En concreto, propone «diferenciar dos
niveles, uno de calle propiamente dicho y otro el de los restos (para su
contemplación desde la plataforma superior)».
«No nos debemos
conformar con ‘tapar bien los restos’ por si en el ‘futuro se decide
intervenir», opción que defiende el arqueólogo Fernando Muñoz. «El futuro es
hoy», insiste Ranilla. «No debemos perder esta oportunidad de recuperar y
mostrar nuestro legado cultural y abrir un debate en nuestra ciudad», añade.
Debate social
Sugiere un concurso
de ideas de equipos multidisciplinares —arqueología, arquitectura,
historia— para «encontrar la solución más bella y más adecuada para este tramo
de nuestras murallas». Y recuerda que el Plan Director contempla la posibilidad
de convocar de manera excepcional un Consejo de Fábrica y que expertos,
técnicos de las instituciones, técnicos del Plan Director, representantes del
Ayuntamiento de León y del Ministerio de Cultura y por supuesto ciudadanos
ayude «a tomar decisiones a las instituciones responsables y garantes del
Monumento».
«Es muy doloroso ver
esas cicatrices, esos muñones, esas amputaciones… y no intentar dar una
solución formal a las torres y lienzos de nuestra muralla», lamenta. «Hemos
trabajado en ciudades totalmente protegidas por su interés cultural como
Toledo, Astorga o Morella, lugares con calles muy, muy estrechas y con grandes
pendientes y hemos conseguido resolver problemas similares. En la calle Carreras
quedaría una superficie plana y un carril prácticamente libre.
Para el profesor de la
Universidad de León Emilio Morais, del Departamento de Historia del
Arte, los cubos romanos aparecidos «tienen que quedar a lavista como testimonio
de la historia más antigua y más reciente de la ciudad», precisa.
Morais, que ha
estudiado en profundidad el proceso de destrucción de las Murallas de León,
particularmente sus puertas, recalca que los restos de los cubos que han
aflorado en la excavación arqueológica pertenecen a la Muralla romana, que son
el símbolo del origen de la ciudad, y a la vez son «un vestigio de lo que se
hizo al tirarlos».
Dejarlos a la vista
«para que tengamos conciencia de lo que significa destruir el patrimonio» es su
posición como experto, que apela a arquitectos y arqueólogos para que «busquen
la solución». «No se puede enterrar», dice tajante. Es hora de que León empiece
«a tratar bien» a una muralla «no muy bien tratada» en el pasado más reciente.
El arqueólogo Fernando
Muñoz relativiza la destrucción que se llevó a cabo en los cubos de la
actual calle Carreras. «Es algo que se hizo en toda en Europa y en León no se
tiró más porque no había dinero». Fue en época del alcalde Mariano Sanz
Hernández, el 5 de enero de 1893, cuando se dictó la sentencia de muerte de
estos siete cubos en una sesión plenaria: «Tras celebrarse sin resultado dos
subastas para el suministro de morrillo con destino a las obras en que se han
de ocupar los obreros (…), el Ayuntamiento acordó que en la calle de la
Carrera hay algunos cubos de la muralla que pueden derribarse, lo que
proporcionaría material y trabajo a los obreros y también el ensanche de dicha
vía».
El derribo sirvió para abrir paso a la carretera de Asturias y su enlace
con la carretera de Santander, un acceso hoy obsoleto. Muñoz apunta a la
complicación de cambiar el nivel de la calle por las casas adyacentes. En
cuanto al paso de vehículos de emergencia, las máquinas de obra, de más de dos
metros, han trabajado con total normalidad. La Comisión de Patrimonio, que se
reúne mañana, tiene la última palabra.
Nunca hubo tanta gente como ayer en los últimos cincuenta años en lo que
una vez fue Santibáñez de Montes. El pueblo del Bierzo Alto sepultado por la
mina de carbón que le dio de comer durante buena parte del siglo pasado, la
aldea borrada del mapa en 2010, cuando dejó de existir como entidad
administrativa, la localidad de montaña, mal comunicada, que se desmoronó a
mediados de los años noventa bajo las voladuras del último cielo abierto,
revivió por unas horas con la expedición de la asociación Promonumenta, el
Ayuntamiento de Torre del Bierzo y un grupo de vecinos de Montealegre
(Brañuelas), empeñados en limpiar los muros que quedan de su iglesia dedicada a
San Juan Evangelista y los cimientos de las antiguas viviendas para convertir
las ruinas en una parada de la ruta circular de senderismo por el municipio que
financiarán medio millón de euros de los fondos europeos de Resiliencia.
