Asociación Ibérica de Amigos del
Prerrománico del Reino de León. Visita a Oviedo.
TEXTO Y FOTOS: RAIGAÑU
Ayer, la
Asociación Ibérica de Amigos del Prerrománico del Reino de León, se desplazo
hasta la ciudad de Oviedo, para disfrutar de varias de sus obras
arquitectónicas.
Como no podía
ser de otra manera, se visitaron esas joyas del prerrománico asturiano,
recientemente restauradas, que son San Miguel de Lillo y Stª María del
Naranco.
Una visita
guiada, tanto en su exterior como interior, donde se explicaron las
características del Prerrománico Asturiano y sus diferencias con el
Prerrománico Leonés.
No se permiten fotografías en el interior de esta iglesia, pero tiene unos
grabados en piedra, -sobre todo el tetramorfos de los evangelistas, en el
basamento de cuatro columnas- impresionante. También quedan restos de pinturas
murales del siglo IX.
Centro de Oviedo; Catedral……
…..y La Foncalada.
La fuente de Foncalada data del siglo IX y fue construida durante el
reinado de Alfonso III el Magno (866-910). Constituye el único ejemplo de
construcción de carácter civil con fines de utilidad pública de la Alta Edad
Media.
Fue construida al lado de la calzada romana que unía La Región Leonesa (
Asturica y Legio) con el Mar Cantábrico y que también pasaba por delante de la
iglesia de San Julián de los Prados.
Debajo de la cruz, aparecen dos inscripciones cuyas traducciones son las
siguientes:
(HOC SIGN) O TVETVR PIVS, HOC
SIGNO VI (NCITVR, INIMICVS)
Este signo protege al piadoso. Este signo vence al enemigo
(SIGNVM SALVTIS PO) NE DOMINE IN
FONTE (ISTA VT NON PERMITAS) INTROIRE ANGELVM PERCV (TIENTEM)
Señor, pon el signo de la salvación en esta fuente para que no permitas
entrar al ángel golpeado.
San Julián de los Prados:
La iglesia prerrománica de San Julián de los Prados es el más antiguo y
mayor de los edificios prerrománicos que aún se conservan. Construida durante
el reinado de Alfonso II el Casto (791-842), fue dedicada a San Julián y su
esposa Santa Basilisa. En el año 896 fue donada a la catedral de San Salvador
junto »con sus palacios, baños y triclinios» por Alfonso III el Magno.
Consta de planta basilical latina de tres naves, crucero formado por una
gran nave transversal, cabecera tripartita con tres capillas cuadradas
cubiertas con bóvedas de cañón, pórtico a los pies y cuartos laterales.
En el interior, las naves están separadas por arcos de medio punto sobre
pilares cuadrados. La nave central está separada de la transversal por un arco
toral a cuyos lados hay dos huecos con arco de piedra.
Las naves y el crucero se cubren con armadura de madera, mientras que en
las capillas se emplea bóveda de cañón. Sobre la capilla central se encuentra
un recinto con acceso desde el exterior a través de una ventana ajimezada con
tres arquillos de ladrillo sobre dos pequeñas columnas de mármol.
Destacan las pinturas que decoran el estuco que revocaba todo el interior
de los muros y de las bóvedas, que derivan de motivos ornamentales romanos, así
como la arquearía ciega que recorre el ábside central, y las celosías que
cierran los huecos (solamente una es original).
Un templo hereje. En la Catedral de León hay 111 escenas del dios Mitra, un caso único.
El investigador David Gustavo López cree que se trata de un plan preconcebido,
que el autor intelectual fue el obispo Martín Fernández y el ejecutor el
maestro Enrique.F
Mitra nace de una piedra. Capilla la Virgen Blanca.Para los órficos, Mitra nace del Huevo Cósmico. Capilla de la Virgen Blanca.
Representación de Mitra-Cupido peleando con un dragón. D. G. L.
«La Catedral de León es un templo dedicado a Mitra». El investigador David
Gustavo López primero lanzó la hipótesis en su libro Historia oculta,
enigmática y heterodoxa de León. Su única duda era cómo los maestros
canteros se atrevieron a representar el credo de una religión prohibida,
exponiéndose a ser ejecutados por herejes. En muchos casos, Mitra quedó
‘camuflado’ como un centauro, como un león p como un soldado. Una de las
iconografías esenciales es la de Mitra representado con un gorro frigio, mientras
sacrifica a un toro.
En cualquier caso, la deidad está en la Catedral de León en sus distintas
metamorfosis, proceso que seguiría un creyente en su ascenso por los siete
grados que requiere la iniciación mitraica.
La zona inferior de la cabecera de la Pulchra, a lo largo de todo el
perímetro, «alberga una enigmática sucesión de relieves escultóricos que
componen un jeroglífico no repetido en ninguna otra catedral ni templo», afirma
Gustavo López, que ha publicado las conclusiones de su investigación en un
extenso artículo de treinta páginas en la Revista Antropología y
Tradiciones Populares.
Estas esculturas se hallan situadas en las enjutas. Solo hay que fijarse.
En total hay 111 escenas sobre la vida del dios persa del sol naciente, que
heredaron otras culturas y que entre los siglos I y IV tuvo notable
implantación entre los legionarios romanos.
El profesor de la Universidad César García Álvarez lleva años descifrando
la iconografía de la Catedral. Afirma que las 111 enjutas del templo leonés
componen un conjunto único en el mundo. Así lo explica en su libro El
laberinto del alma. Iconografía, geometría y simbolismo en la Catedral de León.
Esta religión mistérica que fue exterminada por el cristianismo en el siglo
IV, muy posiblemente —piensa García Álvarez—, llegó a León con la Legio VII. El
profesor leonés afirma que tuvo que haber un «cerebro pensante» de toda esta
iconografía. Un canónigo ilustrado, «alguien con una cultura extraordinaria».
Se trata de imágenes con concepciones que no pertenecen a la teología del
momento, a medio camino entre la ortodoxia y la heterodoxia.
«Mitra, como cualquier otro dios de la antigüedad, también posee su
mitología, hoy reconstruida parcialmente a partir de estatuas y pinturas
halladas en los mitreos y de unos pocos textos, de cuyo estudio en España ha
sido pionero el profesor García y Bellido ( El culto a Mithras en la
Península Ibérica). sostiene Gustavo López en su trabajo.
No hay textos escritos sobre el mitraísmo, así que las únicas fuentes para
conocer esta religión son las imágenes que se han preservado.
El ideólogo del ‘mitreo catedralicio’ —según Gustavo López— pretendió
erigir dentro de la Pulchra un templo dedicado a esta deidad, «disimulado
mediante una iconografía alusiva en muchas ocasiones a luchas contra vicios y
pecados, tan en boga durante los períodos románico y principios del gótico,
intentando disipar de esta manera los recelos que pudieran surgir en la mente
de clérigos suspicaces». Es así como la deidad oriental prohibida desde el
siglo III consiguió pasar desapercibida en la Catedral leonesa para los no
iniciados.
García Álvarez considera que las esculturas del templo leo nés serían
las primeras representaciones góticas del Purgatorio —cuyo reconocimiento
oficial efectuó el Papa Inocencio IV en el año 1254, poco antes de se iniciasen
estos relieves de la Catedral—. Gustavo López no se aparta de un plan
premeditado para ‘colar’ la religión mitraica en un templo cristiano. Destaca
también que las imágenes cruciales de esta deidad se concentran en la capilla
de la Virgen Blanca.
El ideólogo y el ejecutor
Gustavo López se atreve a aventurar el nombre del ‘ideólogo’ que camufló el
culto mitraico en la Catedral. El importante y versado hereje mitraísta no
podía ser cualquiera. Tenía que tener el poder suficiente para dirigir la
construcción de la Catedral. Apunta nada menos que al obispo Martín Fernández,
decidido promotor del templo leonés.
«Cuando en 1289 falleció el obispo Martín Fernández, la cabecera de la
Catedral estaba concluida e incluso abierta a los fieles, lo que induce a
pensar que el hipotético mitreo también lo estaba y que, en consecuencia, fue
ejecutado bajo su mandato». Este obispo sería el «autor intelectual», mientras
que el ejecu tor sería el maestro Enrique, que también trabajó en las
catedrales de Saint-Denis y de Burgos hasta su muerte en 1277.
Y da otra pista más: «Sobre el sepulcro del obispo Martín Fernández,
calificado como ‘obra maestra del arte funerario de la catedral’, en cada una
de las enjutas de los tres arcos góticos que lo enmarcan, está calada una
roseta con forma de trébol de tres hojas». Concluye que «la cosa no tendría más
importancia» si no fuera porque algunos de los relieves mitraicos de la
Catedral leonesa tienen como fondo, precisamente, un trébol de tres hojas.
Un plan preconcebido
Gustavo López ha encontrado 111 escenas del dios Mitra en la Catedral de
León
La interpretación de un salmo coincide con un verso del Canto a Mitra: Mitra es el dios de la verdad.Sepulcto del obispo Martín Fernández en el brazo sur del crucero de la Catedral.
Artistas con hábito. Una monja que recorrió 14.000 kilómetros y
relató su viaje, otra que ilustró y firmó uno de los mejores códices del mundo
y un ‘Picasso del siglo X’ fueron los pioneros de las artes y las letras
leonesas.
En una época en la que solo un puñado de privilegiados sabían leer y
escribir, tres leoneses fueron sobresalientes en las artes y las letras. Se
trata de la iluminadora En o Ende, la monja Egeria y el monje Maius o Magio.
Silenciada por la historia, el caso de Ende es extraordinario. Ende fue la
primera pintora europea de la que se conoce el nombre. Poco o nada se sabe de
ella, pero, sin duda, fue una mujer con poder. Autores como Chadwick sugieren
que las abadesas tenían un rol activo en la composición, copia e iluminación de
manuscritos ya en el siglo VIII. Sin embargo, ninguna firmó su obra, a
excepción de la leonesa, que probablemente habitaba en el monasterio de San
Salvador de Tábara a finales del siglo X.
Autora del extraordinario Beato de Gerona, sigue siendo un
misterio cómo logró ser admitida en un ‘gremio’, el de los iluminadores,
reservado de manera casi exclusiva a los hombres. Se sabe de su existencia
porque ella misma se encargó de que su legado no desapareciera. Debajo de una
gran letra Omega aparecen los autores del citado códice: Ende, pintora y sierva
de Dios, y Emeterius, sacerdote. La escritora e historiadora afincada en León
Ángeles Caso, que cita a Ende en su libro Ellas mismas. Autorretratos
de pintoras, sostiene que «hemos dado por supuesto que lo más valioso
lo hicieron hombres». Muchas mujeres extraordinarias a lo largo de la historia
acabaron siendo eclipsadas por varones con menos talento.
Ende era oriunda de León o de los alrededores, como prueban las referencias
al arte mozárabe e incluso islámico de muchas de sus maravillosas miniaturas.
En el monasterio de Tábara sus tareas principales serían copiar, traducir,
componer música e iluminar beatos como el de Gerona. La monja leonesa no solo
fue una precursora, sino que dio muestras de verdadera genialidad. Los
estudiosos destacan la imagen de la Crucifixión, donde introduce elementos
innovadores que aparecerán más adelante en el arte románico. Un trabajo en el
que la monja demostró un dominio absoluto del arte de la miniatura.
La monja aventurera
Hay otra leonesa ejemplar, la monja Egeria, la primera gran viajera de la
que se tiene testimonio, que en el siglo IV atravesó el Adriático en barco y
recorrió Egipto y Siria. Además de aventurera, Egeria fue escritora. El relato
de viajes más antiguo en nuestro país del que se tiene noticia fue escrito por
ella.
La monja Egeria es una de las pocas mujeres que dan nombre a una calle en
León. Ya casi nadie duda del origen berciano de esta intrépida viajera que en
el siglo IV recorrió medio continente europeo, cruzó en barco el Adriático,
visitó Tierra Santa, Constantinopla, Alejandría y Mesopotamia, entre otros
lugares, y dejó escritas sus aventuras en un diario. Un periplo que duró tres
años —entre el 381 y el 384 de nuestra era—. Casi con seguridad era una dama de
familia noble o pudiente, lo que le permitió embarcarse en una larga
peregrinación a los Santos Lugares.