Un voluntario,
encaramado entre un muro y un árbol. DL
Armados con desbrozadoras, y azadas, y motosierras, y podadoras, una
treintena de voluntarios trabajó durante toda la mañana para adecentar los
venerables restos de una iglesia hermanada con la de Santa Marina, cuyos
vecinos ya salvaron en su día algunos elementos ornamentales y el arco,
trasplantado en 2018 al templo de la población habitada. Y en su esfuerzo, a
pleno sol, brotaba ayer el último aliento de un pueblo devorado por el carbón.
«Y quieren volver el año que viene», decía, agradecido, el concejal Melchor
Moreno, que formó parte del grupo de trabajo.
Habitado durante décadas por mineros que tenían la explotación de
Antracitas de Brañuelas a la puerta de casa —todavía se habla en el Bierzo Alto
de la anécdota de un alcalde pedáneo que tenía un ojo de cristal y que llamó a
concejo para recuperarlo porque se le había perdido en el arroyo donde los
hombres se lavaban cuando salían del tajo— Santibáñez de Montes se fue
despoblado en los años cincuenta y sesenta, paradójicamente cuando arreglaron
un camino de acceso hasta un lugar al que hasta entonces se llegaba caminando o
a lomos de un burro, como recordaba en 2018 Julio Viloria, uno de los últimos
niños en nacer en el pueblo.
El desbroce ha sacado
a la luz la ruina de la iglesia y otras zonas. DL
Los últimos en dejar la aldea fueron un vecino apodado Perrín y
su esposa, recordaba Viloria. Ya no quedaba nadie más allí y nadie resiste
mucho tiempo en un lugar habitado solo por sombras. Así fue cómo Santibáñez se
convirtió en una suerte de Anielle, el pueblo abandonado de la novela La
lluvia amarilla de Julio Llamazares.
Fue a mediados de los años noventa, cuando ya parecía olvidada, cuando la
aldea reapareció en los periódicos debido al pleito que mantenía un ganadero
que había arrendado las viviendas vacías para que le sirvieran de establo a sus
vacas con el todopoderoso empresario minero Victorino Alonso. Fue una lucha de
David contra Goliath. Y esta vez ganó Goliath. Antracitas de Brañuelas compró,
una a una todas las viviendas, desalojó al ganado, y extendió el cielo abierto
del que todavía extraía el carbón dinamitando los inmuebles. Muchos de los
antiguos vecinos vendieron convencidos de que era lo último que podían hacer
antes de que les expropiaran las casas.
A mediados de los 90,
el pueblo vacío era un gran establo. MICH
Tres lustros después, con la mina a cielo abierto cerrada, escondidos sus
restos por la maleza, y la mayor parte de la estructura de la iglesia, el único
edificio que había sobrevivido, derrumbada, el Ayuntamiento de Torre aprobó en
sesión plenaria la disolución de Santibáñez como entidad legal. Sin gente. Sin
casas. Sin carbón. Y desde entonces, también borrado del mapa.
Pero la memoria de quienes nacieron y se criaron allí es terca. Y así fue
como en septiembre de 2018 —lo contó este periódico— los hijos de Manuel Moreno
Viloria, un antiguo vecino del pueblo emigrado a Portugalete, enterraron en el
cementerio, a la sombra de un roble y frente a los últimos restos de la iglesia
que ayer desbrozaron los voluntarios de Promonumenta, una parte de las cenizas
del difunto bajo una lápida negra. Manuel Moreno solía volver en verano al
Bierzo Alto y cada año llevaba a sus hijos a merendar en el pueblo abandonado.
Ayer, los voluntarios que quieren volver a poner a Santibáñez en el mapa le
dieron un nuevo aliento al pueblo. Pero quizá, la bocanada de aire definitiva
para que no se pierda la memoria de la aldea le llegue con el compromiso del
Ayuntamiento, adelantado por Melchor Moreno, de destinar fondos del Plan de
Mejora de Montes para adecentar su entorno. Será el triunfo final de Santibáñez
de Montes sobre el cielo abierto que se lo tragó hace un cuarto de siglo.
El pueblo no existe.
Apenas quedan algunas piedras, sobre todo de lo que fue la iglesia de San Juan
Evangelista, y el Pleno de Torre del Bierzo aprobó su disolución como entidad
jurídica hace algo más de una década. Pero una ruta de senderismo servirá ahora
para rescatar la memoria de Santibáñez de Montes, la localidad devorada por la
mina de carbón que durante décadas había dado de comer a sus habitantes y que
desapareció físicamente con las voladuras de la última etapa de la explotación,
a cielo abierto.
La asociación
Promonumenta, invitada por el Ayuntamiento y la pedanía de la vecina Santa
Marina del Sil —que ha rescatado en su propia inglesia algunos elementos del
templo de Santibáñez— desplazará hoy a 22 voluntarios, que sumados a un grupo
de vecinos de Santa Marina, dedicarán la mañana a desbrozar, retirar la maleza
y adecentar las ruinas de la localidad, según contaba ayer su presidente,
Marcelino Fernández.