El relato de Egeria, titulado Itenerarium ad Loca Sancta o
Peregrinatio, describe cómo es la cima del Sinaí, los viñedos de la
región de Gessén o el desvío del monte Nebo que conduce al manantial de Moisés.
«Valiente, fresca y humana, se revela como una mujer de gran coraje y fuerza».
Así describió el periodista Carlos Pascual a la protagonista de su libro: Viaje
de Egeria (La Línea del Horizonte). Relata, por ejemplo, que el obispo
de Segor le sugirió visitar el lugar donde supuestamente se encontraba la mujer
de Lot convertida en estatua de sal. Ella escribió a sus amigas: «Pero creedme,
venerables señoras, cuando nosotros inspeccionamos aquel paraje, no vimos la
estatua por ninguna parte, no puedo engañaros al respecto».
La vida de Egeria era ‘inédita’ hasta el siglo XIX, como relata Pascual en
su libro. Corría el año 1884 y un erudito italiano, Gian Francesco Gamurrini,
rebuscaba y ponía un poco de orden entre polvorientos legajos y manuscritos de
la Biblioteca della Confraternità dei Laici (o de Santa María), en Arezzo. Un
códice atrajo especialmente su atención. Se trataba de unos pergaminos en latín,
copiados en el siglo XI, en los cuales aparecían juntos —aunque escritos por
distinta mano— dos textos que nada tenían que ver entre sí. El primero eran
fragmentos de San Hilario de Poitiers. El otro escrito resultaba más
intrigante, pues era una curiosa relación de un viaje a Tierra Santa, escrito
en época muy temprana, y por una mujer anónima que hablaba en primera persona».
Por lo que podía apreciarse a simple vista, en este segundo escrito faltaban
bastantes hojas; muchas al principio, algunas al final, puede que alguna de por
medio… Un examen reposado del hallazgo comenzó a arrojar las primeras luces.
Se trataba de unas «notas de viaje» redactadas según un molde ya conocido,
la peregrinatio o itinerarium , uno de los géneros más
tempranos medievales.
Lo curioso del caso es que las notas estaban redactadas en forma de misivas
o cartas, hacia finales del siglo IV o comienzos del V. Al parecer, la
redactora escribía a unas lejanas dominae et sorores («señoras y
hermanas») que habrían quedado muy lejos, en la patria común, a la cual ella
confiaba en volver, según indicaba al final de su relato.
La autora había realizado un largo periplo, desde «tierras extremas» hasta
los lugares bíblicos, y describía estos a sus remotas destinatarias con una
frescura y candor de lenguaje que cautivaban desde el primer momento: aquella
era una obra singular. Así fue como ‘reapareció’ Egeria.
El ‘Picasso leonés’ del siglo X
Otro pionero de las artes fue el monje leonés Magio. Fue un visionario. Un
revolucionario del arte, aunque su obra prácticamente solo es conocida por los
expertos. El gran público desconoce al «Picasso del siglo X», un monje leonés
llamado Magio o Maius. Aunque él se encargó de relatar su vida ‘escondida’ en
las páginas del Beato de Escalada, dejó algunos ‘secretos’ que
llevan décadas enfrentando a los historiadores. John Williams, máxima autoridad
mundial en códices medievales, participó hace catorce años en León en un
congreso sobre el Beato de Escalada , la obra maestra de Magio.
Aquel congreso se cerró sin despejar si Magio lo se pintó en el monasterio
leonés o en el scriptorium de Tábara (Zamora) —que por entonces
pertenecía también al Reino de León—. En cambio, los profesores leoneses
Vicente García Lobo y Manuel Valdés consideraron probado que el impresionante
beato que se conserva en la Pierpont Morgan Library de Nueva York salió del
monasterio de Escalada. No es una simple discusión territorial. El profesor de
la Universidad de León José Alberto Moráis descubrió la fuente de inspiración
para los ‘dibujos’ de Magio. Averiguó que las mandorlas, letras capitulares y
otros elementos ornamentales del Beato de Escalada tienen una
similitud asombrosa con los frescos de iglesias leonesas. «Magio tenía ante sus
ojos las pinturas de Escalada, Santiago de Peñalba o Palat del Rey». Pinturas
de las que hoy apenas quedan vestigios. León en los siglos X y XI fue el mayor
centro de producción de beatos —un conjunto de manuscritos medievales (36
conocidos hasta la fecha) que copian el Comentario al Apocalipsis de San Juan,
escrito en el siglo VIII y conocido popularmente como el Beato de Liébana, en
honor al autor, el monje leonés del mismo nombre—. Joyas como el Beato de
Gerona o el de Fernando I y Sancha salieron de aquí, aunque ninguno se conserva
en León.
Cuando Magio empieza a ilustrar el Beato de Escalada ya
existen los de La Rioja o San Millán de la Cogolla, pero el monje leonés lleva
el arte de la iluminación a la cumbre. Su estilo es absolutamente innovador:
introduce franjas de color en los fondos, para dar perspectiva, decora las
iniciales de los textos y es pionero en hacers miniaturas a doble página, algo
inaudito hasta entonces. De momento, no ha podido probar si Magio pintó el
Antifonario de la Catedral, una auténtica joya bibliográfica. «Yo creo que está
ahí de alguna manera. Es posible que se formara con los artistas del
Antifonario», dice, pero «está claro que conoce las obras de
los scriptorium de León», sostiene Moráis.
La relevancia de Magio es tal que el profesor leonés defiende que su obra
debería ser Patrimonio de la Humanidad.
Imagen de una mujer cristiana de la época de Egeria. ARCHIVO
Botines y el Palacio de Gaudí
se alían para ser Patrimonio de la Humanidad
Foto de familia de los firmantes del protocolo.DL
Responsables de ambas entidades firman un protocolo de intenciones junto a
los otros cuatro edificios del genio catalán que aspiran a la declaración de la
Unesco
El Museo Casa Botines Gaudí de León y el Palacio de Gaudí de Astorga forman
parte de la candidatura conjunta que busca convertir en Patrimonio de la
Humanidad toda la obra construida por el arquitecto catalán. Una alianza que se
completa con la Torre Bellesguard Gaudí y el Colegio Teresiano (Barcelona), el
Capricho de Gaudí de Comillas (Cantabria) y la Catedral-Basílica de Santa María
de Mallorca.
El pasado 25 de junio, representantes de estos seis edificios viajaron a
Barcelona para firmar un protocolo de intenciones centrado en destacar los
avances en investigación, restauración y mejora en estos edificios desde 2005,
fecha en la que recibió una primera ampliación del reconocimiento Unesco
impulsado en 1984, hasta la actualidad.
Año Gaudí
La iniciativa presentada defiende que esta evolución resulta determinante
para adquirir la valoración necesaria con el fin de ser inscritos en la Lista
del Patrimonio Mundial de la Unesco. La acción toma el contexto de la
conmemoración de los cien años de la muerte de Antoni Gaudí en 2026, año en el
que está previsto desarrollar un programa de actividades relacionadas con el
patrimonio, el arte, la cultura y la educación. Acciones que servirán para
reivindicar la obra del arquitecto catalán, con especial énfasis en el conocimiento
científico de sus aportaciones.
Casa Botines, representado por el director general de Fundos, José María
Viejo, y el Palacio de Gaudí de Astorga, con su director, Víctor Murias,
rubricaron en este encuentro celebrado en la Torre Bellesguard de Barcelona el
documento acordado de forma conjunta. En el acto también estuvo presente el
director del Museo Casa Botines Gaudí, Raúl Fernández Sobrino.
La Cátedra Gaudí de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de
Barcelona (ETSAB) de la Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech
(UPC) actuará como entidad de referencia en documentación e investigación
académica sobre la obra de Gaudí para el grupo de trabajo, formado por las
siguientes entidades: el Cabildo Catedral de Mallorca, que gestiona la Catedral-Basílica
de Santa María de Mallorca; la Fundación Escuela Teresiana, gestora del Colegio
Teresiano de Barcelona; Mucmo Gestión, entidad gestora del Capricho de Gaudí de
Comillas; Fundos, entidad titular del Museo Casa Botines Gaudí de León; la Diócesis
de Astorga, entidad que gestiona el Palacio Episcopal de Gaudí de Astorga, y el
Grupo Catalana Occidente Activos Inmobiliarios, gestores de la Torre
Bellesguard de Barcelona.
Luis García, vicario general, asume la presidencia de este equipo de
trabajo «para coordinar mejor y sumar fuerzas en la gestión del Patrimonio de
la Diócesis»
Sesión constitutiva de la Comisión Diocesana de Patrimonio.
El obispo de
León, el padre Luis Ángel de las Heras, ha presidido la sesión constitutiva de la nueva Comisión
Diocesana de Patrimonio, un equipo de trabajo que se ponía
ayer en marcha en el Obispado con un primer encuentro y con el objetivo de
«ayudar al obispo en su deber de velar por la conservación, preservación,
restauración y puesta en valor del patrimonio cultural e histórico-artístico de
la Diócesis de León».
El vicario general, Luis García Gutiérrez, se encargará de coordinar la labor de esta nueva comisión diocesana que
ya en septiembre empezará su trabajo en sintonía con las instituciones
diocesanas especializadas en esta materia, como el Taller Diocesano de
Restauración, o los Museos de San Isidoro y Catedralicio-Diocesano y al
servicio de la creciente sensibilidad hacia el cuidado y la preservación de los
bienes eclesiales, tanto muebles como inmuebles, que atesoran las más de
setecientas comunidades parroquiales que hay repartidas por toda la planta
diocesana.
Desde esa coordinación del vicario general, la nueva Comisión Diocesana de
Patrimonio está integrada por un equipo multidisciplinar del que forman
parte Vicente Gutiérrez González, ecónomo diocesano; Diego
Asensio García, responsable y coordinador del Área
Diocesana de Patrimonio Artístico desde la Delegación Diocesana de
Evangelización Misionera; Máximo
Gómez Rascón, director de Museo Catedralicio y
Diocesano; Iván González Sánchez, técnico adjunto a la dirección del Museo Catedralicio y Diocesano; Raquel
Jaén González, directora del Museo de San
Isidoro; Susana Embid del Río, arquitecta diocesana; Antonio
Díez Rodríguez, sacerdote diocesano experto en historia
y patrimonio, y Manuel García González como sacerdote diocesano representante de las pequeñas parroquias.
El obispo Luis Ángel quiso destacar la importancia del patrimonio eclesial en
la Diócesis de León y animar al trabajo a todos los integrantes de esta nueva
Comisión Diocesana de Patrimonio que «servirá para coordinar mejor y sumar
fuerzas en la gestión del patrimonio y para dar impulso a la dimensión
evangelizadora y catequética en la que hay mucho que trabajar porque el
patrimonio tiene una indudable dimensión como elemento para la evangelización y
la catequesis».
A la espera de un milagro. La iglesia de El Salvador, en la
localidad de San Justo de los Oteros, corre el riesgo de desmoronarse. La
cubierta del edificio deja filtrar el agua, el artesonado ya resiente la
humedad y enormes grietas amenazan la estabilidad de la torre.
Las grietas en la torre de la iglesia de El Salvador en San Justo de los Oteros. HISPANIA NOSTRA
La parroquia de El Salvador, en San Justo de los Oteros, hace aguas. La
iglesia de esta pequeña localidad de apenas 80 habitantes perteneciente al
municipio de Corbillos de los Oteros acaba de entrar en el ‘infierno’. Con ella
son ya tres los monumentos leoneses que este año han ingresado en la temida
Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra con el patrimonio en
ruinas o en riesgo de desaparición.
Tanto la cubierta de la iglesia como la torre están en una situación
pésima. Sin una intervención urgente está condenada. Según explica Hispania
Nostra en su web, una restauración permitiría solicitar al Obispado que
devuelva el retablo que se llevó en su día por el riesgo que corría en el
interior del edificio.
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Hace años se hundió el presbiterio y causó daños leves en el retablo
churrigueresco con columnas salomónicas y dos lienzos de san Pedro y san Pablo,
del siglo XVII. Fue trasladado al León y recolocado en la iglesia de Santo
Toribio de Mogrovejo, en el Polígono X. El pueblo denunció sin éxito esta
‘usurpación’, así como la desaparición de varias imágenes, con el fin de
restaurarlas.