Es otra señal de que
Santibáñez de Montes se resiste a desaparecer, después familiares de un par de
antiguos residentes hayan depositado en los últimos años cenizas de los
difuntos en lo que fue el cementerio de la localidad.
Santibáñez quedó
despoblado en los años sesenta del pasado siglo y en los noventa, los antiguos
dueños de las casas arrendaba sus viviendas como establos a un ganadero. Hasta
que la actividad de la mina a cielo abierto literalmente devoró lo que quedaba
de la aldea. El empresario minero Victorino Alonso, que pleiteaba con el
ganadero, compró todas las propiedades y las voladuras de la mina hicieron el
resto.
La pedanía de Santa Marina se ha preocupado en los últimos años en rescatar
elementos de la iglesia de Santibáñez como el arco trasladado e insertado en el
exterior del templo hermano, que también visitarán hoy los voluntarios de
Promonumenta.
La basílica de Marialba de la Ribera, lista para su musealización
PATRIMONIO La Diputación de León ha concedido
una subvención de 240.000 euros para este templo paleocristiano, considerado
uno de los primeros alzados en Hispania
La recuperación completa de la basílica paleocristiana de Marialba de la
Ribera, en Villaturiel, uno de los
monumentos más singulares, pero también más olvidados de la provincia de León, está cada vez más
cerca. A través del Instituto
Leonés de Cultura, la Diputación ha aprobado la concesión de una subvención de 240.000 euros
para el proyecto de musealización y equipamiento del edificio proyector
del yacimiento, todo ello gracias al ‘Programa R: Recuperar-Regenerar-Reactivar’,
señalan desde la institución.
En concreto, el proyecto aprobado prevé dos momentos fundamentales en lo que
será la futura visita
museográfica: uno inicial, ubicado sobre la plataforma de entrada al edificio y en el
que se proyectará un documento audiovisual de contextualización destinado a
ofrecer una adecuada introducción y ambientación geográfica e histórica en
torno al monumento, y una segunda parte en la que al visitante, desde cualquier
punto del recorrido, se le irá contando todo el proceso constructivo de la basílica
con apoyo de locuciones y de música, y también gracias a la iluminación de los diversos
elementos del edificio (transformación del ábside, las pilastras, el nártex, el
baptisterio y otros elementos).
Esto permitirá, desde la penumbra, ir revelando los restos completos de la
basílica con un orden
cronológico, así como los usos y ritos históricos asociados a los mismos, como
producto de sucesivas adiciones y transformaciones, hasta su momento final, en
el cual se da paso de nuevo a la ‘oscuridad’ a la que se llegó tras su
abandono.
Para poder realizar estas actividades resulta imprescindible dotar al edificio
del equipamiento de musealización necesario presupuestado en el proyecto, es
decir, instalaciones eléctricas, focos, motores, altavoces, pantallas LED de gran formato,
paneles acústicos, y las diferentes estructuras que den soporte y sujeción a
todos ellos.
Estas actuaciones, en su conjunto, suponen una inversión de 300.000 euros,
incluyendo los honorarios de los técnicos necesarios para la redacción del
proyecto, de los que el Instituto Leonés de Cultura, a través de su ‘Programa
R’, aporta 240.000 euros.
En cuanto a la historia de estos singulares restos, hay que recordar que Ramón Menéndez
Pidal destacaba, de entre las iglesias y edificios paleocristianos de España,
cuatro, a los que clasificaba como “martiriales” porque en ellos se conservaban
reliquias de ciertos mártires y, entre estos, la de Marialba de la Ribera sería
la mayor conocida en la
Península. Otros historiadores la han considerado una de las primeras
arquitecturas paleocristianas de la Hispania romana del siglo IV. En
esencia, el templo se construyó en dos fases: la primera sirvió para levantar
una nave con ábside de herradura y cubierta a dos aguas y, después, se transformó
en una planta centralizada cubierta con una cúpula o bóveda de arista. También
disponía de un nártex -atrio o vestíbulo, muy característico de este tipo de
edificios- y una piscina bautismal.
El ‘Programa R: Recuperar-Regenerar-Reactivar’, lanzado en febrero de 2021 con
un presupuesto de seis millones de euros, está destinado a restaurar edificios históricos que estén en
manos de ayuntamientos, juntas vecinales y fundaciones de la provincia leonesa,
y, a tenor de su buena acogida en todas las comarcas de esta tierra, más
adelante se vio reforzado con una edición suplementaria, dotada con dos
millones de euros. Se trata de la mayor partida económica destinada nunca a la
recuperación del patrimonio leonés, por cualquier tipo de institución, en un único
ejercicio.