Apenas existe información acerca de la construcción de la iglesia de El
Salvador. Con el retablo desaparecieron también las tallas de Santa Ana, San
Salvador, así como la puerta de la sacristía —ahora vitrina de objetos en un
descansillo del museo de la Catedral—, según relata la página de Hispania
Nostra.
La iglesia, de nave única, con cabecera cuadrangular, separada por un arco
de medio punto, fue construida en piedra caliza del lugar y tapias de barro. El
retablo fue sustituido por otro pintado en el testero del presbiterio que
representa el Calvario. Cuenta con un artesonado policromado en el presbiterio.
En la parroquia se conservan dos tallas, una del crucificado y otra de la
Virgen de Rosario. La iglesia carece de protección. No es Bien de Interés
Cultural (BIC).
Pese a que se retejó la cubierta, las goteras reaparecieron y han
deteriorado ya algunas zonas del artesonado. Hispania Nostra explica que «la
iglesia se hundió hace algunos años y, aunque ha sido reconstruida, carece hoy
de elementos de interés, salvo, quizá, el artesonado y la maciza torre».
Durante la Edad Media se instauró en la comarca de los Oteros un modelo de
torre-campanario singular para rematar las iglesias, como ocurre en Castilfalé,
Villabraz, Corbillos, Gusendos, Navas y Matanza de los Oteros.
Según una investigación de los profesores de la Universidad de León Emilio
Morais y Joaquín García Nistal, la torre-campanario «tiene una misión
constructiva, al contrarrestar los empujes generados por la nave central o
única, pero también práctica, al albergar las campanas que con su tañido
proporcionan diversa información a los habitantes del pueblo y su entorno, sin
olvidar la función significativa, al constituirse en el referente más visible
del edificio y dotarlo de mayor carácter monumental».
Casi uno de cada tres monumentos incluidos en la Lista Roja está en
Castilla y León, la comunidad con mayor número de edificios históricos en
situación crítica. Con la inclusión de la iglesia de San Justo de los Oteros,
se elevan a 62 los enclaves leoneses en la Lista Roja.
Humedades en el artesonado de la iglesia. HISPANIA NOSTRA
CARLOS JAVIER TARANILLA DE LA VARGA, natural de León (1956), profesor jubilado después de treinta y cinco años de docencia en enseñanza media y casi una década como realizador de libros de arte y turismo en el mundo editorial, es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo (1978). Ha escrito más de veinte libros de arte e historia, algunos de ellos para niños.
ProMonumenta presenta el libro de Carlos Taranilla “La iconografía del Gótico” el martes 18 de junio a las 19:30 en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura (entrada por Santa Nonia 3).La introducción será a cargo de la diputada nacional Ester Muñoz De La Iglesia.
¿Cuáles son los misterios escondidos detrás de la representación del nacimiento de Jesús en los belenes contemporáneos? ¿Se llevaron a cabo en la Edad Media festividades desenfrenadas y juegos de pelota en las mismas catedrales que hoy admiramos por su esplendor arquitectónico? ¿Qué relaciones iconográficas vinculan a Jesucristo con personajes como Moisés y Alejandro Magno?
Si en sus orígenes el término «gótico» se usaba para describir un «arte de bárbaros» porque se apartaba de la estética clásica, a partir del siglo XIX hasta la actualidad la visión cambió radicalmente. Esta corriente artística no solo nos brinda una visión del Medievo cristiano, cargado de simbolismo bíblico, sino que también revela sorprendentes similitudes con nuestra época: desde el egocentrismo hasta las supersticiones, pasando por el humor y las narrativas protagonizadas por bestias fantásticas.A través de una prosa erudita y asequible, esta guía divulgativa nos descubre los secretos de la iconografía gótica, desvelando cómo cada detalle alberga un mensaje metafórico que trasciende lo puramente visual. Carlos Taranilla nos invita a apreciar las catedrales góticas europeas como obras maestras del arte y símbolos vivientes de la búsqueda espiritual y la creatividad humana.Con Iconografía del gótico, el lector emprende un fascinante viaje a las profundidades de la mente medieval, donde la imagen no solo supera a las palabras, sino que encierra un universo completo de sabiduría y significado.«Estoy segura de que esta obra fascinará a quien la lea, tal y como me ha ocurrido a mí, al adentrarse en los misterios que acompañan a cada elemento arquitectónico, a cada escultura, a cada pliegue del manto o la sonrisa de esculturas de vírgenes, apóstoles o fieros animales». Del prólogo de Ester Muñoz de la Iglesia, diputada nacional por León.
43 Foro de Asociaciones y Gestores Culturales en León
Por Mervyn Samuel, vocal de la Junta Directiva de Hispania Nostra y Marina Sánchez Alonso, delegada de Hispania Nostra en León
El 43 Foro se centró en Las rutas del patrimonio, y el 23 de mayo se inauguró en el Palacio Conde Luna, conjunto del ayuntamiento en pleno centro histórico de León restaurado para actos culturales y exposiciones. Después del saludo de las autoridades, el escritor Rogelio Blanco Martínez dio la primera conferencia marco: El patrimonio cultural como expresión de una historia común. Es tema de plena actualidad y entre las felices frases de su discurso podemos seleccionar, “No somos herederos de nuestros padres sino prestatarios de nuestros hijos”. Apuntó que los fueros son modelos de participación y libertad, pero a veces su historia ha sido ocultada.
A continuación, los numerosos asistentes representando a dieciocho entidades y asociaciones se trasladaron a la catedral, donde dos guías evocaron la historia de su emplazamiento y los rasgos fundamentales de “la más francesa de las catedrales españolas”. Las célebres vidrieras filtran la luz exterior en constante evolución y crean una atmósfera de armonía y paz, complementada de manera excelsa por Samuel Rubio en emotiva interpretación de tres obras sacras de su propia composición y en su voz, al monumental órgano instalado en 2013 por Klais Orgelbau de Bonn.
El primer día terminó con un cóctel de bienvenida en el jardín de la Fundación Sierra Pambley, en cuya sede tendrían lugar la mayoría de los actos en los días siguientes.
El viernes 24 de mayo, la directora de Hispania Nostra, Bárbara Cordero Bellas, hizo la presentación del foro, y Graciliano Palomo García, presidente de la Fundación Sierra Pambley, explicó las actividades de la entidad en la formación profesional y la educación, evocando la figura de Justino de Azcárate que en su día fue presidente tanto de la fundación como de nuestra asociación, dejando grata memoria en ambas. La segunda conferencia marco a cargo de Juan Carlos Prieto Vielba, director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, versó sobre La gestión del patrimonio como elemento vertebrador del territorio: las rutas culturales. En la región hay caminos como él de Santiago y rutas culturales como la de la lengua del Cid, que requieren gestión eficaz y colaboración entre las partes implicadas: administraciones, Iglesia, investigadores, propietarios particulares. Subrayó que la emoción es importante para atraer al público en general, y que a menudo ésta se consigue cuando se involucran las poblaciones locales en la gestión de su patrimonio material e inmaterial.
La mesa redonda I trató de Rutas del Patrimonio Industrial de la Humanidad. Como comentó Luis Grau Lobo, director del Museo de León (institución que bien merece visita), al principio el patrimonio se entendía como lo bello, luego lo raro, pero en este caso se alumbra ante nuestros ojos ya que no se consideraba patrimonio cuando estaba en uso. En la región hay ejemplos desde Las Médulas en adelante, y José Antonio Balboa de Paz habló de las ferrerías tradicionales y la importancia de dejar constancia de la memoria de las personas que trabajaban en aquellas instalaciones industriales y que viven todavía.
Fidel Sánchez López (Asociación Cántabra de Amigos del Ferrocarril) contó los logros de su grupo a pesar de la nula colaboración y la obstrucción de entidades oficiales. Un caso donde la emoción de los entusiastas es capaz de conseguir resultados dignos de elogio, aunque más conseguirían con el apoyo de las personas en situación de prestarlo.
Marcelino Fernández, presidente de Promonumenta, interviene en el foro.
Por la tarde recorrimos en autocar la Ruta de los Monasterios con primera parada en lo que hasta la exclaustración de 1835 fue la abadía cisterciense de Santa María de Sandoval, cuya iglesia se ha restaurado a cargo de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, saliendo de la Lista Roja en 2021. De allí a la abadía cisterciense de Santa María de Gradefes cuya comunidad de monjas fue expulsada durante la francesada pero luego felizmente devuelta a su lugar. Pudimos observarlas cantando vísperas y adquirir las dulces que confeccionan.
Luego, volviendo atrás en la historia, visitamos el monasterio mozárabe de San Miguel de Escalada creado en 911 por monjes cristianos huidos del Califato de Córdoba. También fue víctima de la exclaustración de 1835 pero su iglesia, torre románica y capilla de San Fructuoso (siglo XI) se conservan en buen estado como la joya que son.
En San Pedro de Eslonza los habitantes de Santa Olaja de Eslonza y otros pueblos del entorno salieron con banda de música, coro y pendones para participar en el acto del descubrimiento de la placa del Premio Europa Nostra 2023. Luis Cueto, vicepresidente de Hispania Nostra, expresó el asombro de nuestros viajeros ante lo que se ha conseguido en la recuperación parcial del antiguo monasterio benedictino objeto de doble expolio, por Almanzor en 988 y Mendizábal en 1836, y ante la emocionante recepción por parte de la población. Participó Juan Carlos Prieto en nombre de la Junta, y también los arquitectos, responsables técnicos de las obras de consolidación y recuperación de los últimos años. Hubo vino español en lo que se considera fue el refectorio de los monjes.
El día 25 la ponencia de Juan Ramón Corpas Mauleón trató de Las rutas del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: el Camino de Santiago, que describió como “un collar con joyas mayores y menores”. El traslado de la Corte de Oviedo a León en el siglo XI marcó el punto cuando se hizo explícito el sueño de recuperar el reino visigodo. Siendo lineal el camino con sus más de cien puentes, hay santuarios cercanos, y se miden las distancias por jornadas no kilómetros.
En la mesa redonda II César García Álvarez nos dejó con el mensaje que “El hombre no tiene raíces, tiene pies”. La vida es un tránsito, un itinerario, y como ejemplo el 80% de los primeros pobladores de Estella vinieron desde Le Puy-en-Velay. ¿Será casualidad que la primera asociación española de amigos del Camino surgió precisamente en Estella? Víctor Gibello propuso que debemos volver a ser caminantes. Quizás debemos parar, pausar en el camino de nuestra vida.
La mesa redonda III tenía título de A vista de pájaro. Patrimonio natural en ruta. Esther Valdés comentó que los parques nacionales se entienden en la sociedad, pero otros tipos de paisaje son menos comprendidos. Benedicta Rodríguez Fernández habló sobre las reservas de la biosfera (hay 53 en España y 7 en León), con especial mención del Alto Bernesga donde la conservación de la naturaleza y de la cultura local van de la mano. Ramón Martí Montes habló de los olivares vivos, y de las instalaciones de turbinas eólicas y placas fotovoltaicas que pueden convertir tierras agrícolas en desiertos. Nino Fernández Ibáñez presentó el trabajo de Promonumenta desde su fundación en 1992 como una forma de afrontar la despoblación en zonas rurales, realizando las tareas que antes hacían los vecinos.
En su conferencia La recuperación de San Isidoro, Gabriel Morate Martín, de la Fundación Montemadrid describió la labor de diez años para convertir un museo con limitaciones de acceso en un monumento visitable. La sostenibilidad se ha logrado con una eficaz gestión del conjunto que incluye los canónigos regulares y su residencia, el hotel o Casa de Espiritualidad llevada por una empresa, y el museo que ahora ocupa espacios de representación que hasta ahora no estaban abiertos al público.
Por la tarde pudimos apreciar lo conseguido con una visita detenida al Museo de la Colegiata, seguida de una representación en el claustro por El Trovador Leonés, El Alba del Parlamentarismo. Cortes Leonesas de 1188, cuando el joven rey Alfonso IX convocó a representantes de las principales ciudades y villas de sus reinos para oír sus voces en la Curia Regia de aquel año.
El domingo 26 de mayo, último día de actividades del foro, se dedicó al patrimonio natural, con una excursión de día partiendo de la capital hacia la Reserva de la Biosfera Los Argüellos, en la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, declarada por la UNESCO en 2005, para realizar una visita interpretada a las Hoces de Vegacervera y la cueva de Valporquero.
El profesor emérito de la UVA y miembro del Comité Científico de varias Reservas de la Biosfera, Alipio García de Celis, realizó durante todo el trayecto una larga exposición acerca de los orígenes geológicos y posteriores adaptaciones humanas al medio natural y biológico a lo largo de toda la ruta, poniendo especial atención a la actividad ganadera, silvicultora y minería. El SIPAM (Sistema Importante de Patrimonio Agrario Mundial), reconocimiento que la FAO ha otorgado a tres cuartas partes de la provincia de León, fue tema central de las explicaciones para interpretar correctamente el hábitat recorrido y su paisaje cultural. De especial interés fue el paseo a pie a lo largo de las Hoces, estudiando los efectos del agua sobre el territorio por su composición geológica, así como la visita a las cuevas, de las más grandes de Europa, 3km recorriendo la Gran Rotonda, Hadas, Gran Vía, el lago y las Maravillas.
Marina Sánchez:
«La Lista Roja es una oportunidad, no es una vergüenza»
La delegada regional de Hispania Nostra es la anfitriona del 43 Foro de
Asociaciones y Gestores Culturales que se celebra hasta el domingo en la
capital leonesa
El Palacio del Conde Luna acogió el acto inaugural del 43 Foro de Asociaciones de Hispania Nostra. | MAURICIO PEÑA
El Palacio
del Conde Luna y la sede de la Fundación
Sierra Pambley son los escenarios elegidos para albergar
el 43 Foro de Asociaciones y Gestores
Culturales organizado por la asociación Hispania
Nostra y que durante cuatro días reunirá en
la capital leonesa a cerca de un centenar de expertos españoles y de otros
países, pertenecientes a una treintena de asociaciones culturales, que
debatirán sobre las rutas del patrimonio, «que constituyen una magnífica
herramienta para conocerlo y divulgarlo, con el fin último de disfrutarlo,
conservarlo y transmitirlo», señalan desde la organización.
La delegada de Hispania Nostra en Castilla y León, Marina
Sánchez, ha explicado que entre las
actividades que viene desarrollando la asociación destaca la celebración del
Foro de Asociaciones, que este año cumple su 43ª edición. «Hace dos años se
hizo una solicitud formal por parte de León como candidato para acoger este
foro y nos lo concedieron por su altísimo valor patrimonial, tanto cultural
inmaterial como natural. En este foro vamos a tocar una serie de aspectos
relacionados con los patrimonios leoneses, ya sea patrimonio de la humanidad en
su versión Memoria del mundo, osea la Cuna del parlamentarismo de los Decreta,
el patrimonio natural y el territorioSipam, que tenemos mucho interés en
ponerlo en valor, y todo el resto de bienes de alto valor cultural, como es el caso
de San Isidoro, que se ha vuelto a remusealizar bajo los auspicios de la Junta
de Castilla y León y de la Fundación Montemadrid», recuerda Sánchez, que ve
lógico que la Lista Roja que elabora Hispania Nostra aumente, «porque tenemos una enorme
cantidad de bienes heredados del pasado. Lógicamente el tiempo pasa y el
deterioro está ahí. La Lista Roja es una oportunidad, no es una vergüenza,
básicamente. Para nosotros es la forma de visibilizar y de potenciar el que las
instituciones públicas nos miren y se den cuenta del enorme valor y del enorme
potencial que tiene el patrimonio», sostiene la delegada regional de la
asociación Hispania Nostra.
El director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y
León, Juan Carlos Prieto, estuvo presente en esta jornada inaugural del 43 Foro de Asociaciones y
Gestores Culturales de Hispania Nostra, cuya conferencia marco corrió a cargo
de Rogelio Blanco con el título ‘El patrimonio cultural como expresión de una historia
común’. «Para nosotros es un privilegio poder venir aquí y apoyar a una
institución tan sobresaliente como Hispania Nostra, que tiene unos proyectos y
unas iniciativas que son referencia a nivel nacional e internacional y, desde
luego, con un equipo que ha montado todo esto con una solvencia enorme y con
unas expectativas de venir aquí a aprender, porque cuando se comparte
conocimiento entre tanta gente dedicada al patrimonio, porque todos son
expertos pertenecientes a asociaciones involucradas en programas de desarrollo
en los territorios que para nosotros son muy interesantes, pues lo que haga
falta», señala el alto cargo de la Junta
de Castilla y León, que considera una buena noticia el hecho
de que todavía quede mucho por hacer en Castilla y León en materia de
patrimonio. «Tenemos mucho trabajo por delante y precisamente ese es el
argumento que este viernes quiero esgrimir en mi ponencia. «Yo lo que quiero es
que la gente se implique en la conservación, en la gestión, que pasemos un poco
de las musas al teatro, que nos hagamos todos corresponsables, no solamente en
el estudio, en la concienciación o en subrayar los defectos que las
instituciones cometemos. Yo lo que quiero es que todos nos impliquemos en la
gestión del patrimonio y que efectivamente se siga trabajando en muchos
aspectos que hay pendientes», argumenta el director general de Patrimonio
Cultural.
Todos nos felicitamos por la reciente musealización de San
Isidoro, pero uno tiene la sensación de que
la Catedral no goza
en la actualidad de la misma atención que tuvo años atrás por parte de las
instituciones públicas. «Recientemente se ha firmado un convenio para la
restauración de distintos manuscritos. Con las diócesis tenemos firmados una
serie de convenios y estamos a disposición de intervenir donde a ellos les
parece más conveniente. La decisión depende exclusivamente de las diócesis»,
reitera Prieto, que adelanta que cuando se apruebe la nueva Ley de
patrimonio el próximo 11 de junio «tendremos
una nueva figura para poder gestionar Médulas con otras herramientas mucho más modernas y a partir de ahí
llevaremos a cabo el proceso de incoación y declaración BIC de los canales. Ayer también tuvimos la comisión de seguimiento del monasterio
de Sandoval. Como ves seguimos trabajando.
Tres iglesias excavadas y un eremitorio. La tierra arcillosa y fácil de
trabajar de La Candamia explicaría que durante la Edad Media proliferaran en
este enclave cuevas con funciones religiosas. Solo se conserva la iglesia de
San Martín, pero una profesora leonesa ha documentado otras tres.
La Candamia es un territorio aún «inexplorado», pese a la riqueza de
asentamientos que hubo en la zona, desde el Neolítico, y algunos hallazgos
sorprendentes. La profesora Vanessa Jimeno Guerra, del departamento de
Patrimonio Artístico y Documental de la Universidad de León, acaba de publicar
el libro Formas de poblamiento durante la Edad Media: la arquitectura
excavada en La Candamia , donde desvela la ocupación de este enclave por
eremitas, monjes y anacoretas, al menos, entre los siglos X y XI.
La profesora leonesa consiguió hace dos años que Hispania Nostra incluyera
en su Lista Roja de monumentos en peligro la cueva de San Martín, en Villamoros
de las Regueras, en La Candamia, única iglesia excavada de la Alta Edad Media
que se conserva en la provincia de León. Su propósito es que no se pierda.
En su libro, que le ha costado seis años de investigaciones, Jimeno explica
que el resto de las cuevas medievales de la zona se han perdido y solo cuatro
están documentadas, la mayoría en manuscritos preservados en la Catedral de
León. Estas cuevas responden a dos tipologías: iglesias y eremitorios. Al
primer grupo pertenecerían las cuevas de San Martín y las desaparecidas de San
Miguel y San Torcuato. De eremitorios solo se conoce la cueva de Maniulfo por
un documento del archivo catedralicio del año 1006. El nombre procedería de uno
de sus propietarios, según este documento, porque el morador era Gundisalvo,
asceta que compartía cueva con una mujer, presentada «como la tentación del
diablo». La autora del libro afirma que es posible que fuera un eremitorio
mixto, aunque no estaba bien visto por obispos como Froilán. Esta cueva también
tiene una crónica negra. En los años 20 del pasado siglo apareció un hombre
muerto.
«La importancia de estas arquitecturas excavadas es directamente
proporcional al desconocimiento que existe sobre ellas», afirma Vanessa Jimeno.
La profesora explica que el terreno arcilloso de La Candamia sería la
explicación de que existieran tantas cuevas, fáciles de horadar, pero difíciles
de preservar.
La Cueva del Moro, en Puente Castro. VANESSA JIMENO
También ha constatado que muchas cavidades fueron destruidas «por la
codicia de los vecinos», que creían que las cuevas ocultaban tesoros.
Jimeno Guerra, que estudió en profundidad las Cuevas Menudas, muy próximas
al yacimiento de Lancia, cuenta en su libro algunos descubrimientos en La
Candamia. En 1986 se localizó un enterramiento colectivo del Neolítico (de
nueve individuos), con su ajuar de hachas pulimentadas y cuchillos de sílex,
que actualmente se conserva en el Museo de León.
En La Candamia también se extrajo un colmillo, supuestamente de elefante,
que pasó al Museo Arqueológico de San Marcos, pero desapareció misteriosamente.
En 1930, durante las obras de construcción de un puente en Villaobispo,
apareció el cráneo de un mastodonte, que ahora está en el Instituto Geológico
Minero de España. Y en las denominadas cuestas de La Candamia se descubrieron
fragmentos del húmero de un proboscídeo (especie a la que pertenecen los
actuales elefantes), depositado en el Instituto Padre Isla. De estos hallazgos
proceden algunas leyendas sobre La Candamia como ‘cementerio de mamuts’.
Explica Jimeno que las cuevas e iglesias excavadas en el valle del bajo
Torío son de la misma época que el monasterio de San Miguel de Escalada o la
iglesia de Peñalba de Santiago. La cueva de San Martín, que desde 2018 cuenta
con un acceso realizado por el Ayuntamiento de Villaquilambre, tiene una planta
longitudinal. Todavía son visibles algunos orificios, según sugiere la
investigadora, usados para cortinajes que separaran el presbiterio, para
cumplir la función litúrgica.
Estas iglesias —dice— «funcionaban en la Edad Media como parroquias». En un
testamento del 3 de julio del año 990 el monje Pelayo, de sobrenombre Zuleiman,
dona a dos monjes «la peña que ha sido excavada consagrada a San Martín». Se
sabe que Zuleiman ostentó además el cargo de mayordomo de la reina Teresa de
Ansurez, esposa de Sancho I. Esta cueva podría ser una propiedad real bajo la
tutela del monje-mayordomo; y es posible que la propia reina fundara la iglesia
excavada.
Junto a la cueva de San Martín, la de San Miguel Arcángel es la más
documentada. La Catedral guarda un diploma del año 1005 que cita esta cueva. En
otro documento del año 1035 se denomina a la cueva ‘monesterio’, nombre que
designaba «la habitación de un solitario», es decir, un anacoreta.
La que posiblemente es la Cueva de San Miguel, en Villanueva del Árbol. VANESSA JIMENO
Una hipótesis novedosa
En su libro, Vanessa Jimeno apunta una teoría sobre dónde está la cueva de
San Miguel Arcángel. Se trata de una hipótesis que encaja con las descripciones
documentales. La cavidad —dice— correspondería al arco excavado que «resiste
indemne» entre las localidades de Villanueva del Árbol y Robledo de Torío.
La profesora defiende que muy probablemente hubo muchas más cuevas en La
Candamia y que en el Castrum Iudeorum , los eremitorios, tanto en la
ladera este como en la sur del cerro de Puente Castro, habrían convivido con la
población judía, antes de que este asentamiento fuera arrasado por Alfonso VIII
de Castilla en 1196 y los habitantes buscaran refugio en la aljama de León.
El arqueólogo leonés José María Luengo, en su estudio sobre los castros de
la provincia, cita tres grupos de cuevas, cavadas unas sobre otras, en La
Candamia, «similares a las de Lancia, Villacontilde, Valle de Mansilla y Rueda
del Almirante». En la ladera oeste del Castrum Iudeorum se
encontraría la conocida como Cueva del Moro. En 1924 el arqueólogo Julián Sanz
se refiere a la cueva de San Torcuato y la ubica en la ladera sur. Esta cavidad
se cita en un manuscrito de venta de una viña, del siglo XI, que utiliza como
referencias de ubicación las cuevas excavadas de San Martín (en Villamoros) y
San Torcuato (en Puente Castro).